La temporada 2019 de los Mets empezó ya el octubre anterior cuando se contrató a Brodie Van Wagenen como sustituto de Sandy Alderson en el puesto de General Manager. El ex-agente de jugadores se subía a la ola del buen final de la temporada 2018 y establecía una clara estrategia de ganar a corto plazo. Para ello, no le tembló el pulso y traspasó a dos piezas del farm system que parecía que podían ser claves en el futuro de la franquicia neoyorquina, Jarred Kelenic y Justin Dunn, para traer otras dos que tenían que rendir inmediatemente, Robinson Canó y Edwin Diaz. También llegaban Justin Wilson, Jeurys Familia, Jed Lowrie, J.D. Davis y Wilson Ramos. Tampoco había dudas a la hora de dejar de lado estratagemas para ganar años de control y subía a Pete Alonso, una de las joyas de la granja, al primer equipo ya en el Opening Day. Los Mets querían ser los dueños de la NL Este y Van Wagenen lo tenía claro: Los de Queens eran los favoritos e invitaba al resto de clubes a “ir a por ellos”.
Sin embargo, las cosas no empezaron del todo bien. Lowrie se lesionó en el Spring Training y no llegaba al inicio del año (de hecho, no jugó hasta septiembre y apenas ha tenido 8AB en todo 2019), Nimmo sufrió molestias en el cuello tras un choque en el outfield y tuvo un rendimiento horrible hasta ir a la IL en mayo. Canó desapareció tras lograr un HR en el primer encuentro de la temporada. Incluso la unidad más fuerte del equipo, la rotación, tenía problemas, liderados por un Jacob deGrom que acababa abril con un ERA de 4.85. Con este inicio titubeante, se lograba un balance de 15-14, aunque el mal inicio del resto de la división le dejaba a solo 1 partido del liderato.
Pero lo peor estaba por venir. Entre lesiones, pobre rendimiento y un bullpen nefasto en el que solo se salvaba Seth Lugo y que no mantenía ninguna de las pocas ventajas que conseguí el equipo, las derrotas empezaron a acumularse (incluyendo 7 consecutivas entre el 23 y el 29 de junio) y los Mets llegaban al All Star Break con un 40-50 y a 13.5 partidos del liderato divisional. Todo esto en medio de una tremenda polémica debido a un enfrentamiento de Mickey Callaway y Jason Vargas con un periodista y con el manager al borde del despido.
Pese a todo, los Mets tuvieron hasta tres representantes en el All Star de Cleveland del 2019: deGrom parecía recuperado de su mal inicio y ya presentaba un ERA de 3.32; Alonso ya llevaba 30HR en su histórica temporada (también disputó el Home Run Derby que ganó); y Jeff McNeil confirmaba su buen debut en 2018 al pelear por el título de bateo en la Liga Nacional.
A partir de ahí los Mets se convirtieron en otro equipo. Los lesionados se iban recuperando, en la rotación lanzadores como Matz y, sobre todo, Wheeler subieron su rendimiento y en el bullpen Wilson volvió y se convirtió en una segunda pieza de confianza para Callaway. En el trade deadline Van Wagnen decidió aportar su granito de arena y volver a echar mano del farm system enviando a Toronto a Anthony Kay y Simeon Woods Richardson a cambio de uno de los abridores más cotizados del mercado, Marcus Stroman. Ahora eran las victorias las que se sucedían, acompañados de walk-offs que entre en 25 de julio y el 10 de agosto les llevaron a ganar 15 de 16 encuentros. Pese a todo, ese 10 de agosto los Mets seguían a 7 partidos del líder de división, por lo que su pelea se centraba en llegar a la Wild Card.
En el último mes y medio tuvieron un balance de de 25-20 con la aportación de jugadores que iban volviendo de lesiones como Nimmo y Dominic Smith. También hubo en ese tiempo hueco para la polémica, como cuando Syndergaard (que no ha tenido el año que se esperaba de él con un ERA de 4.28) pidió no lanzar más a Wilson Ramos y que su catcher fuera Nido o Rivera. Pese a este problema, el equipo siguió en la lucha hasta la última semana aunque finalmente se quedó a 3 partidos del comodín con un record de 86-76, siendo el equipo de la NL con mejor balance fuera de Playoffs.
Los últimos días quedaron para seguir la histórica lucha de Pete Alonso por batir el record de Home Runs para un rookie. En el penúltimo día de competición logró su 53º cuadrangular estableciendo la nueva marca que le ayudado, además, a obetener el premio al Rookie del Año en la Liga Nacional. No fue el único premio individual que le llevaron los de Queens, con Jacob deGrom ganando su 2º Cy Young consecutivo.
