Una vez que los peces han logrado ganar la serie contra los actuales campeones, los Marlins escriben en su balance un 12-11 a favor, cuando el equipo del sur de la Florida lleva poco más de un tercio de la temporada. Una tercera parte alocada, que han tenido que afrontar tanto equipo técnico, encabezado por Don Mattingly, como la gerencia de los Marlins con Michael Hill en el centro del mando de operaciones.
La situación vivida en los Miami Marlins en este primer mes de competición daría para escribir un libro. Muchas cosas han sucedido en esta temporada atípica con el Covid-19 como un factor importante para este año 2020.
El equipo empezaba con mucha ilusión de demostrar que no son un equipo residual de la MLB y que el plan establecido va dando frutos. Seguramente las circunstancias de este 2020 no benefician a los Marlins en sus planes de seguir desarrollando el talento joven y asentar una base en el equipo de grandes ligas. Pero supongo que todos los equipos también tendrán sus inconvenientes.
Las alarmas se encendían cuando antes del primer partido oficial Jorge Alfaro era baja por positivo, y ya no sólo en Miami aparecía la incertidumbre, sino que la MLB también se enfrentaba en el primer gran problema cuando los siguientes días saltaban más positivos, hasta que el brote apareció y hasta 18 jugadores tuvieron que estar en cuarentena más de una semana.
Esto provocó cambios en el calendario y nuevos movimientos de la gerencia para adquirir más peloteros. Hasta la fecha y tras 23 partidos de temporada, los Miami Marlins han realizado unos 90 movimientos de plantilla (adquisiciones, reclamaciones, llamada del campo alternativo, fichajes de ligas independientes) y en consecuencia, han subido al montículo hasta 10 abridores diferentes. Para ver la rareza de la situación, el año pasado en 162 partidos los Marlins salieron con 10 abridores distintos. Una barbaridad.
Cuerpo de abridores mermado y, sin embargo, dando la cara
Cuando los positivos hicieron mella en el equipo, el mayor daño se ensañó con los lanzadores, tanto abridores como relevistas. De la rotación inicial, Sandy Alcántara, Caleb Smith y Jose Ureña fueron perjudicados por el virus y los venezolanos Pablo López y Elieser Hernández se escaparon del contagio, y han sido los estandartes de Miami con grandes actuaciones.
Tanto Alcántara como Smith pudieron debutar esta temporada con actuaciones contradictorias y Jose Ureña aún no ha debutado en el 2020. Se espera que en la vuelta del equipo al sur de la Florida, puedan algunos de ellos volver a la disciplina de grandes ligas.
La parte positiva viene desde el norte de Venezuela con los diestros Pablo López y Elieser Hernández. Ambos han aprovechado sus mejores lanzamientos quebrados para enfrentar a los bateadores rivales y dejar unos números, en 5 y 4 partidos respectivamente, dignos de los mejores pitchers de la liga.
Pablo López lleva en 5 salidas iniciales un récord de 3-1 con 1.98 ERA, 1 home run permitido y 27 stikeouts, la mayor parte con su lanzamientos más efectivo, el cambio. Todo ello, tras una cuarentena encerrado en una habitación de hotel en Philadelphia, una semana después del fallecimiento de su padre. Su compatriota Eliser Hernández que llegaba como el tapado, ha demostrado que está en su mejor momento de su carrera, como las estadísticas muestran con 2.29 ERA, 0,763 WHIP y 11,44 K/9 con un slider mejorado, siendo su arma principal para un total de 25 ponches.
NINE TIMES?? Niiiiine times. 😳#JuntosMiami pic.twitter.com/yuNznMtz9a
— Miami Marlins (@Marlins) August 17, 2020
Para completar la otra mitad de los partidos jugados tenemos los casos de jóvenes lanzadores que fueron llamados del campo de entrenamiento alternativo. Jordan Yamamoto, que tenía posibilidades de entrar en la rotación inicial, Daniel Castaño y Humberto Mejía fueron los encargados de dar la cara y sacar el máximo de entradas posibles para ayudar al equipo.
