En una época con lanzadores cada vez más veloces, las bolas rápidas está siendo utilizado con menor frecuencia. Hace unos días hemos visto la primera gran joya de pitcheo del año en la Gran Carpa, Joe Musgrove lanzó un partido de los conocidos como “no-no”. Sus contrincantes no le conectaron hit, ni le anotaron carrera, los toletes de los Texas Rangers fueron aplacados por el lanzador de los San Diego Padres.
Le bastaron 112 lanzamientos para culminar su extraordinaria presentación, 77 de ellos fueron strikes. Musgrove enfrentó a solo 28 bateadores, uno por encima del mínimo a los que puede enfrentar un pitcher en nueve innings. Solo permitió que un jugador llegara a base después de golpear a Joey Gallo por un lanzamiento. Del total de disparos a home, Musgrove lanzó solo 7 bolas rápidas de las denominadas de 4 costuras.
El nativo de El Cajón, California realizó un concierto de bolas rompientes. Chris Woodward, manager de los Rangers, declaró: “Aunque sabíamos que venía con una bola rompiente, este chico lanza unas curvas de gran nivel”. Durante sus últimos 50 lanzamientos, en ningún instante lanzó dos bolas rápidas consecutivas. El desglose del juego totalizó 35 sliders, 28 curvas, 28 rectas cortadas (se contabilizan como pitcheos rompientes), 8 cambios de velocidad y 8 sinkers, aunado a las 7 bolas rápidas ya descritas.
Joe Musgrove viene cambiando de forma gradual su manera de lanzar, mucho influyó la filosofía del coach de pitcheo en Pittsburgh, Oscar Marín. Marín es un especialista en la biomecánica de los lanzadores y es un tipo de “gurú” de la analítica, sobretodo de la manera de interpretarla y llevarla a la acción con sus jugadores. Este año Musgrove ya no está con los Pirates, pero, su mejoría permanece constante.
En la gráfica se aprecia como el uso de su bola rápida (FB%) va claramente a la baja con el transcurso de los años, en este caso, Musgrove ha incrementado su recta cortada para tener más dominio de los adversarios. (esto es hasta el juego 2 de la Temporada 2021, después de su no-hitter)
El resultado en 2020 fue que sus adversarios le batearon .223 de AVG y ponchó al 33.1%. Le rodaron la pelota un 48.4%, con una Exit Velocity de 85.1 mph. Es uno de los líderes en cuanto a CSW%, una estadística que nos habla de forma indirecta de las habilidades de los pitchers.
Usar más lanzamientos rompientes genera también mayor cantidad de bolas, el año pasado colocó en la cuenta 3 bolas-1 strike al 8% de sus contrincantes y 3-2 al 13%, uno de cada cinco bateadores veía pasar 3 bolas de su parte. Pero, Joe Musgrove consigue que los bateadores rivales hagan swing el 36.7% de las veces que lanza la pelota fuera de la zona de strike. Este año las cosas no han cambiado mucho, lo que sorprende es que ha permitido 2 bases por bolas en 19 entradas hasta el momento en sus dos apariciones.
LA NUEVA FILOSOFÍA
El nuevo pensamiento creciente entre los coach de pitcheo como Martin o Wes Johnson de Minnesota Twins, entre otros, es que los lanzadores ya no deben concentrarse en un contacto débil de parte de los rivales, sino en evitar dicho contacto.
La razón parece obvia, para el bateador promedio es más fácil adaptarse a un lanzamiento rápido, ya que es más fácil predecir su posición por muy veloz que este sea que con uno rompiente. El AVG ante una bola rápida es de .230-.250 y ante un lanzamiento rompiente es de .211 de parte de los bateadores. No hay que confundirnos, un lanzador poderoso siempre tiene más posibilidades de éxito. Sin embargo, potencializar a los lanzadores haciendo que ejecuten sus lanzamientos más efectivos siempre otorgará dividendos.
Los “lanzamientos primarios”, como generalmente se les conoce a las rectas rápidas, están dejando de serlo y se han vuelto secundarios. Ahora los lanzamientos rompientes están ocupando ese sitio y están cambiando su denominación entre sí.
El cambio no ha sido radical, ha venido de la mano de la aparición de la analítica y caso concreto de la era Statcast. Los lanzamientos rompientes son cada vez más efectivos por el uso de tecnología como Rapsodo, Driveline, cámaras como Hawkeye, etc.
JOE MUSGROVE NO ES EL ÚNICO.
En una época donde los lanzadores son cada vez más poderosos y lanzan con mayor velocidad, en la actualidad una recta de 4 costuras viaja a 93.4-93.9 mph en promedio, es de llamar la atención que la bola rápida se esté usando en menor cantidad. En 2010 su uso estaba instalado en el 57.8% por todos los lanzadores, en 2021 esta en 50.3%.
Jacob DeGrom y Gerrit Cole son los dos mejores pitchers de la actualidad, son ejemplos de que los lanzadores elites están cambiando lo que antes solían hacer, ellos forman parte del club de menos del 50% de uso de la bola rápida. Ahí también está Kenta Maeda, Maeda tocó esa categoría de lanzador elite en la temporada corta de 2020, usa su recta menos del 33% de las veces.
Habrá que poner atención a DeGrom porque este año está revolucionado esta situación al estar lanzando su bola rápida el 73%, en parte porque ha aumentado 0.5 mph en promedio de velocidad y toca las 99.1 mph en promedio con dicho disparo.
Una muestra de cómo está cambiando el béisbol se generó en la temporada anterior, el 30 de julio del 2020 se enfrentó Atlanta Braves ante Tampa Bay Rays. Atlanta triunfó 2 a 1, los 6 lanzadores que desfilaron en el encuentro se combinaron para el 29% de bolas rápidas, 69 en total a 64 bateadores, 25 de ellos no lograron colocar la pelota en juego y solo conectaron 8 imparables.
Justin Verlander, otro as de la MLB, quien por el momento se encuentra recuperándose de una cirugía Tommy John, también es parte de esta nueva preferencia. Él es uno de los más renombrados lanzadores abridores de bola rápida de su época, lanzando a velocidades por encima de las 97 mph.
Verlander llegó a tener una temporada con menos del 50% de lanzamientos con bola rápida, al año siguiente aumentó radicalmente el uso de su slider, todo en cuestión de cuál es su lanzamiento más efectivo. A él le conectan un promedio de .193 a su slider, mientras que acepta el .213 de AVG ante su bola veloz.
Esto continua, hoy escuchamos del repunte de Dylan Bundy desde el año previo, él ha declinado su bola rápida desde un 65% al inicio de su carrera, hasta alrededor del 40% en la actualidad en pro de aumentar el uso de la curva. Carlos Carrasco, Yu Darvish, Dallas Keuchel, por citar a algunos otros. rondan el 40% de uso de su disparo de máxima velocidad.
Retomando el punto de Joe Musgrove, es un lanzador que se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos en el deporte. Es un tipo con una recta promedio, su velocidad está en una media de 93.6 mph, llega a lanzar a 96 mph. Sin embargo, posee poco movimiento y se vuelve muy franca a la vista del rival. Él ha optado por lanzar con mayor frecuencia aquel tipo de disparo que le resulte más efectivo, el que más le conviene.
La historia en el béisbol siempre se construye, se mantiene en evolución. Lo que depara el futuro es imposible predecir, el béisbol está en constante cambio. En los años por venir, es muy probable que siga desarrollándose esta preferencia. Podría ser bueno para la mayoría de los pitchers que experimentaran un poco más con esto, los rivales siempre intentarán mantener el equilibrio con los ajustes pertinentes.