Resumen
Los Houston Astros han tenido que jugar 80 partidos, y esperar hasta finales de junio, para llegar a registrar una igualdad entre victorias y derrotas en su casillero (40-40). Este hecho resume, y predispone, cualquier intento de analizar la primera parte de la temporada de los siderales, que tendrán que tomar decisiones importantes, en breve, para tratar de luchar por estar presentes en la postemporada, y vivir nuevamente los envites decisivos para la consecución de los banderines de los ganadores.
Una situación un tanto inesperada para una franquicia triunfadora en estos últimos años, y que ha hecho estallar las alarmas y las críticas entre los fanáticos texanos, que han visto en esta campaña el inicio del relevo definitivo en el equipo, con cambios en la dirección y en el roster que, poco a poco, y, temporada tras temporada, ha visto partir a jugadores muy queridos entre los más asiduos a sus gradas, héroes y protagonistas de las gestas locales.
Tal como señalamos en el análisis previo de lo que podía ser esta sesión para los anaranjados, antes del inicio de la temporada regular, se intuían posibles problemas y debilidades en la rotación abridora texana, debido a las lesiones que arrastraban diversos lanzadores, y a un período de recuperación largo de las mismas, pero la realidad ha sido aún más dramática para el equipo de Houston, que ha visto como la debilidad en el pitcheo le ha situado en una situación complicada, puesto que ha tenido que sumar a José Urquidy y Cristian Javier a la lista de lesionados de larga duración, debido a su paso por el quirófano, para someterse a la temida cirugía Tommy John, por lo que ambos se perderán el resto de esta temporada y parte de la sesión del próximo 2025. Su aparición en la lomita, durante esta campaña, se podría catalogar como testimonial. Estas bajas dejaron al cuerpo de abridores sideral muy mermado, al sumarse a las previas de Lance McCullers Jr. y Luis García. Por tanto, los Astros sólo han contado como abridores veteranos y de garantías con Justin Verlander (que empezó tarde la temporada por lesión, y está, en la actualidad, nuevamente de baja en el roster, por unas molestias en el cuello) y Framber Valdez, que también ha padecido molestias en su codo izquierdo, y ha causado baja durante algunas jornadas.
A toda esta ristra de problemas con sus abridores titulares se le suma también la baja de JP France, que, tras ser subido desde las menores en la pasada campaña para apoyar a la rotación de lanzadores, ha debido pasar también por el quirófano para sanar su hombro tras unas oberturas decepcionantes, y acabar en triple A en el mes de abril, en un intento de ayudarle a recuperar su mejor nivel, terminando así una frustrante temporada para él.
Después de la retahíla de desgracias enumeradas en sus lanzadores, sólo queda señalar el irregular y decepcionante inicio de Hunter Brown en la lomita, el debut forzado de Spencer Arrighetti y la suerte de poder contar con Ronel Blanco, que, con sus actuaciones, ha dado consistencia al pitcheo texano en sus aperturas, en momentos donde parecía que el equipo se podía derrumbar y hundirse en la clasificación.
En esta primera parte de la temporada previa al paro del juego de las estrellas, los Astros tienen como nota positiva su buen nivel en el aspecto ofensivo. Siguen siendo una formación muy potente al bate, y esto es lo que ha permitido a los texanos seguir optando, aunque desde cierta distancia , a jugar la postemporada. Esta es la realidad, la franquicia ha competido bien y con opciones de victoria en la mayoría de partidos, pero sus limitaciones desde la loma son un lastre para optar a liderar la clasificación de la misma manera que nos tenían acostumbrados en las campañas anteriores.
Otra de las novedades importantes para los naranjas era el relevo en el puesto de receptor. Machete Maldonado dejó su lugar a un Yainer Díaz que está presentando una buenas actuaciones. A nivel ofensivo, es mucho más determinante que su predecesor, lo que le ha llevado en alguna ocasión a ser utilizado como bateador designado (7 HR y una OPS de .716) y, a nivel defensivo, está aportando buen juego, bien secundado por un Victor Caratini que está cumpliendo bien con el papel de reserva asignado. Pese a ello, permanecerá parado un mínimo de 5 o 6 semanas por una distensión en el flexor de la cadera, lo que conlleva a que el mexicano César Salazar tenga también su oportunidad en la receptoría sideral.
Los de Houston no sólo tienen un mar de dudas en la lomita,sino que poseen problemas también en primera base, donde han despedido, por bajo rendimiento, al cubano José Abreu. Su recambio momentáneo, Jon Singleton, tampoco está ofreciendo un rendimiento óptimo, por lo que el utility hondureño Mauricio Dubón, ganador del guante de oro en la pasada campaña, también está jugando con buena nota, cuando es preciso, en esa posición del roster. También se ha dado oportunidad a Joey Loperfido que, en triple A, estaba ofreciendo buen rendimiento y no ha desentonado en sus apariciones.
