El béisbol no deja de ser un deporte como tantos otros donde solo cuenta el ahora, y del mañana ya hablaremos otro día. Todo análisis se puede sazonar con toda la literatura que una quiera, o sepa hacer, pero, al final, esto va de competir y de hacerlo hoy, porque todo eso de las reconstrucciones o los proyectos pensados a futuro suenan palabrería y a excusa para todo aquel aficionado que, como tal, básicamente solo pide una cosa; ver a los suyos ganar. Dicho todo esto, la fanaticada de Milwaukee afrontaba la presente campaña con cierta angustia e inquietud. La marcha de Counsell como técnico o el traspaso de Corbin Burnes certificaban el punto y final, el epitafio, a una idea de equipo y de club con nueve años de recorrido de éxito y había dudas, razonables, sobre que podía de dar de sí el nuevo ciclo. Pues bien, más de media campaña después del inicio de esta era, visualizada en Pat Murphy como entrenador, estos Brewers han resultado ser una versión mejorada de sí mismos. Asombroso. Como head-coach, Murphy no liderado ninguna revolución sino que ha consumado un ejercicio tan simple, pero complicado a la vez, de aportar sensatez y motivación, maximizar las potencialidades del equipo en ataque sabiendo que habría un bajón en el picheo, y trabajando quirúrgicamente detalles del juego como el robo de bases ?Milwaukee ya es el segundo conjunto de la liga en ese apartado? que ayudan a elevar la producción global de la plantilla. Y así, miga a miga, paso a paso, Yelich se ha recuperado para la causa, Adames ha seguido siendo Adames, Conteras ha hecho ese clic que ya se intuía para opositar a jugador top y otros como Turang han experimentado un salto de calidad notable. Si a esto se añade que los fichajes ?Hoskins? o las altas adquiridas vía traspaso ?Ortiz? ha salido cara, ahí se entiende por qué los Brewers están ahí, liderando la Central de la Nacional, y con claras aspiraciones de play-off, reto que antes de iniciar la temporada sonaba a poco menos que delirio viendo el empeño de la competencia de Cubs o Cardinals. Pero el mérito de este equipo, no acaba aquí. De hecho el triple salto mortal de esta campaña de Milawaukee ha sido saber sobreponerse a una plaga de lesiones de larga duración que ha castigado con especial crudeza la rotación ?Miley, Ross, DL Hall y Gasser? y ante la cual se han tenido que buscar soluciones de contingencia sobre la marcha, ya sea pércheos del tipo como el fichaje de Dallas Keuchel, o de más poso como el traspaso por Aaron Civale o la apuesta por jóvenes como Tobias Mayers, un pícher que tiene una pinta fantástica en clave de presente y también, claro, de futuro. Estos, pues son los grandes trazos de estos Brewers, un proyecto más híbrido de lo que habíamos visto en la era Counsell, con un picheo menos dominante, pero igualmente solvente, y con en un bateo que ha dado dos pasos al frente a partir de un trabajo coral de mejora jugador a jugador. El brillo, aquí, no es un individual, sino de equipo. Y esto reafirma la tesis que, de una forma u otra Milwaukee sigue y seguirá haciendo eso que tan bien sabe; competir.
MVP
Cuando el buen hacer de estos Brewers es el resultado de un trabajo de grupo, ponerle un único rostro a este éxito es tan complicado como posiblemente injusto. Porque no se explica que los de Milwaukee hayan hecho una mejora tan evidente en el apartado ofensivo ?ahora están en el Top 10 de la MLB en parámetros como OPS cuando el 2023 eran el 23? sin la aportación de Christian Yelich, que cada vez recuerda más a ese jugador tan deslumbrante de su primer año en Wisconsin. No reseñar a Adames también sería hasta cruel, ya que aparte de ser el bate de más poder de los Brewers en defensa parece haber encontrado un complemento de lujo en Turang y, desde lo emocional, sigue siendo todo carisma, ese atleta que todo aficionado quiere ver de su lado por implicación, energía y desparpajo. Pero si por obligaciones del guion hay que escoger un MVP, ese debería ser para William Contreras. Solo el tiempo dirá qué clase de deportista será en el futuro, pero si acaba siendo ese jugador top que ahora mismo se vislumbra, este 2023-2024 será recordado como el año de su gran eclosión, con presencia en el All-Star incluida. Prototipo de esos catchers netamente ofensivos que tanto gustan ahora en la liga, en el bate es una absoluta garantía, ya que tiene contacto y poder. Además, en más de un partido ha demostrado tener paciencia y empaque para templar el picheo y, a la vez, carácter para vérselas con un rival cuando ha sido necesario. Una garantía.
