Los Orioles volvían a casa este domingo tras ser barridos en el Minute Maid Park por los Astros tras una agónica derrota por 8-4. El equipo de Baltimore, con estos tres partidos perdiendo en Texas ha firmado la racha de derrotas más larga de la franquicia de los últimos seis años.
La derrota del domingo fue la séptima seguida, tantas como sufrieron entre los días 4 y 15 de julio de 2011. Desde entonces, los Orioles habían perdido seis partidos seguidos seis veces pero siempre habían conseguido detener la racha antes de firmar la séptima.
Su mal estado de forma, sin embargo, no se resume en estos siete partidos. Los de Maryland han perdido 13 de los últimos 16 partidos y han salido derrotados en 11 de sus últimos 13 partidos lejos de Camden Yards. Así, en su vuelta a su estadio se enfrentan a nueve partidos que se han vuelto importantísimos para no perder el hilo a la temporada. Los Orioles esperan a los Yankees esta misma noche para iniciar una serie de tres partidos y a los Red Sox después para otros tres partidos. Ambos conjuntos está por encima en la división por lo que ganar ambas series es el objetivo marcado por Showalter para seguir aspirando a todo. Después de los rivales divisionales los Pittsburgh Pirates visitarán Baltimore para otros tres partidos en casa.
BAJAS IMPORTANTES
En la derrota del domingo faltaron Adam Jones, que se perdió su segundo partido seguido por culpa de molestias en el tobillo y la cadera, y J.J. Hardy, que descansaba. Ambos efectivos juegan un papel importante en la defensa del equipo y sus bajas se notan. Además, los Orioles echan mucho de menos últimamente a Zach Britton, que está trabajando para recuperarse de una lesión en el antebrazo izquierdo en Florida. Su ausencia ha desestabilizado al bullpen de Baltimore y les ha privado de uno de los mejores closers de la competición.
Buck Showalter, entrenador del equipo, habló ayer de las bajas tras perder su séptimo partido seguido.
“Cuando personas que conoces, respetas y que sabes que son muy buenas están pasando por un mal momento quieres ayudar. Sin embargo, es una de esas situaciones difíciles de manejar. Espero que podamos disponer de Jones y J.J [Hardy] ya mañana [primer partido contra Yankees]. Zach está progresando bien. Todos los equipos pasan por situaciones así en el béisbol y, simplemente,ay que pasar por ellas”.
ANEMIA OFENSIVA
Sin embargo, el problema es mucho más profundo.
Los Orioles son incapaces de sostener un partido. Precisamente el domingo, el lanzador diestro
Alec Asher desaprovechó una ventaja de 3-0 y concedió una gran ventaja a los
Astros durante una horrorosa segunda entrada en la que Baltimore concedió seis carreras. Showalter quitó hierro al asunto diciendo que estos periodos son de lo más normal en el maratón que es una temporada en la MLB.
Aun así, ni el propio entrenador puede negar la dificultad de sus bateadores de poner la pelota en juego. Los
Orioles han tenido muchos problemas para conectar buenos batazos durante las entradas intermedias.
Baltimore solo ha conseguido una carrera -un home run de Trumbo – en la última entrada de sus últimos siete partidos. El lunes pasado, ante los
Twins, los de
Maryland consiguieron una ventaja de cinco carreras en las tres primeras entradas que desaprovecharon para terminar perdiendo 14-7 en el inicio de esta catastrófica racha.
“Cuando anotas pronto es bueno para el equipo y para los lanzadores. Sin embargo estamos sufriendo para conseguir carreras en las entradas intermedias”, admitió Chris Davis, primera base de los Orioles, tras perder contra los Astros y firmar un 1 de 12 con 10 strikeouts en la serie en Texas. “Nos sentimos muy presionados en estas situaciones y así es imposible jugar a este juego”, sentenció.
Según el lanzador
Alec Asher, todos los jugadores están muy frustrados -solo hay que observar la expresión corporal de
Machado en los at bats del partido del domingo- pero está totalmente seguro de que van a salir de esta situación.
Con esta derrota, se demostró lo increíblemente buenos que son los Astros y por qué tienen el mejor récord de las mayores actualmente, 35-16. Los texanos dejaron a los Orioles con un porcentaje de bateo de .210 en las series, una media de solo dos carreras por encuentro y una ERA medio de la rotación titular de 7.90. Correa, Altuve y compañía van lanzados este año.
La mala racha de esta semana ha eclipsado uno de los mejores inicios en la historia de la franquicia consiguiendo empezar la temporada con un 22-10 después de ganar a los Nationals el 9 de mayo. Ahora, 20 días después, los Orioles están solo dos partidos por encima del .500 (25-23) con un calendario muy desafiante por delante la próxima semana.
Los Orioles deben empezar a ganar, y deben hacerlo ya. En caso contrario, una temporada que prometía muy interesante al principio terminará por ser una campaña negativa fuera de Playoffs.