Vigesimoséptima y última semana de competición para la MLB, semana marcada por grandes despedidas y momentos de mucha emoción. Entre las primeras, destacan las de Terry Francona de Cleveland o las de Miguel Cabrera en Detroit o la de Adam Wainwright en Saint Louis. Sin embargo, lejos de ponernos lacrimógenos, es hora de Octubre, mes por antonomasia del béisbol y donde podemos disfrutar de la emoción que nos da el siempre espectacular béisbol de playoffs.
El resumen de los últimos 5 días se refleja en el bracket que veréis debajo, donde se vislumbran dos ganadores y, sobre todo, tres perdedores. Entre los primeros, los Astros, campeones de su división en la última jornada, fruto de la blanqueada de los Mariners, y los Marlins, clasificados a los playoffs, junto a los D’Backs, dejando fuera a los Cubs y a los Reds, éstos menos sorprendente. Entre los perdedores, destacan los ya mencionados Cubs y Mariners, fuera de unos playoffs que los tuvieron cerca, y los Rangers, que pierden el título divisional en el último rush final. Y les cambia, y de qué manera, el camino en playoffs.
Estas son mis apuestas a los premios de final de temporada:
MVP: Shohei Ohtani y Ronald Acuña, Jr.
Cy Young: Gerrit Cole y Blake Snell
Rookie del año: Gunnar Henderson y Corbin Carroll
Entrenadores del año: Brandon Hyde y Torey Lovullo
Aquí van cómo quedan los playoffs definitivamente:
Equipo de la semana
De quedarse sin jugar los playoffs a evitar la wild card al ser campeón divisional en 5 días. 4 victorias consecutivas, una ante los Mariners, y una barrida a los D’Backs, junto a un severo varapalo de los de Seattle a los Rangers, les ha llevado a los Houston Astros a evitar jugar la wild card contra los peligrosísimos Rays de Tampa y enfrentarse en las series divisionales al ganador del enfrentamiento entre Twins y Blue Jays. Un cambio de guión realmente extraordinario para los tejanos. Un cambio de calendario que realmente beneficia a los de Houston en su afán de revalidar título. Y es que, mientras en la liga nacional, 3 equipos parecen ser muy superiores a los demás (Braves, Dodgers y Phillies), la liga americana se presenta muy abierta para llegar a las World Series. Y claro, hay que contar con los Astros. Porque experiencia les sobra para jugar en postemporada, que es otro béisbol. Las rotaciones ya no tienen que ser tan largas, el bullpen adquiere aún más relevancia y las dinámicas de los bateadores adquiere mucha más importancia. Y ahí radica la clave. Para empezar, Alex Bregman parece haber recuperado un poco el mojo. O Justin Verlander, fichaje clave del verano, ha hecho dos muy buenas aperturas cuando más se necesitaba. Aunque en la última tuvo problemas de control (3 walks) y necesitó 94 lanzamientos para cubrir 5 entradas. Sin embargo, nadie en su sano juicio puede quitar al equipo más odiado del béisbol como favorito. Porque empieza la parte del año donde se mueven como pez en el agua.
El equipo más decepcionante
Como la lucha por la wild card de la liga americana se presentaba bastante igualada y con rivales bastante consistentes, me quiero quedar con la liga nacional, donde la competencia era bastante más pobre. Y es que con el récord que han obtenido D’Backs y Marlins, se habrían quedado a 5 partidos de los Blue Jays, equipo que cierra los playoffs en la liga americana. Por eso se entiende menos que los Chicago Cubs se hayan quedado fuera en el último tramo. Es lo que tiene cuando te tienes que jugar todo contra Braves y Brewers, equipos que, por otro lado, han estado a medio gas, al estar ambos clasificados, circunstancia que no han aprovechado los de Chicago. Un pequeño varapalo para un equipo que se movió bien en la offseason y que ha tenido muy buen rendimiento de piezas como Cody Bellinger, agente libre desde ya, o Justin Steele, aspirante sorpresa a Cy Young. El error de Seiya Suzuki, uno de sus mejores bateadores en el último tramo de temporada, les ha salido caro. Un error en la octava entrada del partido ante los Braves que supuso una daga en el corazón de los Cubs. Una barrida ante los Braves y una derrota por 1-2 ante los Brewers acaba la temporada de unos Cubs que están a varias piezas de poder competir en una división bastante pobre.
