El 27 de abril de 1896, vino al mundo en Winters, Texas, el jugador derecho con el mejor promedio al bate en las grandes ligas y uno de los mejores bateadores que alguna vez jugó entre las líneas de cal, Rogers Hornsby.
Permaneció en las mayores desde su debut en 1915, por 23 temporadas, siendo en varias de ellas también el manager de su equipo y luego de su retiro como pelotero activo en 1937, estuvo como manager principios de la década de los cincuenta del siglo pasado hasta 1953.
Los hábitos personales y el estilo de vida de Rogers Hornsby eran casi tan excepcionales como su destreza en el béisbol. No bebía alcohol ni usaba productos de tabaco, pero era un gran devorador de carnes rojas, siempre con grandes cantidades de leche entera.
También le gustaba especialmente el helado, que consumía todas las noches. Pensó que era importante descansar, lo que en su caso significaba 12 horas de sueño por noche.
Rogers Hornsby, apodado el Rajah, no leía nada más que las páginas de deportes o no iba al cine, según se decía para ahorrar tensión en sus ojos. En el camino, se hizo conocido como el campeón del equipo de lobby en la historia del béisbol, no leyendo en las recepciones de los hoteles, sino sentado durante horas mirando pasar a la gente. Sus intereses y temas de conversación se limitaron al béisbol y las carreras de caballos.
Inició Rogers Hornsby su transitar por las grandes ligas cuando llamó la atención de los Cardenales de San Luis durante una serie de exhibición entre la novena de Misuri y los Railroaders de Denison, donde jugaba el chico de 19 años en el entrenamiento de primavera en 1915.
En septiembre del citado año, los Cardenales compraron por $600 el contrato de Hornsby incorporándolo a la divisa su única experiencia de béisbol profesional había estado en clase D.
Su bautizo en la gran carpa fue el 10 de septiembre de 1915, ante los Cincinnati Reds, en dicho encuentro entra como remplazo defensivo en el SS y luego toma 2 turnos sin suerte, en el encuentro en el cual los pájaros rojos sucumben frente a los escarlatas 7×1.
Su primer hit fue ante el futuro miembro del salón de la fama Rube Marquard el 14 de septiembre, en partido el cual los St. Louis Cardinals vencieron a los Brooklyn Robins 6×2 y en el que el imberbe jugador conectó 2 imparables en igual número de turnos oficiales.
Culminó su primera incursión en las mayores dejando un bajo promedio de ,246 en 18 juegos esa temporada y el manager Miller Huggins de los Cardenales le dijo al final de la campaña: “Creo, hijo, que deberías permanecer en las granjas (las menores) un tiempo”.
El sistema agrícola moderno estaba en sus inicios en 1915 y Hornsby no entendió la declaración de Huggins, pensando que el dirigente se refería a que debía trabajar en una granja para desarrollar su físico (pesaba únicamente 135 libras), se fue a trabajar en el invierno en la granja de su tío cerca de Lockhart, Texas, haciendo labores agrícolas, comiendo pollo frito y filete y bebiendo toda la leche que pudo, aumentando su peso hasta las 165 libras.
A pesar de las dudas de Huggins con el chico, cuando comenzó la temporada el 12 de abril, Hornsby quien aún no cumplía 20 años, estaba en el campocorto contra los Piratas de Pittsburgh y su leyenda de 42 años, Honus Wagner.
Bateando séptimo, Hornsby empujó las 2 carreras con las que su club derrotó a los bucaneros 2-1.
Al final de la temporada en su primera zafra completa en las grandes ligas, conectó 155 imparables de los cuales 38 fueron extrabases, elevando su slugging de ,281 en 1915 a ,444 en la campaña recién concluida y dejando un promedio de ,313 la primera de sus 16 temporadas completas con un average de bateo superior a 300 unidades, ganándose la titularidad en el campo corto de los Cardenales.
En 1920 dió inicio a una racha de 6 títulos de bateo consecutivos en la liga nacional al conectar 218 inatrapables (cifra máxima en el circuito), en 589 veces al bate para dejar un promedio de ,370, el ya camarero del equipo de Saint Louis, también lideró la liga en dobletes (44), carreras empujadas (94), total de bases (329) y encabezando las estadísticas de OBP, SLG Y OPS.
Y eso sólo fue en comienzo…, en las siguientes 5 temporadas encabezó la mayoría de las estadísticas ofensivas de la liga: 5 veces campeón de bateo, líder en OBP, Slugging y OPS, 4 veces acumuló la mayor cantidad de bases, 3 temporadas encabezó la liga en hits, carreras anotadas, carreras remolcadas y dobletes, 2 veces fue el campeón en cuadrangulares y en 1921 fue el jugador con más triples conectados en la liga.
En ese sexenio, acumuló un promedio al bate de ,397, conectando 1296 hits en 3268 turnos al bate, logrando un porcentaje de embasado de ,467 y un slugging de ,666.
