Fundamental se presentaba el tercer partido de la Serie de Campeonato, primero en el Bronx, en el ambiente la sensación de que el vencedor ganaría muchos enteros en el camino a la Serie Mundial, en el montículo, los dos pitchers de los que en mayor medida depende la consecución del anillo en cada escuadra.
Por los Astros Gerrit Cole, Ace del equipo y gran candidato a ser el MVP de la Liga Americana, con 18-0 en sus últimas 4 salidas, con una ERA de 0.57 en postemporada. La retransmisión internacional de Fox Sports nos recordó la fotografía de un Cole de 11 años animando a los Yankees durante las Series Mundiales de 2001, en primera fila y cartel en mano. En La Ranchera 850 AM, los de los colchones ofreciendo material gratis para el supuesto de que los Astros ganen las Series Mundiales, curioso que no aprendiesen hace dos años.
Por los locales Luis Severino, quien tras perderse toda la temporada, solo apareciendo en dos ocasiones para lanzar dos entradas limpias en cada intervención, consiguió seguir sin recibir carreras en el único partido que había abierto en postemporada, el tercero y definitivo de la serie frente a los Twins. Hoy cuatro entradas sin carreras y salvando una situación muy complicada en la segunda de las entradas en la que llegó a tener las bases llenas sin outs. Sabedores de lo difícil de su cometido, el respetable neoyorquino se pasó las dos primeras entradas coreando su nombre.
Pero, esta vez, las cosas no empezaron tan bien para el dominicano, pues su tercer lanzamiento del partido fue contestado con un Home Run por parte de José Altuve, cuarto HR en postemporada, mejor marca MLB este 2019, duodécimo en su carrera en playoffs igualando el record de su equipo, anotación que encendió el banquillo de los Astros conscientes de lo difícil que resultaría a los Yankees anotar al intratable Gerrit Cole. 88 mph en el corazón de la zona de strike a José Altuve…..El starter acabó la entrada con 36 lanzamientos, resultando todo un alivio el 1-0, pues pudo ser mucho peor, el tercer out llegó con las bases llena.
En cuanto a los lineup, por los Yankees entraba Aaron Hicks al no haberse recuperado a tiempo Giancarlo Stanton, se quedó el CF pasando al LF Brett Gardner. Varios cambios también en el orden de bateo.
Para los Astros, entraba Martín Maldonado, el cátcher de confianza de de Gerrit Cole, por Robinson Chirinos, y en el outfield Josh Reddick por Jake Marisnick, zurdo por diestro, ese único “puesto libre” en la alineación texana que genera tanto debate en su hinchada con Kyle Tucker acompañando a los dos anteriores en la discusión.
Tampoco empezaron las cosas del todo bien para Gerrit Cole quien también vio las bases llenas en la primera entrada, si bien supo salvar la situación y a partir de ahí se fue asentando en la loma. Así, en la propia primera entrada se enfrentó a 6 jugadores sin SO, en la segunda a 5 con 1 SO y en la tercera a 3, con 2 SO, pero aún así, no era el habitual Gerrit Cole ponchador, efectivo y economizador, y de hecho en la cuarta volvieron los problemas concediendo dos bases por bolas con dos eliminados, cinco bases por bolas en total, jamás durante toda la temporada 2019 había concedido tantas, además, empataba el record de su carrera.
Pero, eso sí, los problemas de verdad, los que traían consecuencias caían del lado de “Sevi” quien vería como el primer jugador al que se enfrentaba en la segunda entrada, Josh Reddick conectaría un nuevo y monstruoso Home Run (400 pies y 105 mph de salida), 2-0, se le apuntaría al abridor mulo un error en la misma segunda entrada, error que muy posiblemente no lo fue.
Luis Severino dejó la loma tras 4 entradas y 1/3, y 97 lanzamientos, no estuvo cómodo en el montículo, y las dos carreras concedidas no parecían un escollo de fácil superación ante estos Astros Aunque cuando el partido quedaría decidido sería en la séptima, anotando desde tercera José Altuve tras un lanzamiento descontrolado de Zach Britton, también lograría carrera, tras el venezolano, Michael Brantley, gracias a un globo de sacrificio de Yuli Gurriel, 4-0, un resultado que ya se antojaba irremontable para unos Yankees con los bates callados que solo anotarían tras un Home Run de Gleyber Torres que dejaría el marcador en 4-1, llegaban a home los del Bronx tras catorce entradas sin hacerlo. Y es que cuando llegan los momentos importantes de postemporada, es mucho más difícil anotar y el pitcheo domina el bateo, ¿Lo del primer partido? La excepción que confirma la regla.
Gerrit Cole completaría siete entradas sin permitir carreras con 7 SO, y esas 5, excesivas, BB, quedando la única carrera de los Yankees que, en el zurrón de Joe Smith. Roberto Osuna cerraría el partido cubriendo la novena sin permitir carreras.
El cuarto partido quedará suspendido por la lluvia, previsión del 100%, tan claro resulta que hasta Aaron Boone utilizó a un Chad Green quien estaba proyectado para iniciar el partido de bullpen anunciado para el cuarto por el banquillo Yankee.
Veremos como afecta en lo positivo un día más de descanso en Nueva York y en lo negativo la eliminación del día sin partido para traslado a Houston.
De momento mandan los Astros 2-1 tras el partido 3, pero lo realmente importante es que tras un primer partido en que no lo lograron han conseguido frenar la ofensiva de los Yankees y su pitcheo no deja de ser dominante.