Tanto Daniel Castaño como Humberto Mejía no han lanzado más allá de doble A y clase A avanzada, respectivamente. Pero lo más sorprendente ha sido el hawaiano Jordan Yamamoto, que siendo una posible pieza del cuerpo abridores, su actuación ha sido pésima.
El panameño ha sido el que mejor sensaciones ha dejado, mostrando una buena combinación de rectas con una curva muy buena (3 GS, 0-2 con 5.40 ERA). Con tan sólo 23 años de edad, hacen de él un muy buen proyecto de cara al futuro ya que nunca ha lanzado en clase Doble A y Triple A. El zurdo Castaño de 25 años se ha visto más irregular, lanzamientos con poca velocidad y que la mayor parte de ellos no encontraban la zona de strike (3 GS, 0-2 con 5.91 ERA).
Caso a parte es Jordan Yamamoto, que el año pasado deslumbro en sus primeros partidos en grandes ligas, y en este 2020 se ha visto superado por todas partes, hecho que ha llevado a Mattingly a devolver al hawaiano al campo alternativo (3 GS, 0-1 con 8,2 entradas lanzadas permitiendo 16 hits con un 11.42 ERA).
Mattingly vio que necesitaba un brazo que ayudara a los relevistas y a la ofensiva, y más en esta situación de los peces con posibilidades de luchar por un lugar en el playoff. No se anduvo con rodeos, llamó a Sixto Sánchez (prospecto nº1 de la franquicia) el mejor brazo de las granjas, y en su debut en grandes ligas consiguió su primera victoria (W) ayudando al equipo a ganar el partido con 5,0 entradas 6 H, 3 ER, 0 BB y 4 K. Sorprende las 3 carreras permitidas que llegaron en forma de home runs, uno de Gomes y otro 2R-HR de Victor Robles, cuando Sixto es un lanzador que permite pocas bombas y saca sus eliminados con ayuda de la defensa gracias a su poderoso brazo. La muestra son sus 5 rectas a 100 mph y un cambio a 90 mph.
Un bullpen con problemas
Como he mencionado anteriormente, los relevistas fueron el cuerpo de la plantilla más perjudicados. El club tuvo que coger el teléfono y hacer varias incorporaciones, las cuáles en sus primeras apariciones fueron muy buenas pero poco a poco se vieron en dificultades, muchas veces decantando el partido para el conjunto rival.
Las mejores bazas para el entrenador de los Marlins han sido las incorporaciones desde el entrenamiento primaveral de Brad Boxberger (2.08 ERA), Stephen Tarpley (2-1, 5.59 ERA) y Brandon Kintzler (3.18 ERA con 6 saves). Que fueron los únicos que se salvaron de caer en manos del Covid-19. Junto a ellos, otra de las notas positivas, fueron las nuevas caras adquiridas para reemplazar a los ausentes como son James Hoyt (2.45 ERA), Josh A.Smith (2.70 ERA con 1 save) y Nick Vincent (1-1, 3.86 ERA).
These are 2 *different* Stephen Tarpley sliders to Juan Soto. Not a replay. pic.twitter.com/UD9XPljlE7
— Fish Stripes (@fishstripes) August 22, 2020
Cualquiera que vea un partido de los Marlins, sabe que en marcador favorable para Miami, la 8a y 9a entrada tienen nombre y apellido, Brad Boxberger y Brandon Kintzler. La pareja favorita de Mattingly para acabar los partidos.
Dos movimientos a través de traspasos como Richard Bleier desde Baltimore y Jesús Tinoco desde Colorado Rockies, pueden ser dos brazos que puedan dar aire a un mermado cuerpo de relevistas que verá muchas modificaciones en relación a la idea inicial del equipo. Con la reinserción de los positivos por el coronavirus (Yimi García, Ryne Stanek, Nick Neidert, Alex Vesia) y quizá algún traspaso antes del límite del 31 de agosto, se espera que el bullpen mejore la imagen.
