Seguramente a Rob Manfred le gustaría más ver a los Boston Red Sox y a los New York Yankees en las series de campeonato para que ambos equipos, dos de los mayores transatlánticos de la liga, disputen más partidos de playoff en 2021 pero tener un caramelo como la wild card, un partido a vida o muerte entre los dos equipos de mayor rivalidad de la liga, dos de los mercados más potentes de la MLB, es algo que Manfred y los suyos hubiesen firmado. Y qué decir de la ESPN, televisión que emitirá el partido y que se relame de gusto sabiendo que las audiencias serán, quizá, de las más altas de toda la temporada y postemporada.
Hablar de qué equipo llega mejor en este punto de temporada es bastante banal. A un partido como éste, primera vez en la historia que se enfrentan en partido de wild card, no importan las dinámicas. Sólo importa cómo se sobrelleva la tensión, cómo se lleva el aparecer en la foto si no capturas la bola decisiva o si encajas el HR definitivo. Salir en la foto es lo que se quiere, pero haciendo la carrera definitiva o haciendo el walk off hit.
Cuando parecía que el partido se disputaría en el Bronx, los Rays, derrotando a los Yankees dos veces de forma consecutiva, les mandaban a los Yankees a territorio hostil, Fenway Park que será una tremenda caldera. Lo que en principio pudiera ser una ventaja para los Red Sox quizá no lo sea tanto ya que la presión en el Bronx es máxima, habiendo sido silbados los locales en su serie contra Tampa, así como su ace, Gerrit Cole. La razón por la que el partido se jugará en Boston y no en la gran manzana es que Boston ha ganado en 2021 10 de los 19 enfrentamientos directos. Sin embargo, los Yankees han ganado los últimos seis enfrentamientos directos, destacando la última serie a finales de septiembre, donde los Yankees barrieron a los Red Sox. Es importante destacar esta serie porque a nivel de presión, es lo más comparable a este partido que han tenido en la temporada ya que era una serie definitiva para entrar en playoffs y donde los Yankees cimentaron su presencia en los mismos, así como los Red Sox se complicaban la vida.
También es importante destacar que en esta última serie es donde se vio la mayor diferencia en cuanto a la plantilla, el bullpen. El octavo inning fue fatídico en varios partidos para los Red Sox y Giancarlo Stanton estuvo estelar. La razón de la superioridad yankee en el bullpen es, además del buen rendimiento de gente como Michael King o Chad Green, ha recuperado a tiempo de la lesión a Jonathan Loaisiga y han recuperado para la causa a brazos, a priori, estelares, incluso para la rotación, como Domingo German o Luis Severino.
En cuanto a los abridores, su ace, Gerrit Cole, abrirá, lógicamente, para los bombarderos. Aunque eso debería ser uno de las principales armas de los Yankees, Cole ha acabado la temporada con actuaciones tan dubitativas que lo que parecía un Cy Young claro a finales de agosto parece ahora mismo lejos. Este año, ante el poderoso lineup yankee, ha abierto en cuatro ocasiones y su rendimiento no ha sido el idóneo. En 22 entradas ha concedido 12 carreras lo que habla de un ERA de 4.91. Nathan Eovaldi, al que algunos seguidores de los Red Sox pedían el Cy Young tras una buena campaña, en cambio ha estado muy bien ante los Yankees encajando 7 carreras en 31 entradas y un tercio en sus primeras 5 aperturas, pero su última apertura ante ellos fue infame encajando 7 en apenas 2 entradas y 2 tercios. El rendimiento de los Yankees ante lanzadores diestros ha sido peor en 2021 por la escasez de bates zurdos pero los fichajes de Anthony Rizzo y Joey Gallo han disminuido ese agujero en el lineup que tenían. De la capacidad que tenga Eovaldi de alargar su apertura dependerá mucho el devenir del partido.
En cuanto a la ofensiva, no me atrevería a decantarme por ninguna de ellas. Si hablamos de techo, pocos equipos pueden presentar seguidos a jugadores tan talentosos como Rizzo, Judge, Stanton, Gallo, LeMahieu, Torres, Sanchez, etc… Sin embargo, la baja de LeMahieu es digna de destacar porque es una baja difícil de cubrir a pesar de que no ha tenido, ni de lejos, su mejor campaña. Su baja manda a Gio Urshela al SS, posición con el que Gleyber Torres no pudo, y deja la tercera base para otro bate zurdo Rougned Odor. Eso si no entran en la ecuación el local Andrew Velazquez o el rapidísimo Tyler Wade. Y Gary Sanchez también desaparece de la alineación al ser Kyle Higashioka el catcher de confianza de Cole. Por eso, su ofensiva parece un tanto mermada.
Sin embargo, los que deben acarrear la ofensiva yankee son los enrachados Aaron Judge y Giancarlo Stanton, dos bates que, si están en forma, forman un dúo que no tiene parangón en la liga. Anthony Rizzo también aportará bate de contacto y de poder, aparte de mucha experiencia en playoffs, y Gallo es una moneda al aire. Tremendo poder, pero, en su breve estancia en los Yankees está siendo ponchado con facilidad.
En cuanto a los Red Sox, la baja de su DH J.D. Martinez me parece menos traumática ya que Kyle Schwarber es un DH claro y apartas a Schwarber del campo en defensa para meter a unos jardines con Hunter Renfroe, mucho poder, Alex Verdugo, buen bate zurdo con gran rendimiento ante lanzadores diestros, y Kike Hernandez patrullando el jardín central. Unos jardines muy equilibrados.
En cuanto al infield, si J.D. Martinez juega, Schwarber jugaría aquí, pero parece difícil. Dalbec y Arroyo en la parte derecha del infield parece el talón de Aquiles de los de Massachussets con la baja de Jose Iglesias, que es baja para los playoffs por haber sido firmado tarde, pero su parte izquierda es muy top. Xander Bogaerts es un seguro de vida y Rafael Devers ha tenido un año inmenso culminándolo con su épica actuación contra los Nationals en el último y decisivo partido de temporada regular.
En resumen, y en teoría, un partido apasionante y muy igualado que debería hacer las delicias de todos los aficionados al béisbol porque no falta ningún condimento para que salga un plato redondo.