Durante su salida el 6 de junio en Houston, Robbie Ray sintió que no tenía respuestas al enfrentarse a los Astros.
Le tenían tomada la medida a su recta de cuatro costuras y a su slider – los dos lanzamientos habituales que habían ganado al zurdo un Cy Young el año anterior y le habían conseguido un trato de nueve cifras con los Seattle Mariners.
Comenzó a frustrarse. Ya había iniciado la temporada a medio gas y ahora los Astros le habían conectado tres jonrones y le habían anotado cuatro carreras en contra en las dos primeras entradas del partido. Así que Ray hizo algo que no había hecho con regularidad desde 2016 – recurrió a una recta de dos costuras.
Ray blanqueó a los Astros de ahí en adelante. Continúa lanzando una dos costuras y la emplea ahora al ritmo más alto de su carrera (20,4 % de sus lanzamientos) pese a no lanzarla los dos primeros meses de la temporada.
Desde que se convirtió en un pícher de tres lanzamientos el 7 de junio, se ha parecido más a su yo ganador del Cy Young y ha acumulado un promedio de carreras permitidas (ERA) de 2.53 en ese lapso, la octava mejor efectividad en las mayores entre los lanzadores clasificados. Es el líder veterano en un cuerpo de pícheres que incluye a los talentosos y jóvenes abridores Logan Gilbert y George Kirby.
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