MVP:
Hablar de José Altuve es comentar una carrera de éxito. El venezolano acaba de firmar un contrato que le llevará, seguramente, a ser un one club man. Su regularidad le está llevando a superar récords en la franquicia año tras año.
El astroboy lidera la elección del juego de las estrellas como segunda base y está a punto de cerrar el mes de junio con 36 remolques, 50 anotadas, 101 hits, 17 dobles y 13 jonrones para una OPS de .821. Si bien Kyle Tucker y Yordan Álvarez tienen estadísticas similares o superiores, el venezolano exhibe una regularidad y seguridad que le dan un rol determinante en la ofensiva texana, donde el papel de Bregman, Díaz, Peña, Dubón, e incluso Meyers, son un buen acompañamiento ofensivo.
Sorpresa y CY Young:
Ronel Blanco ha sido la alegría de los Astros en lo que llevamos de temporada. El dominicano de 30 años de edad lanzó el primero de los juegos sin hits de esta temporada en su octava apertura en Las Mayores, tras 105 lanzamientos y 73 strikes ante los Blue Jays de Toronto.
El dominicano no estaría en la rotación de lanzadores iniciales de los texanos si el equipo no sufriera la plaga de lesiones que está padeciendo. Está teniendo actuaciones de calidad en momentos delicados para la franquicia, y presenta un ERA de 2.49 en 15 partidos con 8 victorias y 3 derrotas.
Decepción:
Sin lugar a dudas José Abreu es la gran decepción para los siderales. El cubano tenía por delante el reto de hacer olvidar a Yuli Gurriel en la primera base texana, pero ha fracasado estrepitosamente.
El año pasado, la gerencia del equipo ya tuvo mucha paciencia con su rendimiento. Tras un inicio titubeante y discreto, el cubano mejoró su rendimiento ofensivo en el tramo final de la temporada regular y, en los enfrentamientos de post season. Siempre estuvo discutido en Houston y nunca llegó a acercarse al nivel exhibido anteriormente en los White Sox de Chicago, donde llegó a ser designado como MVP de la liga americana en 2020.
El veterano cubano fue despedido el pasado 14 de junio. Su juego, en el inicio de temporada, decepcionó nuevamente y llegó a llevarle a jugar durante un mes en las ligas menores para tratar de recobrar su mejor nivel. Aún tenía por delante año y medio de contrato y deja un lastre de 30 millones de dólares pendientes de cobrar a la franquicia.
Sus números de esta campaña no le dejan en muy buen lugar. 2 HR 7 empujadas en 35 partidos, para un total de .124 en bateo (de 113-14).
Expectativas ante el cierre de mercado veraniego y pronóstico final de temporada:
Los Houston Astros deben firmar, sin lugar a dudas, un mínimo de un lanzador para reforzar su rotación de abridores y un primera base, si quiere optar a entrar y competir con unas mínimas garantías en post season.
La lucha en la divisional con Seattle por el campeonato no está del todo perdida, si bien ,el desenlace de la serie entre ambos del próximo 20 de julio puede marcar las posibilidades reales del grupo. La distancia que quede entre ambas franquicias, después de la misma, puede marcar mucho la posibilidad de entrar de forma directa a los play-offs, o mediante la fórmula de wild card.
Esta opción de jugar la post season o no jugarla, determinará la política de altas y bajas después del parón del juego de las estrellas. En estos momentos, los texanos no son un equipo a descartar, si bien, llevan parte de la temporada en el filo del cuchillo.
La rumorología ha llegado hasta unos límites, a veces, inverosímiles, como canjes con los Yankees que incluían a Valdez o Bregman con Rizzo como moneda de cambio para la primera base, en caso de dar por perdida la presencia del equipo naranja en la lucha por los títulos.
El nombre que más ha sonado para reforzar la lomita sideral ha sido el de Trevor Bauer, el ex jugador de Los Ángeles Dodgers de 33 años, que está actualmente jugando a un gran nivel en los Diablos Rojos de México El Cy Young de la Liga Nacional del 2020 regresaría a la MLB después de cumplir su sanción por las acusaciones de violencia de género, de las que después fue absuelto.
Para la primera base, sonaba Anthony Rizzo pero su lesión en el brazo lo mantendrá fuera de juego hasta mediados de agosto o principios de septiembre. También ha habido rumores sobre el veterano de San Luis, Paul Goldschmidt. Vladimir Guerrero Jr.de Toronto también puede ser una opción, junto a Christian Walker de Arizona.
Lo que está claro, es que, en este intervalo de temporada, los Astros deberán sacar la billetera si quieren mantener sus opciones de seguir en la estela triunfal de las últimas temporadas.