Los nuevos bates de Miami, la base de la ofensiva
Tras 23 partidos de temporada se puede decir que la gerencia hizo un trabajo fuera de temporada, como dicen los latinos, muy sabroso. La ofensiva se está mostrando más agresiva en el plato y corriendo las bases, con Villar líder de la MLB en bases robadas. Datos que se reflejan en el porcentaje de AVG y OBP (.251/.327), situados como el décimo-primer mejor equipo de la liga en ambos campos.
Pero en cuanto al SLG y al poder, están situados en la parte baja de la liga. Si el equipo quiere mantenerse en la lucha por la post-temporada, debe mejorar el contacto así como sacar más poder en sus bates (6,2 % XBH y 34.41 AB/HR, ambas, 2o peor MLB).
Jesús Aguilar líder del equipo en carreras impulsadas (19), en home runs (4) y hit de extra base (9) (25 H, .291 AVG/.488 SLG/ .815 OPS); Matt Joyce y Corey Dickerson están demostrando una gran disciplina en el plato y poco a poco van yendo a más (ambos se intercambian el DH y el LF); Jonathan Villar y Brian Anderson están en el promedio de producción ofensiva siendo claves en la alineación de los Marlins, situación que podrían mejorar de forma exponencial si cuidan su porcentaje de strikeouts, siendo ambos los más ponchados con 24 y 27, respectivamente.
Combinando factores más allá de los números aparecen nombres como Francisco Cervelli y Miguel Rojas. Ambos con un valor de liderazgo dentro del vestuario que ayuda a su actuación en el terreno. Cervelli ha causado baja estos últimos días debido a una contusión, lesión que le persigue en su carrera. Desde los Marlins se espera que se quede en susto para una de sus piezas claves hasta el momento, debido a la baja del receptor titular Jorge Alfaro. Recién llegado de la cuarentena, el colombiano es un nuevo bate que se suma para esta mitad final de temporada.
Magneuris Sierra es un caso que enloquece a la afición de la pequeña Havana. Su actuación en el plato es de las mejores, junto a 4 robo de bases, una gran defensa en el jardín central y un porcentaje de .278/.372/.417, pero que apenas le ayudan a ser un jugador asentado en la alineación. Nadie entiende a Don Mattingly, pero quizá la respuesta esta en dos nombres, Lewis Brinson y Monte Harrison.
Dicen que normalmente lo malo se pega, y parece que con Monte Harrison (prospecto nº10 de la franquicia) le ha sucedido con Lewis Brinson. Harrison en su debut en grandes ligas ha mostrado una gran defensa en el jardín central, pero sus actuaciones en el plato han sido muy pobres (30 AB, 4 H, 18 K, con .133/.212/.267). Las rectas son su perdición. Cuando le viene una bola rápida su tempo va tarde y le acaban cazando. Mattingly es consciente de que debe hacer ajustes y lo ha bajado al campo alternativo.
Y claro, se junta con Lewis Brinson, que con otra nueva oportunidad de hacer plantilla (y van 4) no hay manera de sacar su potencial, al revés, a pesar de los ajustes no hay manera de arreglar su imagen (28 AB, 3 H, .107/.219/.143). Me atrevo a decir que su problema está en la cabeza, y por desgracia, en Miami nunca veremos al que fuera un gran proyecto de pelotero. Buscar nuevos aires sería lo mejor para él y para la organización.
Para finalizar, si Sixto Sánchez es la ilusión de muchos aficionados a los Marlins en cuanto a lanzadores, tenemos en el otro lado del juego a prospectos que han debutado y que son grandes proyectos para ser el futuro de la franquicia como el 1B Lewin Díaz y el jardinero Jesús Sánchez.
Jesús Sánchez. There he is, officially in a big league game.
11th Marlins player in this short season to make his MLB debut! pic.twitter.com/xDpOKvI7F2
— Fish Stripes (@fishstripes) August 21, 2020