Un buen final de temporada, un record histórico, dos premios individuales y la sensación de que con más creciemiento de sus jugadores jóvenes, un mejor rendimiento del bullpen y algún fichaje los Mets pueden ganarlo todo. Pero se quedaron fuera Playoffs. Muy del estilo de los Mets.
¿Se cumplieron los objetivos de 2019 para los Mets?
Con sus movimientos agresivos en el mercado de traspasos y sus declaraciones en la offseason, Van Wagenen puso muy alto el listón para los neoyorquinos: Había que ganar la división y llegar muy lejos en los Playoffs. Por lo tanto, NO se cumplieron los objetivos. El buen hacer en la segunda mitad de temporada (46-26 tras el All Star Game) hace ser optimistas de cara al futuro inmediato, pero se podía haber estado más cerca de las expectativas del General Manager.
Jugador revelación: Pete Alonso
Se podría habalr de J.D. Davis que llegó en un traspaso menor desde Houston y aabó teniendo un papel clave jugando en 3ª y el LF con una línea de .307/.369/.527 con 22HR en 410AB. Sin embargo, la temporada de Alonso ha sido histórica y hay que elegirle a él. Durante el Spring Training parecía que iba a empezar la temporada regular en AAA para ganar un año de control y dar una oportunidad a Dominic Smith en la primera base, pero su rendimiento en la pretemporada le valió para ser titular en en 1ª de los Mets en el Opening Day. El resto es historia. 161 partidos, 597 AB, .260/.358/.583, 120RBI, 148OPS+, All Star, ganador del Home Run Derby, 7º en la votación del MVP de la NL, Rookie del Año y el record de 53HR. En Nueva York ha sido el año del Oso Polar.
La decepción de los Mets 2019: Edwin Díaz
Jed Lowrie apenas jugó. Jeurys Familia (y su ERA de 5.70) estuvo muy lejos de ser el relevista que salvó 94 partidos para el club en 2015 y 2016. Canó ha estado más tiempo lesionado que sano y, pese a que su final de campaña ha sido mejor, no ha justificado su sueldo. Pero la gran decepción ha sido Díaz. Uno de los mejores closers de los últimos años, esta temporada ha sido nefasta. Ha tenido muchos problemas con su slider y a la hora de controlar los HR que le han llevado a subir su ERA de 1.96 a 5.59, ha conseguido sólo 26SV y, lo que es más importante, ha cometido 7 Blown Saves y ha permitido que los rivales ampliaran ventajas en partidos cerrados, lo que ha tenido un efecto claro en el balance del equipo y le ha podido mantener fuera de Playoffs. Si los Mets quieren llegar a postemporada este año, va a ser fundamental que el puertorriqueño vuelva al nivel por el que los Mets dieron a dos top prospects.
¿Qué dijimos en la previa 2019 de los Mets?
Que parecía dificil que pudieran ganar la división, pero que tenían potencial para pelear por una Wild Card e, incluso, si todo salía perfecto, llegar a las 93 victorias. La cantidad final de Ws ha sido menor, pero el equipo sí ha peleado por entrar en posemporada a través del comodín por lo que no andábamos desencaminados. También predecíamos que Alonso podría llevar con éxito su bate a las Ligas Mayores. Creo que en eso sí se ha acertado.
¿Y en 2020?
Los Mets llegan con un cuerpo técnico nuevo liderado por la ex-estralla del equipo Carlos Beltrán, después de que la gerencia decidiera despedir a Callaway. Pese a su inexperiencia, las referencias que llegan sobre la capacidad de Beltrán son muy positivas y se le ha dado un bench coach como Hensley Meulens que aporta la experiencia de haber ocupado el puesto en los Giants a las ordenes de Bruce Bochy.
No lo van a tener nada fácil, ya que la presión va a ser máxima. Syndergaard acaba contrato en 2021 y Stroman en 2020 por lo que si el equipo no llega al parón del All Star con buenos registros podrían salir y el equipo podría entrar en una reconstrucción. Aunque se esperan algunos retoques (un abridor ante la más que posible marcha de Wheeler, un relevista y un CF), no se esperan muchos fichajes por lo que se confía en que los jugadores jovenes sigan creciendo y que el bullpen (entiéndase con esto Familia y Díaz) vuelvan al nivel que se les supone a la espera de ver si Céspedes se recupera y aporta algo. Hay mimbres, por lo que podríamos ver a los Mets en Playoffs el año que viene.