Una situación compleja en el negocio de los cromos de béisbol.
A comienzos del siglo XX la situación del hobby era complicada. Las estanterías se encontraban repletas de colecciones de los cuatro productores mayoritarios, pero los cromos de béisbol, estaban perdiendo su popularidad. La competencia motivó que los fabricantes crearan cada vez más colecciones, buscando un producto superior a los demás. Pero lejos de satisfacer al consumidor por la accesibilidad a cromos de béisbol con mejor calidad, esto solo contribuyó a aumentar la confusión, pues a menudo era complicado decidir qué colección adquirir.
En el año 2000 las colecciones de Donruss, Fleer, Topps y Upper Deck sumaban un total de 59; añadiéndole las del resto de productores minoritarios el número ascendía a 72. Este nivel de producción se mantuvo constante hasta que la MLBPA decidió en 2005 limitar las licencias. De este modo llegó a un acuerdo con Topps y Upper Deck, por el cual desde enero de 2006 estas dos compañías serían las únicas con autorización para distribuir cartas de béisbol. El año siguiente el número de colecciones fue solo de 32, y, según el contrato, los cromos de béisbol debían ser diseñados y promocionados con el fin de «atraer a niños y nuevos consumidores mientras se siguen ofreciendo productos valiosos para los coleccionistas actuales». Por este motivo Donruss tuvo que buscar otras alternativas y, de 2007 a 2011, produjo la colección Elite Extra Edition, en la que no se incluye ningún jugador de la MLB, solo jóvenes promesas (la mayoría elecciones de draft) con sus uniformes universitarios. Solo en 2008 lanzó también Donruss Threads, con fotos de jugadores retirados cuyos uniformes tenían los logotipos estratégicamente cubiertos.
Anteriormente las compañías luchaban por ser la primera en editar cromos de promesas, incluso años antes de su debut, por lo que el acuerdo de la MLBPA con Topps y Upper Deck incluía una nueva característica: los cromos de los jugadores no se considerarían rookie cards hasta que dicho jugador hiciera su debut en la MLB. Para ello se introdujo el logotipo RC.
Coincidiendo con el inicio del nuevo contrato, Topps lanzó en 2006 su nueva colección Topps Allen & Ginter, inspirada en la antigua colección de los cigarrillos Allen & Ginter. Este set ganó el premio Beckett Baseball’s al mejor producto del año 2006. Sus ventas fueron magníficas y sus precios se elevaron rápidamente por encima del precio recomendado, puesto que los hits (cartas especiales, como autógrafos o memorabilia) eran muy abundantes. Otra de las características que hizo a Allen & Ginter un producto tan deseado fue la adición de cromos de otros deportistas y personajes notables. En los años siguientes también han añadido imágenes de escenas tradicionales, monumentos, animales, pasatiempos o eventos históricos. Todo esto, sumado a la calidad del diseño y del material, ha hecho de Allen & Ginter una de las colecciones más esperadas cada año.
Más enfrentamientos legales.
En 2009 Topps obtuvo la licencia exclusiva de MLB Properties (MLBP) para editar cartas a partir de 2010. Upper Deck, que había renovado su licencia con la MLBPA y se había encontrado de la noche a la mañana con que no podría producir cromos de béisbol que utilizaran el nombre o el logotipo de las franquicias, anunció que no tenía intención de salir del mercado a pesar de no tener licencia de MLBP. Así, en enero de 2010, Upper Deck lanzó sus colecciones con licencia parcial 2009 Ultimate Collection y 2009 UD Signature Stars. A estas dos colecciones se unió un mes después 2010 Upper Deck Baseball Series One, con 600 tarjetas, y las tres siguieron mostrando jugadores con sus uniformes, pero con los logotipos ocultos.