https://www.youtube.com/watch?v=zhNOEguJ30E
CY Young
El picheo ha sido la línea donde más se ha sintetizado este cambio de régimen de los Brewers de la era Murphy. Con Burnes traspasado y Woodruff lesionado de gravedad, el staff técnico entendió que era necesario modificar el registro y construir una rotación que, sin ser ya arrolladora, debía seguir siendo algo más que solvente. Un planteamiento que se ha tenido que radicalizar aún más por las lesiones que han afectado a Wide Miley y DL Hall, dos brazos que debían ser claves en el proyecto. Y de esta manera, entre la virtud y la pura necesidad, el picheo de los Brewers ha sido una plasmación a escala de lo que quiere ser este proyecto, un bloque que esté por encima de los nombres y donde el bullpen ha adquirido una importancia capital. Prueba de ello es que se ha convertido en casi rutina que un relevista sé quien cubra la primera entrada de los partidos donde abre Colin Rae, para sortear los problemas que este arrastraba con los primeros turnos de bateo. Puestos a personificar, el ace de esto Brewers en el montículo ha pasado a ser Freddy Peralta, chico de la casa que ha asumido sin problemas los galones de número 1 en la rotación. Con la recta de cuatro costuras como arsenal preferido ?casi un 60% de su repertorio?, es un lanzador ponchador, de esos que gusta ver, y muy visceral en sus reacciones. Su conexión con Contreras, es más que óptima.
Sorpresa
En las vísperas del Opening Day, Pat Murphy era interrogado por los periodistas sobre que esperaba de las prestaciones ofensivas de Brice Turang. ?Su salto de calidad va a ser espectacular? vaticinaba un técnico que ha demostrado tener tan buen ojo, como paciencia con los jugadores y dotes motivacionales con el grupo. Porque ahí está el resultado con el que ya es el segundo base indiscutible de los Brewers. Y es que en defensa ya se sabía, y esperaba, que Turang fuera atleta muy competitiva, pero hasta esta campaña había demostrado lagunas, y serias, en el apartado ofensivo. Pues bien, a día de hoy, y gracias a una pócima de la cual no sabemos la receta exacta, pero que obviamente tiene mucho que ver con el trabajo de Murphy y su equipo, el 2B de Milwauke es un bateador de contacto más que notable, su promedio ya es más alto que el de compañeros como Adames, y a la vez a emergido como un robador de bases tan pícaro como eficaz hasta convertirse en el segundo en el ranquin de la liga, solo por detrás de Elly de la Cruz.
https://www.youtube.com/watch?v=536zilfvZEA
Decepción
En una temporada como la actual, sería una herejía hablar de decepciones. Todos han cumplido su papel, incluso Gary Sánchez del que no podemos decir que lo suyo haya sido un desencanto, ya que no se esperaba absolutamente nada y, aun así, y antes de lesionarse, parecía que ya estaba encontrando su sitio en el equipo.
Expectativas finales ante el cierre de mercado
Si bien a estas alturas los Brewers ya han realizado un movimiento de mercado de cierta envergadura, dado su tamaño como franquicia, como ha sido la incorporación de Aaron Civale, el equipo aún anda cojo en el picheo, tanto en la rotación como en el bullpen. Los esfuerzos que se quieran, o puedan, hacer antes que cierre el periodo de traspasos tendrían que ir, pues en esa dirección, tarea que no parece nada fácil teniendo en cuenta que media MLB, empezando por las franquicias más punteras, van locas buscando lanzadores de cara a los play-offs. También habrá que ver que pasa con Adames, en último año de contrato y a quien todo que se atreva a opinar apunta como una pieza de intercambio para aquellos equipos que tengan un agujero en su SS. Está por ver, pero, que Milwaukee acepte desprenderse de un activo así a las puertas de la postemporada ?si no hubiera opciones, entonces sí que no habría debate? aun a riesgo de perderlo después en la agencia libre. Porque, aun siendo un proyecto cimentado en un bloque, los Brewers no pueden permitirse perder a un jugador así, diferencial, si en octubre aspiran a seguir compitiendo.