No hay nada menos académico que empezar un artículo con un tópico. El periodismo, y no hablemos ya del deportivo, suele abusar de este recurso más de lo digerible, pero se da la paradoja de que, a veces, un cliché o frase hecha es la manera más ilustrativa de sintetizar una idea. Por ejemplo a la hora de hablar de este primer tercio de temporada de los Milwaukee Brewers, donde se puede echar mano de esa teoría del vaso medio lleno o medio vacío. Es decir, el balance depende de las expectativas que cada uno pueda tener respecto a una franquicia que, generalmente, se mueve en zonas medias y donde, en consecuencia, las exigencias o urgencias históricas son las justas.
Para los que tengan una mirada menos complaciente, estos primeros 20 partidos han generado más sombras que luces. El balance 10-10 hace que la perspectiva de acceder a la post-temporada se vea mas bien borrosa, mirando ya a los Cubs desde la distancia y con la incógnita de saber que harán los Cardinals cuando empiecen a recuperar partidos retrasados. También se podría decir que, en ataque, se ha agudizado la sensación de una excesiva dependencia de un Christian Yelich que con .194 de promedio está lejos, ahora mismo, de ser ese jugador dominante que pugnaba por el MVP de la Nacional. En el picheo se podría hablar, quizás, de una rotación donde Brandon Woodruff y Adrian Houser están donde se les esperaba, aportando solvencia en plena fase de crecimiento con su nuevo rol, y con el resto (Lindblom, Lauer y Anderson) moviéndose en una inseguridad excesiva. El caso de Josh Lindblom, un fichaje que despertó gran interés y ahora mismo está con un ERA de 6.62, podría ser ilustrativo al respecto. Hablando de los fichajes, en genérico, tampoco parecen haber conseguido llenar el agujero que dejaron bajas como la de Grandal (a su sustituto, Narváez, aún se le espera) o Moustakas. Incorporaciones como las de Eric Sogard se hacen difíciles de entender sino es el caso de que detrás haya una explicación esencialmente esotérica. La baja voluntaria de Caín también ha sido un hachazo emocional y las desérticas granjas de los Milwaukee Brewers, el único equipo que en 2019 no tenía ningún prospect en la lista de top-100 de la liga, tampoco hacer vislumbrar ese talento joven en fase de floración, que suele aportar sus dosis de ilusión a una temporada.
That's three in a row! @Kestdaddy and Orlando Arcia hit timely HRs and the pitching staff struck out 16 as the Brewers beat the Cubs to take the series.
WRAP: https://t.co/LDBSRwGmeC#ThisIsMyCrew pic.twitter.com/9ks57x6IWu
— Milwaukee Brewers (@Brewers) August 16, 2020
Ahora bien, ante todo lo dicho también su puede cambiar la óptica de enfoque. Y así, por ejemplo, podemos sentenciar que con 10-10, Atlanta o Colorado (con 13-8) ya no están tan lejos y que los hasta ahora intratables Cubs vienen de perder tres partidos seguidos por primera vez contra… los Milwaukee Brewers, fíjate tu. De Yelich, por su parte, se podría apuntar que su promedio en los últimos 7 partidos ya ha subido a .333 y que ya se empieza a parecer al jugador imaginado. Respecto a la rotación, fabular nos lleva a pensar que el plan que Stearns y Counsell tenían en la cabeza ya es un poco este, y que la cosa va de que Woodruff y Houser jueguen un rol de opener más canónico y a los otros tres llevarlos a las entradas justas y que el bullben después reparta suerte. Y ya puestos, quizás la idea con los fichajes también se corresponda: no buscar grandes nombres sino retales con experiencia y versatilidad que vayan aportando cada día, aunque sea con una gotita (ese home run de Justin Smoak contra los Cubs, por ejemplo).
JUSTIN.
SMOAK.
¡GRACIAS! 🙏#Cerveceros pic.twitter.com/wc7HCVePfx— Cerveceros de Milwaukee (@CervecerosMKE) August 14, 2020
Y con Sogard, tampoco se puede hablar de decepción, ya que nadie podía esperar absolutamente nada de él. ¿Que lo de Caín duele? Pues claro, pero justamente el año pasado Milawaukee demostró tener sangre para suplir la baja de Yelich en un momento más que crítico, y quien quiera propsects ahí están Peralta y Hiura, dos realidades. Porque al final más vale tener pocos pero que sumen, que no centenares que no pasaran nunca de ser proyectos.
Ante lo subjetivo pues, mandan los números y estos dicen que en este año atípico, los Milwaukee Brewers, están ahí, un poco en tierra de nadie, para la gran mayoria favoritos a nada, pero en absoluto descartados. Y es que, si ya era de colleja empezar esta chapa con un tópico, cerrarla con otro ya es de expulsión directa. Pero es que la frase, también se presta. Y esta nos dice que hasta final de curso, no hay nota que valga.