El uso de los uniformes en las cartas motivó una demanda presentada por MLBP y Topps. Ambas partes llegaron en marzo del mismo año a un acuerdo por el cual Upper Deck pagaría a MLBP cerca de 2,4 millones de dólares para la compensación de deudas, además de una cantidad de dinero confidencial en concepto de penalización por la comercialización de cartas sin licencia. Además, por el mismo acuerdo, Upper Deck, se comprometía a no distribuir nuevas colecciones con infracciones (que incluían logos de la MLB, uniformes e incluso combinaciones de colores características de las franquicias), y a no alterar, cubrir u ocultar emblemas o logotipos de la MLB. La colección 2010 Upper Deck Baseball Wave 2, programada para su lanzamiento el 4 de mayo de 2010, así como otras en desarrollo (2010 SP Authentic, 2010 SPx y 2010 Upper Deck Goudey) nunca vieron la luz; sin embargo, Upper Deck obtuvo una autorización para vender el resto de cromos de béisbol de 2010 ya producidos, por lo que las tres colecciones lanzadas a principios de ese año se consideran aprobadas por MLBP y MLBPA.
Nuevas colecciones.
En septiembre de 2011 Panini America, que había adquirido Donruss en 2009, firmó un acuerdo con la MLBPA, pudiendo fabricar cromos de béisbol con las imágenes de jugadores. Ese mismo año Panini lanzó su colección Donruss Elite Extra Edition, la primera de esta compañía que incluye jugadores de las Mayores. No obstante, Panini no cuenta con licencia MLBP, por lo que no puede utilizar el nombre ni la imagen de las franquicias. Por esta razón, a pesar de la gran calidad en diseño y material de sus tarjetas, la mayoría de los coleccionistas sigue teniendo a Topps como marca de referencia.
También en 2011, y siguiendo la línea que se había abierto con Allen & Ginter, Topps lanzó su colección Gypsy Queen, inspirada en los cromos distribuidos en 1887 por Goodwin & Co. El temor a que el público lo considerara solo una copia de Allen & Ginter provocó que Topps imprimiera una tirada muy limitada, haciendo de 2011 Topps Gypsy Queen uno de los productos más importantes en el mercado secundario aquel año.
En 2012 Topps fue un paso más allá y creó Topps Bunt, una aplicación para dispositivos móviles que permite administrar una colección virtual, abrir paquetes e intercambiar cromos de béisbol con otros usuarios. En 2015 ya tenía más de 2 millones de usuarios registrados, cifra que sigue en aumento cada temporada.
Situación actual.
Desde entonces, el negocio se ha mantenido estable y el valor de los cromos de béisbol se ha visto incrementado debido a la exclusividad de las licencias de MLBPA y MLBP. Actualmente están disponibles cada año diferentes colecciones que se ajustan a las necesidades de los distintos tipos de coleccionistas. Los niños pueden coleccionar sets más asequibles, como el buque insignia Topps Baseball Series 1, 2 y Update; aquellos con un interés especial en las tobacco cards tienen a su disposición Allen & Ginter y Gypsy Queen; los que buscan un diseño vintage pueden sentirse atraídos por Topps Heritage y Topps Archives; aquellos interesados en productos de jóvenes promesas o de gama media tienen como colecciones más deseadas Topps Bowman o las variaciones Topps Chrome y Bowman Chrome; e incluso hay lugar para los coleccionistas más exigentes y que buscan un valor superior, con colecciones como Topps Museum Collection, Topps Inception, Topps Tier One o Panini Immaculate.
Este pasatiempo, que ha ido de la mano del deporte desde su profesionalización, ha sufrido, en definitiva, una serie de eventos y evoluciones a lo largo de los años que han hecho de este lo que es hoy en día. Estos cambios y acontecimientos transformaron a la vez la estética del producto y el perfil del coleccionista. A pesar de ello, algo que no ha variado (ni variará, se atreve a decir quien escribe estas líneas) es la ilusión de un niño al conseguir su cromo favorito, o la de un adulto al viajar atrás en el tiempo tras poner las manos sobre su vieja colección.