La pasada semana los Mets eran, de nuevo, noticia por sucesos un tanto rocambolescos. Primero, Francisco Lindor, o mejor dicho, su mano, se quedaba atrapada con la puerta del hotel y le ocasionaba una pequeña fractura que, sólo, le ha hecho perderse un partido. Un día más tarde, Max Scherzer, convaleciente de una lesión, era mordido por su perra Rafi cuando le consolaba por un accidente doméstico donde se lastimaba su perra la pierna . Scherzer tuvo que salir al paso y aclarar que no supone ningún retroceso en su recuperación. Por eso, se me ha ocurrido hacer un top 10 de lesiones frikis, de acontecimientos dantescos que rodean a jugadores de la MLB. Nada comparable al suceso de Cañizares con la colonia que le hizo perderse un Mundial pero lesiones realmente extrañas.
Aquí está mi Top10:
¿Qué hay más placentero y relajante que un masaje en la espalda? Eso es lo que debió pensar el puertorriqueño cuando su novia le estaba haciendo un masaje en casa. Sin embargo, el final no fue lo feliz que Correa pensó, ya que, no sabemos qué tipo de masaje le dio, si la novia estaba celosa por algo o quería pasarle factura por algo, pero el masaje acabó con una costilla rota en la espalda de Correa que le hizo perderse más de un mes. Imagínense los ríos de tinta que se escribieron a raíz de este incidente.
Es una auténtica lástima que este incidente sea la sentencia de final de carrera del slugger cubano. Con un mastodóntico contrato firmado por los Mets, este poderoso jugador, convaleciente de lesiones en ambas caderas y con su reaparición cercana, tenía un accidente con un jabalí en un rancho, donde, tras pisar un hoyo, se fracturaba un tobillo y, a pesar de intentarlo en 2020, su carrera en MLB llegaba a su fin. Si queréis vibrar con este jugador, os recomiendo que veáis en Youtube memorables lanzamientos a home para eliminar a corredores. Ese brazo ha sido, desgraciadamente, muy poco útil para las prestaciones de las que dispone. Un diamante en bruto que se quedó en nada debido a la mala cabeza. Una auténtica pena.
Muchas veces te dicen que hay que saber perder, pero a veces se nos olvida lo importante que es saber ganar. Este relevista estrella de los Milwaukee Brewers golpeaba una pared para celebrar que su equipo ganaba la división central de la liga nacional en 2021. Las consecuencias fueron nefastas para los Brewers, que perdían a su jugador estrella del bullpen, junto a Josh Hader, para los playoffs por una fractura en la mano. Y vaya si le echaron de menos. Una estupidez ¿fruto del alcohol?. Nunca lo sabremos.
Cocinar siempre es un deporte de riesgo, y más si hay cuchillos de por medio. Que se lo pregunten a Matt Cain, por poner un ejemplo, que haciéndose un sándwich se cortó una mano. O cómo Kevin Mitchell tuvo problemas dentales comiendo un donut. Pero lo más triste es llevarse el final del dedo que libera la bola al lanzarla al cortarse con un cuchillo mientras friega platos. Cuidado con lo que coméis y cuidado con los cuchillos excesivamente afilados.
El ahora relevista de los Atlanta Braves tuvo otro episodio realmente lamentable cuando, preparándose para duchar, se estaba intentando quitar las zapatillas estando de pie y se rompió el ligamento lateral al tirar fuerte del pie para quitarse la zapatilla. Una cosa que hacemos varias veces a lo largo del día se puede convertir en el mayor enemigo. A Brandon Morrow le pasó algo parecido, pero quitándose los pantalones. Hay que tener cuidado desvistiéndose. El último episodio fue el de Zach Plesac que, tras una mala apertura, se quitó la camiseta de forma tan violenta que se fracturó el dedo pulgar. Plesac pasó de querer ser Hulk a meterse bajo tierra.
Dos de los brazos principales en aquel mítico cuerpo de lanzadores de los Braves en los 90, junto a Maddux y Avery entre otros, son protagonistas por dos episodios lamentables. El primero, después de comer la siempre cuestionable comida del avión, vomitaba de forma tan violenta que se fracturaba una costilla. Y qué decir de Smoltz que tuvo la gran ocurrencia de plancharse una camisa mientras la llevaba puesta. No sé si se puede tener una idea más estúpida.
La espalda vuelve a ser protagonista y lo hace de la forma más natural. Yo, que sufro de problemas dorsales, temo cada vez que noto ese cosquilleo en la nariz previo a un estornudo. Porque ese fenómeno implica un movimiento bastante violento de la espalda. Pues bien, un estornudo que derivó en problemas en la espalda es lo que le ha costado aparecer en la lista de lesionados a jugadores como Sammy Sosa, quizá el jugador más famoso en sufrir este episodio.
Llega el verano donde todo el mundo quiere lucir bronceado antes, durante y después del estío. Eso es lo que pensó en 2002 Marty Cordova, que decidió hacerse una sesión de solárium con tan mala pata que se quedó plácidamente dormido y se produjo quemaduras en la cara. Los médicos le prohibieron que le diera el sol durante algún día y, claro, al ser el béisbol un deporte exterior, le ocasionó aparecer en la lista de lesionados por semejante sonrojante causa. Justo lo contrario le pasó al mítico Rickey Henderson que se quedó dormido con hielo en el pie provocándole una pequeña congelación , lo que le hizo perderse 3 juegos.
Como decía el maestro Calderón de la Barca “La vida es sueño y los sueños sueños son”. Pues uno de los accidentes más bizarros de la historia de la liga es cuando el slugger Glenallen Hill se caía en una mesa de cristal, lastimándose brazos, piernas y pies. Pero lo más raro no es eso, sino cómo lo hizo. Hill, con auténtico terror a los arácnidos, sufría un sueño donde era perseguido por arañas y, al levantarse de la cama y salir de ella corriendo, caía sobre la mesa ocasionándose las heridas que le llevarían a la lista de lesionados. Un suceso de lo más estúpido que podamos escuchar. Otra lesión extraña sucedida en la cama es la que tuvo Terry Mulholland en el ojo mientras dormía cuando una porción de la almohada le lesionaba el ojo. No sabemos si estaba en una pelea de almohadas pero le costó caro.
Si hay un jugador que se puede equiparar a un Pepe Gafez nacional, ése es Jeremy Affeldt. Y es que al relevista exGiant le ha pasado de todo. Primero, intentando separar unas hamburguesas que estaban congeladas, se cortó la mano, llevándole al quirófano a reparar su nervio dañado. Eso fue en 2011. Un año más tarde, Affeldt llegaba a casa y era recibido por su hijo con tan mala pata, nunca mejor dicho, que se lesionaba la pierna al abrazarle. Pero eso no es todo, ya que, en 2015, mientras jugaba en un lago con sus hijos, se caía de una plataforma hinchable y se luxaba su rodilla izquierda. La lotería no le tocará, pero, por lo menos, se lleva nuestro top 1 al jugador más gafe de la liga. Cuando tuvo la tercera, él mismo declaró que era una lesión típica suya. Por lo menos, humor no le faltó.
Seguro que me dejo alguna en el tintero como aquella de Trevor Bauer arreglando su dron o la de Joel Zumaya o David Price que tuvieron pequeñas lesiones por jugar a videojuegos, el primero jugando al Guitar Hero y el segundo al Fortnite.
¿Os acordáis de alguna más?