Llegaba la Serie al Nationals Park, estadio de los Nationals, y llegaba con empate a una victoria y tras el día de viaje/descanso. En el montículo, desde donde siempre conviene partir, por el lado de los Dodgers Hyun-jin Ryu, con una semana de descanso y bien es sabido de como mejoran sus números en proporción al descanso. Gran favorito para el Cy Young en la primera parte de la temporada, con posterioridad se cernieron dudas sobre él, dudas que debían quedar disipadas en las rondas divisionales. Durante la temporada regular, en cinco ocasiones lanzó tras derrota de los Dodgers, cinco victorias.
Al otro lado, Aníbal Sánchez, el de Maracay no tenía los mejores números en postemporada, llegando a acumular 6 HR en sus últimas 20 entradas lanzadas en playoffs (2-5 W-L, en 8 G y 43.1 IP, 3.12 ERA), además de intranquilidad que, con mayor o menor motivo, genera cualquier lanzador de los Nationals, más allá de los Scherzer, Strasburg y Corbin
Mucho se había debatido sobre si Dave Martínez seguiría exprimiendo a sus tres Aces, ante su, obligada, confianza en los mismos; dispersa en el ambiente la sensación de que ante el más mínimo problema el boricua echaría mano de alguno sus tres starters estrella. Si bien lo que realmente inquietaba a la afición capitalina era el hecho de que Howie Kendrick volvía a la primera base, posición en la que se encontró perdido en el primer partido de la serie. Otra mala noticia para los locales, la ausencia de Victor Robles en el lineup, molestias en la corva, en su lugar Michael Taylor, sustituto natural, garantía en defensa, no tanto en ataque, sin perjuicio de su velocidad corriendo por las bases, tal y como supo mostrar.
Y en tal contexto, problemas para Aníbal Sánchez en la primera entrada, en la que saldría indemne respecto al marcador, pero vería como se le llenarían las bases y se vería obligado a efectuar 27 lanzamientos. Tenían claro los Dodgers que debían aprovechar el inicio del partido, ante la sospecha de que Aníbal pudiere ser un opener de Patrick Corbin.
Mayores serían los problemas de Ryu en su estreno en postemporada, se adelantaría Washington gracias a un HR de dos carreras de Juan Soto (impulsando a un Adam Eaton, gracias a una base por bolas, inusual para Ryu frente a zurdos), y no era un lanzamiento fácil, era una recta alta. 2-0, Se convertía, el dominicano, en el sexto jugador más joven en conseguir Home Run en postemporada tras Andruw Jones, Bryce Harper, Manny Machado, Miguel Cabrera y Ronald Acuña Jr., casi nada.
Así pues, se iniciaba la 2ª entrada con 2-0, gracias a un HR de 2 carreras del 22, que impulsó al 2. Entrada que Aníbal Sánchez dominó con autoridad, 3 SO en 15 lanzamientos. SO, que se está convirtiendo en el mejor amigo de los Nationals en esta ronda, habiendo alcanzado la segunda mejor marca de la historia en los dos primeros partidos de una serie de postemporada, con 29. Seguro y dominante se mostró Sánchez en tercera y cuarta entrada, para con 82 lanzamientos, y ya con Patrick Corbin en el bullpen, conceder, con las bases vacías y dos eliminados, un Home Run, para Max Muncy, un oasis en la rácana ofensiva Dodger, 2-1.
Fueron cinco entradas completas para Aníbal Sánchez, cumplió, 87 lanzamientos, con 9 SO, 1HR y 2 BB, algo que nos parecería fantástico para cualquiera de los tres pitchers que le “preceden”. Y sería Patrick Corbin quien, en la sexta, arruinaría la ventaja que le fue entregada por el venezolano y lo haría a lo grande, de forma estrepitosa, primero anotando, el improductivo, hasta la fecha, Cody Bellinger, y David Freese, impulsados por Russell Martin (el cátcher de confianza de un Hyun-jin-Ryu, quien dejó el montículo tras la sexta), después a través de un doble de Kike Hernández, quien entró como bateador emergente, quien impulsaba a Russell Martin y Chris Taylor.
Patrick Corbin, dejaba la loma, con 5-2 sin haber completado una entrada, llevándose seis carreras en el zurrón con 35 lanzamientos, a partir de ahí el bullpen de los Nationals y con ello tres carreras más antes de finalizar la sexta, home run de Justin Turner que impulsaba a Kike Hernández y Max Muncy, 8-2,
El partido había terminado, y lo había hecho cuando aún faltaba más de un tercio, con una entrada en que los Dodgers habían anotado siete carreras frente a la infalible arma de los Nationals, sus Aces, y con ello la sensación de que la eliminatoria también había acabado, que desactivada el arma letal capitalina el camino Dodger era cuesta abajo, nada tendrían que esquivar ya los esquivadores.
A partir de la parte baja de la sexta, intrascendente duelo de bullpens que acabaría con un 10-4, lío de Joe Kelly en la parte baja de la sexta incluido.