Conquistó 2 veces la triple corona, en 1922, cuando descargó 42 batazos de vuelta entera, trajo al home 152 carreras y fijó un promedio de bateo de ,401 y duplicó la hazaña en 1925, cuando con un promedio al bate de ,403, impulsa 143 rayitas y se va para la calle en 39 ocasiones, quedando MVP esa campaña.
Previamente en 1924, al conectar 227 imparables en 536 turnos oficiales estableció un promedio al bate de ,424 el mayor número de pelotero alguno en el siglo XX, siendo hasta el presente el ultimo jugador de la liga nacional en fijar un guarismo de ,400 o más.
A la defensiva mejoró su desempeño al coleccionar la mayor cantidad de asistencias como camarero en 1920 (luego repetiría el liderazgo en 1929), participando en la referida campaña en 76 doble matanzas mayor cifra para un intermedista (hito que repitió en 1922 y 1929).
En 1925, luego de 38 encuentros, sustituyo a Branch Rickey, como manager de los St. Louis Cardinals iniciando su carrera como entrenador en paralelo a su condición de jugador activo.
En 1926, si bien disminuyó su desempeño con el madero, (“sólo” bateó ,317), condujo a los St. Louis Cardinals a conquistar la primera serie mundial al derrotar New York Yankees en 7 encuentros, en la famosa serie en la cual el ultimo out del clásico de otoño fue Babe Ruth, en un intento de robo de la segunda base precisamente eliminado por Hornsby en la intermedia.
A pesar de este logro inédito de la franquicia, el dueño de los Cardenales Sam Breadon, quien ya había tenido múltiples desencuentros con Hornsby, quien estaba aspirando una renegociación de su contrato (exigió un contrato de 150 mil dólares por 3 años), lo transfirió a los New York Giants de John McGraw.
Hornsby calificó el intercambio como “la mayor decepción que tuve en mi vida”. Llegó menos de dos meses después de su mayor emoción en el béisbol, al ganar la Serie Mundial.
Únicamente estuvo en 1927 con el conjunto de la gran manzana, porque a pesar de batear para ,361 y ser el líder del equipo con un WAR de 10,2, por sus encontronazos con McGraw y el antesalista Freddie Lindstrom, sus críticas al propietario de los Gigantes Horace Stoneham y una demanda muy publicitada por un corredor de apuestas que afirmaba que Hornsby le debía más de $ 70,000 por apuestas no pagadas, lo que impulsaron la decisión patronal de transferirlo a los Boston Braves para la temporada de 1928.
Con los Bravos de Boston en 1928, Hornsby fue nuevamente el bateador más productivo de la liga; ganó su séptimo título de bateo con un promedio de ,387, también liderando la liga en porcentaje en base (.498), porcentaje de slugging (.632) y caminatas (107). Un mes después de iniciada la temporada, el manager Jack Slattery renunció y los Bravos contrataron a Hornsby para que fuera su reemplazo.
Sin embargo, al concluir el campeonato pasó a los Chicago Cubs dirigidos por ese entonces por Joe McCarthy, constituyéndose en el cuarto equipo de Rogers Hornsby en cuatro campañas consecutivas.
Era notablemente difícil llevarse bien con él, sus compañeros no lo querían. una razón importante por la que cambió de equipo con tanta frecuencia en la última década de su carrera.
Con los Cachorros tuvo un poco de la estabilidad perdida los últimos años permaneciendo con el club hasta inicios de la temporada de 1932, participando con los oseznos en la serie mundial de 1929 que perdieron en 5 desafíos ante los Philadelphia Athletics.
En esa temporada con los campeones de la liga nacional, logra un promedio al bate de ,380 y es galardonado con su segundo título de jugador más valioso de la liga.
A finales de la temporada de 1930, sustituye como manager del club a Joe McCarthy (quien a partir de 1931 dirigiría por 16 campañas a los New York Yankees), decisión que no alegró a los compañeros de equipo de Hornsby.
Rogers Hornsby, era un timonel de mano férrea, “Hornsby sabía más sobre béisbol y menos sobre diplomacia que cualquier jugador” escribió un periodista de la época acerca del manager-jugador.
Hornsby había tenido problemas con casi todos en el equipo, incluyendo estrellas como Gabby Hartnett, Hack Wilson, Kiki Cuyler y Billy Herman.
Era frecuente ordenar a uno de sus coachs a reclamar las decisiones arbitrales.
Tan disgustados estaban con Hornsby que cuando un petardo en las gradas se disparó durante una pausa en un juego, el SS y 3B Woody English, uno de los pocos bien relacionados con el piloto, comentaba haber pensado que alguien debía haberle disparado a Hornsby.
Fue despedido en 1932, luego de 99 encuentros a pesar de estar segundo en el standing con récord de 53-46, en esa temporada, en la que como jugador activo sólo tomó 58 turnos al bate, a la postre los Cubs bajo las ordenes de Charlie Grimm, se titularon campeones en el viejo circuito.
Los jugadores de los Cachorros patentizando su desagrado por el Rajah, votaron con no darle nada a Hornsby del dinero de la bonificación por asistir a la Serie Mundial.
