Para los aficionados de los Cleveland Indians hay momentos que no pueden borrar de su memoria.
16 de abril de 1940, Bob Feller lanzó su primer No Hitter en Comiskey Park -consiguió hasta 3, sólo dos jugadores tienen más que él, Nolan Ryan con 7 y Sandy Koufax con 4-, es el único que ha lanzado un No Hitter el Opening Day.
Tampoco olvidan el 26 de octubre del 1997, Series Mundiales, Séptimo partido ante los Florida Marlins, ganando 2 a 1, parte baja de la novena entrada, 84% de probabilidades de llevarse las World Series, pitcheando Jose Mesa, concede un sencillo a Moises Alou, elimina a Bobby Bonilla, otro sencillo para Charles Johnson, Craig Counsell batea un sacrifice fly, empate a 2. Los Indians perdieron las Series Mundiales en la onceava entrada, por un sencillo de Edgar Renteria ante Charles Nagy, que sirvió para que Craig Counsell anotara la carrera de la victoria.
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Y los fans de los Cleveland Indians tendrán otro número a recordar, el 22, las veintidós victorias consecutivas que lograron la temporada 2017. Un récord únicamente superado por los New York Giants de 1916, con 26 victorias. Hace 101 años. En esos días oscuros los jóvenes soldados morían en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Y los Giants no ganaron todos los partidos, empataron uno, pero en esa época se empataba, y esta es una racha de victorias y de no derrotas. Superaron el récord de los Cubs de 1935 con 21 victorias, en ese año mandaban los Nazis en Alemania, se estrenó Ana Karenina y una noche en la Ópera, se disputó la primera vuelta a España, ya ha llovido desde esos días.
Y ahora escuchamos que lo importante es llevarse el anillo, que el resto de historias no sirven para nada, son estadísticas, no son campeonatos. Pero si el récord pervive, cada día que pase será más recordado, y la gente hablará de los Cleveland Indians de las 22 victorias, y sólo algunos recordarán quien se proclamó campeón ese año. ¿Prefieres un anillo o tener un récord eterno? Hoy el anillo, dentro de 20 años el récord.
Y en esos 22 partidos de los Cleveland Indians dieron para mucho.
Durante esos 22 partidos los Indians consiguieron 142 carreras y únicamente concedieron 37. Si aplicamos estos números al Teorema de Pitágoras del béisbol -el cuadrado de las carreras conseguidas, dividido entre el cuadrado de las conseguidas más el cuadrado de las recibidas-, nos daría un 93,6% de victorias en esta racha de partidos, lo que serían 20,6 partidos, los Cleveland Indians tuvieron muy poca «suerte» en llevarse los 22 partidos, 1,4 partidos.
142 carreras, 6,45 por partido (la media de la Liga es 4,65): 1,8 carreras sobre la media.
37 carreras, 1,68 por partido (la media de la Liga es 4,65): 2,97 carreras menos que la media.
El pitcheo y la defensa se llevaron la mayor efectividad, casi tres carreras menos que la media recibieron en estos 22 partidos. La ofensiva no estuvo mal, 1,8 superior a la media. Si el equipo hubiera recibido la media de carreras de la Liga, 4,65, consiguiendo las mismas, 6,45 por partido hubiera ganado el 66% de los partidos según el Teorema de Pitágoras del Béisbol, mientras qué si hubiera sido al revés, haber encajado una media de 1,68 carreras y haber conseguido la media de carreras, 4,65 por partido sus victorias hubieran sido en teoría del 88%. Una racha de 22 partidos apoyada en un pitcheo/defensa brutal.
Iniciaron su leyenda venciendo a los Boston Red Sox, lanzando Chris Sale, después llegaron las barridas a Royals, Yankees, Tigers, White Sox, Orioles, de nuevo Tigers y una victoria frente a los Royals.
Trevor Bauer se llevó 4 victorias, las misma que Clevinger y Kluber, 3 fueron para Carrasco. Allen consiguió 6 saves.
4 partidos se ganaron por una carrera, 4 por dos carreras, 1 por tres carreras y 13 por 4 o más carreras.
Sólo una victoria se consiguió por Walk-off Win.
De los 198 innings que se disputaron durante estos 22 partidos únicamente en 8 fueron por debajo en el marcador.
Ganaron 15 partidos en 14 días, y jugaron dos jornadas dobles, ante Yankees y Tigers.
Otro ejemplo de Regresión a la Media, José Ramírez, antes de la racha bateó 1 de 24, durante la racha bateó .423/.462/.944, con 11 dobles, 8 Home Runs, 5 Walks y sólo 3 Strikeouts en 78 apariciones en el plato. Después de la racha fue volviendo a sus números habituales, ni antes era tan malo ni se convirtió en una súper estrella.
Los abridores de los Indians tuvieron un ERA de 1.77.
Se usaron 36 jugadores diferentes durante la racha, pero ninguno jugó los 22 partidos. En el béisbol actual va a ser imposible superar los 2632 partidos consecutivos que jugó Cal Ripken Jr.
Dos de los mejores jugadores de los Cleveland Indians no estuvieron presentes, Jason Kipnis se perdió todos los partidos y Andrew Miller sólo jugó en uno.
Al inicio de la racha estaban a 7,5 partidos de los Astros y a 3,5 de los Red Sox, al finalizar los 22 partidos eran el equipo con mejor récord de la Liga Nacional. En su división aventajaban en 4,5 partidos a los Twins, al terminarla su ventaja era de 13,5 partidos.
Y tras todo esto, veo muy difícil que se supere o iguale una racha como esta en los próximos años. Fueron tantos factores, tantas casualidades, un gran juego de todo un equipo, con unos pitchers abridores que no fallaron ningún día, un ERA de 1,77, unos relevistas que mantuvieron las ventajas, únicamente en 8 innings fueron por detrás, y una línea de bateo que consiguió 6,45 carreras por partido.
En 2017 hemos vivido Historia, con mayúsculas, del béisbol.