Una vez analizados las decepciones en la ofensiva, ahora vamos a la defensiva con los lanzadores más decepcionantes en este primer tercio de la liga. ¡¡¡Vamos allá!!!
Rotación
Que la carrera de Robbie Ray es una montaña rusa tamaño Dragon Kahn no evita que debe aparecer como el ace de la rotación de las decepciones de este 2022. Con un trofeo Cy Young obtenido en 2021 con la casaca de los Blue Jays, Ray firmó un contrato muy lucrativo (115 millones garantizados por 5 años) para liderar la rotación joven y prometedora de los Mariners en su afán por acabar con la sequía de postemporada. Sin embargo, Ray no ha tenido un comienzo de andadura muy prometedor. El zurdo ha bajado del año pasado más de milla y media en su bola rápida (de casi 95 a poco más de 93), y ha subido el uso de la slider en 11 puntos. Y su curva, que ya la lanzaba poco, la usa de forma residual debido a que está siendo maltratada por los bateadores (whiffs de su curva de 52,5% en 2021 a 14,3% este año). No hay métrica donde haya mejorado y, tras 11 aperturas, lleva un ERA de 4.97 con un FIP de 4.77. Su ratio SO por cada 9 entradas sigue siendo alto (9.8) pero el más bajo de su carrera desde 2015, primer año como abridor regular en los D’Backs. Muchos altibajos para considerarlo pitcher élite en la liga.
Antiguo compañero de Ray en Toronto, Jose Berrios, también habiendo firmado un contrato mastodóntico (131 millones para 7 años) la pasada offseason, no lleva un gran año en su primer año completo en Ontario. ¿Razones? Que está teniendo problemas para evitar que le golpeen duro. Berrios está entre los peores en Slugging y WOBA esperado y en ERA esperado (6.56) y con un 48,3 % de hard hit encajado. Su aumento de uso de su bola rápida no le ha dado dividendos (bajada de % de whiffs y aumento de promedio de bateo (infame .372) encajado. A día de hoy 5.24 de ERA y un muy mal WHIP de 1.412.
Sólo Jonathan India le apartó al lanzador zurdo de los Marlins Trevor Rogers de llevarse el premio a novato del año. Sin embargo, el Rogers de 2022 parece una versión caducada del del año pasado. 10 partidos lleva Rogers con un ERA de 5.80, comparado con el 2.64 de 2021. Una de las mayores diferencias que se encuentran en la liga entre los dos años. Su capacidad para eliminar por SO ha bajado enormemente (10.6 a 7.8) aunque su arsenal poco ha cambiado. Su spin rate de la slider ha bajado considerablemente (de 2115 revoluciones a 1996). Parece ser que ha cambiado dicho lanzamiento y no le está dando réditos. También es monstruoso el slugging que recibe de sus bolas rápidas. .645 es una barbaridad. Veremos si Rogers es capaz de darle la vuelta. Porque brazos jóvenes los Marlins tienen muchos para relegarle a Triple A.
Un WHIP de 1.528 con 4.1 walks por cada 9 entradas habla de los problemas de comando del veterano Charlie Morton en el año de la defensa del título por parte de los Braves. O 7 hit py pitch que lleva Morton, liderando la liga. Su antaño imbateable bola curva está sufriendo el paso de los años a pesar de seguir sobrepasando las 3000 revoluciones por minuto de spin rate. Junto a Ian Anderson, son el dúo más descontrolado de la élite de la liga.
Por último, y para completar la rotación, como quinto brazo decepcionante me quedo con un Brandon Woodruff que, junto a Freddy Peralta, están decepcionando en la rotación de los Brewers. Tanto los dirigentes como los aficionados esperan que sea fruto de los problemas físicos, ya que ambos se encuentran actualmente en la lista de lesionados. Acostumbrados a ver a Woodruff formar el 1-2 más temible de la liga junto a Corbin Burnes, este año ha empezado dubitativo con un ERA de 4.74. Aunque su bola rápida sigue siendo élite (promedio de bateo de .143 con un spin rate élite de 2361 rpm) es su sinker y, sobre todo, su bola curva quienes explican la caída con tremendas caídas de su spin rate y su % de whiffs. Esperemos a su vuelta de la IL para ver si su mal rendimiento era por ello o hay motivos para preocuparse.
Menciones honoríficas: Blake Snell, Marcus Stroman, Tyler Mahle, Eduardo Rodriguez y Hyun-Jin Ryu.
Bullpen
Cuando los Diamondbacks firmaron a Mark Melancon el pasado invierno, seguramente una de las intenciones de firmar a este veterano closer es que, si las cosas fueran bien, pudiera ser traspasado a cualquier equipo que estuviera compitiendo y que careciera de ayuda en el bullpen. A día de hoy, los D’Backs no creo que piensen ya en eso ya que su año está siendo espantoso. En 22 apariciones, en 5 ha concedido más de una carrera y ha desaprovechado 2 oportunidades de salvamento. Su bola curva, lanzada en un 30% de veces, está siendo golpeada sin piedad y sólo cuenta con un 12,8 % de strikes, quinto peor ratio de la liga. 1.800 de WHIP con 13,7 hits por cada 9 entradas no es lo que se pide a un cerrador de nivel top.
Aunque su FIP sea de 3.66, tener un ERA de 7.43 es inaceptable para un lanzador profesional. Aunque esa diferencia pueda hablar de cierta mala suerte, es lo que te puede pasar cuando induces a tanto contacto como lo está haciendo el closer titular de los Giants en 2021 Jake McGee. Por eso, el joven Camilo Doval se puede considerar ya el relevista principal en el equipo de la bahía.
Por último, merece la pena nombrar a uno de los cuerpos de relevistas menos estables y seguros de la liga, el de los Red Sox de Boston. Por nombrar a uno, me voy a quedar con un Matt Barnes que cuenta con un ERA espantoso de 7.94. Su capacidad de eliminar por SO, antaño una de las fortalezas del equipo, está en 7.4, peor registro de su carrera cuando el año pasado era de 13.8. Hasta 6 jugadores del equipo de Boston cuentan con saves, sin quedar claro, a día de hoy, quién sería el cerrador en unos hipotéticos playoffs. El mercado es la solución clara a sus males de bullpen. Los Red Sox lideran con 12 blown saves la liga, empatados con Angels y Rays, siendo el equipo que menos saves cuenta, con 8.
Menciones honoríficas: Raisel Iglesias, Craig Kimbrel, Lucas Sims, Aroldis Chapman y Lou Trivino.