1. Jose Abreu
La postemporada de los Houston Astros, aparte de suplir la baja de Verlander con su amplitud de brazos, tenía el evidente hueco en primera base que dejaba Yuli Gurriel tras ver bajar alarmantemente sus promedios de bateo. Con la marcha de Gurriel, ganador del promedio de bateo de 2021 en la liga americana, la apuesta, en invierno, parecía segura. Llegaba desde los White Sox uno de los mejores primeras bases de la liga, el cubano Jose Abreu, tras ganar, por ejemplo, el MVP en 2020, año de la pandemia y año muy resumido. Sin embargo, el cubano no ha podido empezar peor su andadura en Houston. Parece que el cambio de aires (nunca mejor dicho) de Chicago al estado tejano no le ha sentado precisamente bien. De hecho, no es muy normal que un jugador que siempre ha rondado los 30 HRs por temporada y promedios de bateo rondando el .300 esté, a día de hoy, con ningún HR y unos promedios pírricos de .218/.265/.261 y un WAR de fangraphs de -0.9. Con un WOBA de .236 es el segundo peor de toda la MLB. Llama la atención, aunque el % de lanzamientos recibidos de este tipo sea pequeño, la bajada de rendimiento en lanzamientos offspeed (splitter, cambio, forkball y screwball), donde ha pasado de un promedio de .385 en 2022 a un .143 en 2023. Si los Houston aspiran a repetir título, necesitan la mejor versión de Abreu para conseguirlo.
2. Jean Segura
Mientras los Marlins siguen siendo uno de los referentes en la liga en el desarrollo de pitchers, todas las postemporadas el equipo de Kim Ng se centra en mejorar el aspecto ofensivo. Así, en años anterior, el equipo se basaba en conseguir bates de poder, dejando en muchas ocasiones las bases vacías, por lo que los HRs eran menos valiosos. Este mercado invernal se centró precisamente en esto, en conseguir bates de contacto. Y lo hizo con dos de los mejores en ello los últimos años. Pero mientras Luis Arraez está demostrando que todo lo que hacía en Minny es real, el naufragio del segundo, Jean Segura, es total. No sé si el cambio de posición le ha podido marcar, ya que ahora mismo patrulla la tercera base, cuando en Philadelphia lo hacía de segunda, ha podido influir en ello. Pero lo que está claro es que el rendimiento es nefasto. Sus promedios son avergonzantes. .1.86/.233/.212 y, al igual que el primero, sin sacarla ni una vez del campo. Su WAR de Fangraphs es el peor de la liga, -1.0. Ha pasado, con su cambio físico ganando volumen (alguno hablará de exceso de peso) de ser una amenaza en las bases (mitad de la anterior década rondaba las 30 bases robadas) a casi no robar, sin ganar poder. Su WOBA de .202 es el peor de la liga y, ahora mismo, no batea ni bolas rápidas ni bolas rompientes. Una rémora en el ya de por sí escaso de talento lineup Marlin.
Si alguien refleja el mal momento ofensivo de los Mets, éste es un Starling Marte que, antaño, era uno de los mejores y más fiables bates de la competición. Marte siempre ha rondado los promedios de .300 en casi todas las temporadas. Era un bate de contacto, con cierto poder, y que hacía mucho daño una vez se embasaba, que era a menudo. Sin embargo, este año apenas toca base, por lo que todas sus métricas han bajado alarmantemente. Aún y todo, la rapidez la mantiene, habiendo robado ya 9 bases. En 2023 es el año donde, por ahora, promedia menos barrels (5,2%) y la cantidad de Flyballs ha subido a un 27,8%, récord de largo de su carrera. Y es que, tanto su ángulo de salida como su velocidad de salida han vuelto a sus años donde comenzó su carrera en 2016 y 2017. No es el único que está también bastante frío en el cajón, destacando Francisco Lindor, que ha regresado a su año de debut, dejando 2022 como un espejismo.
No nos olvidemos que hace un par de meses era el agente libre más cortejado de la MLB, con 3 precontratos firmados con Giants, Mets y, finalmente, Twins. Pero como él mismo dice, si yo fuera fan de los Twins, también me abuchearía. Y es que el boricua ha escuchado, por primera vez, en Minnesota, los ruidos del viento. Y eso que su mala labor en ataque siempre la suple, no como el resto de los nombrados, con una defensa élite en el SS. Pero no es admisible que Correa tenga unos promedios de .191/.272/.374. Pero con los 32 millones que cobra Correa, la gente espera un poco más que salvar carreras a la defensiva. Su wRC+ está ahora mismo en 78 cuando el promedio de la liga es 100. Los Twins sacan 3 partidos a los segundos como líderes de la división, lo que hace que el rendimiento al bate de Correa sea, por ahora, menos lesivo.
Como ya hemos citado a dos jugadores de los equipos más decepcionantes de la liga (Astros y Mets), llega el momento de nombrar a otra de las estrellas de uno de los equipos que peor lo está haciendo de la MLB, los Saint Louis Cardinals. Y es que uno de los mejores terceras bases de la historia está teniendo su peor campaña como profesional. Todos los datos al bate son los peores de su carrera. Los Barrels (3,5%), la velocidad de salida, el slugging esperado, el WOBA, % de hard hits, el porcentaje de SO o el porcentaje de walks están a los niveles más bajos de su excelsa carrera. En bolas rápidas ha pasado de un promedio en 2022 de .335 y un slugging de .608 a promedios bajísimos de .185 y 338. Tiene problemas para levantar las sinkers que le mandan. Su porcentaje de groundballs ha subido al 43% cuando en 2021 y 2022 rondaban el 30%. El porcentaje de barrels es apenas un 3,5% cuando casi siempre superaba el 7%. Los Cardinals necesitan un despertar de Arenado rápidamente.
Menciones especiales: Josh Naylor, Ryan McMahon, Jose Miranda o Tony Kemp
Jugadores que no están cumpliendo expectativas: Teoscar Hernandez (líder en strikeouts con un 35,1%), Juan Soto, Brandon Lowe (a pesar de su muy buen comienzo de temporada), Anthony Rendon (apenas 1 HR en 122 apariciones al plato) o George Springer.