El bateador de la semana
Otro jugador que ha pasado muy por debajo del radar este año es Francisco Lindor. Penalizado, al igual que hablábamos de Juan Soto hace un par de semanas, por el tremendo fracaso de su equipo, Francisco Lindor sigue poniendo números élite en la liga. Este año ha acabado con .255/.366/.472, dando 31 HRs (vigesimosegundo de la MLB) y robando el mismo número de bases, 31 (decimotercero). 98 carreras impulsadas (decimonoveno), con 108 carreras anotadas (octavo en la liga). En cuanto a la defensa, Lindor ha estado más errático en cuanto a fildeo, con un récord personal negativo de 10 errores de fildeo, reduciendo a uno el número de errores en lanzamientos. Esta semana se ha visto beneficiado de dos doubleheader para conseguir 4 HRs (récord de los últimos días), con 8 RBIs. Según Fangraphs, un WAR de 5,9, que le coloca como el décimo más alto de la MLB, igualado con Corbin Carroll. Es el decimosexto en WAR de los jugadores en activo, siendo entre ellos el más joven, según Baseball Reference. La definición de un jugador de 5 herramientas. Lejos quedan los abucheos en el City Field por el asunto con Javy Baez. Si los Mets quieren ser contendientes, Paquito debe estar en el campo día sí y día también.
El lanzador de la semana
Por si había alguna duda, que casi ya no la había, Gerrit Cole conseguía el pasado Miércoles acabar con el poco debate existente y finiquitar uno de los premios que estaba en entredicho. Con una obra maestra, Cole lanzaba un partido completo, logrando encajar sólo 2 hits, ambos de Brandon Belt, ante los Blue Jays para afianzar su primer Cy Young, premio que quizá se mereció ya en 2019 y volvió a rozar en 2021 en segundo año como pinstripe. En 2023 es segundo en ERA de la liga (primero en la americana), con 2.25, segundo en entradas lanzadas (sexto año que llega a los 200 innings, lo que habla de su durabilidad), tras Logan Webb, quinto en SO, tercero en promedio encajado (.206, tras Snell y Burnes) y primero en WHIP (0.98, único pitcher en calificar en bajar de 1.00). Y como veis, todos sus rivales lanzan en la liga nacional. Salvo Pablo Lopez y Kevin Gausman, que le aventajan en SO. Pocas cosas a objetar al año de Cole. Desde 2001, cuando Roger Clemens conseguía el premio, nadie de los Yankees lo había conseguido. Premio muy merecido para un pitcher que, inexplicablemente, ha recibido, en ocasiones, el sonido del viento de la fanaticada Yankee. Desde el All Star, Cole ha tenido 5 aperturas de mínimo 7 entradas donde ha encajado menos de 4 hits y no ha concedido ningún walk. Nadie lo había conseguido en una temporada completa. Además, es el único pitcher de la era moderna en lanzar sus dos últimas aperturas de la temporada de mínimo 8 entradas sin pasar de 3 corredores en base en cada una de ellas. Poco debate.
La sorpresa
Y esta vez, muy negativa. La semana pasada, Curt Schilling revelaba en un podcast que el lanzador Tim Wakefield estaba enfermo de un cáncer en la cabeza. Poca más información trascendió, lo que hacía que pocos esperábamos el fatal desenlace, y tan rápido. Y es que ayer se supo que Wakefield fallecía a los 57 años de forma repentina. Una noticia devastadora para, sobre todo, la franquicia de los Red Sox, equipo para el que lanzó 17 años. Wakefield, lejos de registros sobrenaturales, pasará a la historia como uno de los maestros del lanzamiento más lento que se da en nuestro deporte, el knuckeball. Un lanzamiento realmente en desuso pero del que Wakefield fue uno de los precursores. Wakefield comenzó su carrera en Pittsburgh de forma prometedora, logrando quedar tercero en la votación al novato del año, sólo superado por Eric Karros y Moises Alou, en 1992. Sin embargo, su año 1993 sufría el mítico slump del sophomore, pasando su ERA de 2.15 a 5.62, dejándole fuera en 1994. Los Red Sox le rescataban en 1995 siendo tercero en la votación al Cy Young de su primer año en Massachussets, siendo superado por Randy “The big unit” Johnson y Jose Mesa, compañía nada desdeñable. Sin embargo, su larga trayectoria estuvo con bastantes subidas y bajadas, pasando por diversos papeles en la rotación de los Red Sox. Desde conseguir 15 saves en 1999 hasta ERAs pasando de 5.00. Wakefield se retiraba en 2011 tras conseguir su victoria 200, cifra que tanto ha tardado en conseguir, por ejemplo, Wainwright este año. Que descanse en paz, Tim Wakefield. Aquí va un pequeño homenaje.