Ya con 37 años Rogers Hornsby no era el mismo de antes, a pesar de ello volvió a los St. Louis Cardinals para el inicio de la campaña de 1933, aunque el retorno a su divisa inicial fue por escasos 46 encuentros, luego saltaría a la liga americana, pero permaneciendo en la misma ciudad al tomar el doble rol de manager y jugador del equipo St. Louis Browns con quienes permanecería hasta que el 20 de julio de 1937, Hornsby apareció en lo que sería su último juego y turno, en una derrota por 5-4 ante los Yankees.
Un día después, los Browns despidieron a Hornsby como gerente y lo liberaron como jugador, cuando se encontraban en el último lugar en el momento de su liberación.
A pesar sus días como jugador activo, en las mayores transitó por ligar organizada de menor categoría y hasta tuvo una breve pasantía en 1944 con el Veracruz Blues de La Liga Mexicana.
Volvió a las mayores como manager con los propios St. Louis Browns en 1952 quienes sólo después de 51 encuentros, le perdieron la paciencia despidiéndolo por el ambiente que imperaba en el clubhouse con sus jugadores.
El mordaz Hornsby tenía desprecio general por los lanzadores y continuó su práctica de muchos años de hacer cambios de lanzamiento desde el banquillo.
Según el lanzador de los carmelitas Ned Garver, él era completamente distante y no hablaría con un jugador excepto para ridiculizarlo.
Cuando el gerente general del equipo Bill Veeck Jr., despidió a Hornsby el 8 de junio, los jugadores estaban encantados y le presentaron a su dueño un trofeo de tres pies que habían inscrito, “A Bill Veeck: Por la mejor jugada desde la Proclamación de Emancipación”.
El lanzador zurdo Gene Bearden dijo: “Deberían declarar un feriado nacional en St. Louis”. Y el jardinero Bob Nieman fue citado diciendo que “la noticia fue como quitar un saco de arena de cien libras de la espalda de cada jugador”.
Por su parte, Hornsby afirmó que el trofeo era un truco publicitario diseñado por uno de los subordinados de Veeck, y que muchos de los jugadores de los Browns le habían hecho saber que no tenían nada que ver con eso.
En su autobiografía, sin embargo, Veeck afirmó que estaba completamente sorprendido por el trofeo.
A finales de esa temporada es contratado por los Cincinnati Reds a quienes dirige a un récord de 91 ganados y 106 perdidos hasta mediados de la campaña de 1953, dando fin a su carrera como dirigente en la gran carpa que se extendería por 14 campañas logrando una foja de 701 victorias, 17 empates y 812 derrotas.
Rogers Hornsby fue uno de los dioses del Olimpo del baseball, Su promedio de bateo de por vida de .358 en 23 temporadas de grandes ligas es el segundo de todos los tiempos después del ,366 de Ty Cobb y está muy por delante de grandes de todos los tiempos como Tris Speaker (.345), Ted Williams (.344), Babe Ruth (.342), Lou Gehrig (.340) y Stan Musial (.331).
No hay debate de que Hornsby es el mejor bateador diestro de todos los tiempos; él está significativamente por delante de notables como Harry Heilmann (.342) y Al Simmons (.334).
En la década de 1920 nadie en la liga nacional tuvo mejor promedio al bate (,382), mayor cantidad de cuadrangulares (250) y más carreras remolcadas (1153), que el Rajah Rogers Hornsby.
Honus Wagner en la década de 1910 y Albert Pujols en la primera década del siglo XXI han hecho lo mismo que Hornsby en el viejo circuito y Ted Williams en la década de 1940 es el único que lo ha concretado en la liga americana.
El Rajah vivía por y para el baseball, una vez dijo: “La gente me pregunta qué hago en invierno cuando no hay béisbol. Te diré lo que hago, miro por la ventana y espero la primavera”.
En su carrera 12 veces fue el líder en WAR ofensivo, 7 veces campeón de bateo, 9 veces líder en slugging y OBP, 6 campañas líder en extrabases, 4 temporadas encabezó las estadísticas de las carreras empujadas y los dobletes conectados.
Es por ello que su inclusión al salón de la fama no era un asunto de si entraba, sino cuando lo haría, evento que se concretó en la primera elección a la que fue sometido en 1942, cuando obtuvo la anuencia del 78,1% de los votantes.
Previamente fue honrado junto con los números retirados de los Cardenales de San Luis en 1937. (aunque no tiene un número específico asignado).
En el otoño de 1962, Hornsby ingresó en un hospital de Chicago para una cirugía de cataratas y sufrió un derrame cerebral. No pudo salir del hospital durante las navidades y el 5 de enero de 1963, el Rajah sufrió un infarto mortal. Tenía 66 años de edad.
Entre los números más resaltantes dentro de la brillante carrera del Rajah Rogers Hornsby se destacan: WAR 127.1 AB 8173 H 2930 HR 301 BA .358 R 1579 RBI 1584 SB 135 OBP .434 SLG .577 OPS 1.010