Pese a que los Tampa Bay Rays viajaron a Toronto al borde de la historia, el mánager de los Blue Jays, John Schneider, afrontaba el partido del pasado viernes como cualquier otro.
“Respetas el momento en el que están y cómo juegan y se despliegan, pero creo que es un partido normal y vamos a ganarles”, aseguró el entrenador antes del encuentro.
Los Rays aterrizaron en Toronto invictos. Su inicio de 13-0 igualó el récord de la era moderna, desde 1901, de triunfos consecutivos para comenzar una temporada, junto con los Milwaukee Brewers de 1987 y los Atlanta Braves de 1982. Antes del viernes, eran sin discusión el mejor equipo en el béisbol con una diferencia positiva de 71 carreras, 32 jonrones, mejor marca de la liga, y un ERA conjunto de 2,33.
No es incorrecto sugerir que los Rays habían tenido un calendario asequible para empezar la temporada. En sus primeras cuatro series, no se enfrentaron a un equipo con un registro ganador en 2022. No obstante, son las ligas mayores y merecen su crédito por vencer a equipos que debían. Pero los Blue Jays – que ganaron 92 partidos el pasado año – serían su examen más complicado hasta la fecha.
Los Rays flaquearon y los Blue Jays lo aprovecharon con un partido limpio y completo para batir a sus rivales de división por 6 a 3 en un vibrante Rogers Centre. Así, Toronto previno que Tampa Bay escribiera su propia línea en el libro de historia de la MLB. Después del partido, Schneider definió el triunfo como “satisfactorio”.
Para detener a los Rays, los Blue Jays jugaron un encuentro disciplinado de principio a fin y confiaron en un picheo afinado, turnos de bateo selectos contra Drew Rasmussen, abridor de los Rays, su bullpen y una defensa estable. Fue el tipo de partido completo y acertado en los detalles que han intentado establecer como su marca este curso.
El enfoque selectivo – dejar que el partido llegara a ellos – se apreció especialmente en una quinta entrada de cuatro carreras. Arriba por 2 a 1, los Blue Jays llenaron las bases merced a imparables de Bo Bichette y Vladimir Guerrero Jr. y una base por bolas de Daulton Varsho. Después de ponchar a Matt Chapman, que volvía a la alineación tras un virus estomacal, los Rays sustituyeron a Rasmussen por el relevista zurdo Colin Poche, que recetó dos walks seguidos a Alejandro Kirk y Santiago Espinal y permitió dos carreras de seguridad a Toronto.
Entonces, el segunda base Brandon Lowe erró en un doble play rutinario salido del bate de Danny Jansen que anotó dos carreras más y colocó a los Blue Jays 6-1 arriba al final de la entrada. No fue algo propio de los Rays, un equipo que ha construido su éxito a base de fundamentos limpios y un buen picheo durante años.
En la lomita, José Berríos registró la mejor apertura de lo que ha sido hasta ahora una temporada complicada y sostuvo a los Rays en una carrera y cuatro hits con seis ponches durante cinco entradas. Antes del choque, Schneider reveló que el éxito del diestro dependía de ejecutar sus lanzamientos y vivir en las esquinas. Y eso hizo contra los Rays, pues atacó pronto en las cuentas y mezcló rectas de cuatro costuras con un cambio lento y con más movimiento.
Lo que sacó del partido a Berríos fue una pelota de vuelta a 111 millas por hora salida del bate de Yandy Díaz que le golpeó en la parte interna del muslo izquierdo al final de la quinta entrada. Fue sustituido, pero Berríos aclaró que sólo eran “unas molestias”.
La defensa echó una mano a Berríos, sobre todo en la tercera entrada cuando Varsho se elevó para atrapar un flyball de Díaz y mantuvo a los Rays a raya pronto.
En ataque, los Blue Jays empezaron bien en busca de terminar con la racha cuando George Springer conectó un jonrón para empezar la primera. El disparo de 440 pies al centro-izquierda del campo fue el 53 de la carrera de Springer como leadoff e iguala a Craig Biggio como tercero en la historia.
Bichette fue de 5-5 con una carrera impulsada a través de un doble por regla de campo en la segunda entrada – el 500 de su carrera. Es el jugador más rápido en la historia de la franquicia en alcanzar el hito – en sólo 407 partidos. Vernon Wells y Shannon Stewart necesitaron 432 partidos. Mientras tanto, Kevin Kiermaier, que se enfrentaba a su ex equipo, registró dos imparables.
Los Rays han puesto el listón en la Liga Americana Este hasta ahora. Incluso después de la derrota, poseen una ventaja de cuatro partidos sobre Toronto, segundo, gracias a los triunfos cosechados al principio. Pese a no ser perfectos, los Blue Jays han jugado a un ritmo ganador este año también y labran el terreno para lo que puede ser un monstruo de tres cabezas en la división, junto con los New York Yankees.