El subidón
Jueves noche. Los Rangers, en un cerrado partido, iban 2-1 en la novena entrada. Con una victoria, eliminaban a Mariners de la ecuación para ganar la división. Entraba a cerrar Aroldis Chapman y, de nuevo, el cerrador cubano mostraba sus carencias, permitiendo sendos hits a Cal Raleigh y Dylan Moore. 4 lanzamientos más le servirían a los Mariners para llenar las bases. Y es que el bullpen de los Rangers, a día de hoy, es un poema mal escrito. Mike Ford y Josh Rojas, ya enfrentándose a Jonathan Hernandez, sustituto de Chapman, no lo aprovechaban y caían eliminados. Sin embargo, el héroe de siempre en la ciudad esmeralda, don J.P. Crawford lograba lo que sus compañeros no podían y, con un doble, daba la victoria a los Mariners que les mantiene en la pelea. Crawford es uno de los jugadores más queridos en la fanaticada Mariner y sus momentos clutch ayudan a serlo. Crawford en 2023 está logrando sus mejores datos en cuanto a poder (19 HRs) sin perder disciplina en el plato, cosa que no es nada fácil de conseguir. Su OPS de .818 es su mejor marca profesional de largo. De hecho, con 94 walks, ha liderado la liga americana tras los extraterrestres de la nacional, encabezados por Juan Soto. Si los Mariners estuvieron vivos, mucha culpa la tuvo Crawford. No valió de nada al final, pero ahí está ese momentazo.
El bajonazo
Siempre es duro ver marchar a gente icónica de nuestro deporte. Aunque duela más despedirse de los Wainwright o Votto de turno, aunque la marcha del segundo no está, ni mucho menos confirmada, esta semana hemos asistido a la despedida de uno de los managers más carismáticos y que más ha sacado con menos de la liga los últimos años. Y es que la labor de Terry Francona quedará en la retina de todos los fanáticos de los Guardians / Indians. Con un estilo donde predomina la defensa y el pitcheo sobre el ataque, Tito siempre ha conseguido estar luchando con su equipo para meterse en playoffs, a pesar de que la gerencia no ha querido gastar lo que hubiera querido, seguro, el bueno de Francona. A pesar de no haber conseguido poner rúbrica a sus largos 11 años en Cleveland con un título, estuvo muy cerca de conseguirlo en las míticas World Series de 2016 donde se quedaron a la orilla, ganando los Cubs en 7 partidos en una cerrada eliminatoria, y rompiendo su sequía de más de 100 años. En sus 11 años, sólo en 2021 y 2023 ha acabado por debajo del 50% de victorias y es el manager que más victorias ha conseguido en la historia de la franquicia. Su legado perdurará y se lleva el respeto de toda la gente del béisbol. Se te echará de menos, Tito.
La frase de la semana
“Es parte del juego y de las emociones. Esta situación de hoy no es nada personal. Sólo intenté que mi equipo jugara duro. Yo creo que él me vio y se sorprendió. No es nada personal”. Era un partido importante. A cara de perro. Se jugaban gran parte de entrar en playoffs. Y la tensión se mascaba en el ambiente. Pero lo que hizo Hector Neris me parece deshonesto, exagerado y fuera de lugar. Era la parte baja de la sexta entrada. Quedaba un tercio de partido por disputar y, a pesar de ser un SO importante que acababa con la entrada, la celebración del relevista de los Astros fue desproporcionada. Mirada retadora y con palabras malsonantes, según los compañeros de J-Rod, hacia el dominicano hacían que los banquillos se vaciaran, aunque todo quedó en eso. Jose Abreu evitó que la cosa fuera a mayores, llevándose al pitcher a su dugout. Parece que los 2 jugadores, provenientes ambos de República Dominicana, e integrantes de su selección en el World Baseball Classic, tienen buena relación, por lo que aún se entiende menos semejante celebración de Neris, por muy relevante que fuera el partido.
La estadística de la semana (o estadísticas)
Bueno, Ronald Acuña, Jr. no ha llegado a lo que se pensó en mitad de temporada. Y es que llegar a 40 HRs y 80 bases robadas parecía un chiste antes de empezarla. Sin embargo, la temporada de Acuña pasará a los anales de la historia con unos números difíciles de repetir. El pasado miércoles, Acuña robaba (y no sólo en sentido metafórico, sino que se la llevaba a casa) su base número 70, siendo el primer jugador en alcanzar un 40/70 histórico, algo nunca soñado. Si la estadística de 40/40 ya parecía algo irreal y que sólo 4 jugadores lo habían conseguido, Acuña lo ha llevado a otra dimensión. Al final de campaña, Acuña ha derrotado a Mookie Betts en WAR según Fangraphs, por 8,3 frente a los 8,2, por lo que debería llevarle a ser el MVP de la liga nacional. Aunque se promete una votación bastante cerrada, con, aparte del mencionado Betts, la gran temporada de Freddie Freeman y, algo menos, la de Matt Olson. El venezolano ha acabado 2023 con 41 HRs y 73 robos.
La jugada de la semana
Desde aquí, y visto que no he podido encajar ninguno de estos momentos en ningún apartado, rindo mi pequeño homenaje a dos de los jugadores que se retiran y a los que les echaremos de menos.
La última jugada defensiva de Miguel Cabrera, disponible en el minuto 1:30:
Y por último, Adam Wainwright, al que hemos visto este año cantando el himno, bateando en su última semana como profesional.
Dos leyendas de este deporte. We will miss you, Miggy and Waino!!!!