Una vez analizados las decepciones en la ofensiva, ahora vamos a la defensiva con los lanzadores más decepcionantes en este primer tercio de la liga. ¡¡¡Vamos allá!!!
Rotación
Si alguien debe ser el ace de este equipo, el lanzador que hace aguas, ése es Luis Castillo, lanzador diestro de los Reds de Cincinatti y que es el autor de uno de los comienzos más decepcionantes de los últimos años viendo el stuff que tiene y los resultados tan malos que está consiguiendo. Hasta nuestro amigo Ramiro Blasco se ha cansado de él en alguna fantasy. Si hay algo que ha cambiado en Castillo es el changeup, su segundo mejor lanzamiento detrás de su sinker y que está lanzando más que nunca, un 32,7 % bajando el uso de su bola rápida (por primera vez en su carrera la lanza menos de un 50%). Hay dos estadísticas en las que lidera la liga, como son en el strand rate (el más bajo de la liga con 54,2%) que no deja de ser como el porcentaje de corredores dejados en base sin anotar (LOB%) y el BABIP de sus oponentes (.371). El porcentaje medio de la liga del primero (Strand Rate) ronda los 73%, es decir, que los corredores en base tienen un 27 % de posibilidades de anotar. Con Castillo, un 46% en 2021. Y el porcentaje de bateo de sus oponentes en bolas en juego (BABIP) refleja también algo de “mala suerte”. Otra estadística curiosa de Castillo es que mientras su ERA está en un astronómico 7.22 su FIP es 4.77. Una diferencia de casi 3 puntos. Una barbaridad. ¿Razones? Su porcentaje de SO por 9 entradas ha bajado de rondar los 10 u 11 a estar en un 8,25. Su porcentaje de SO es bajísimo, un 19,3 % de las bolas que lanza y los HRs encajados han subido a 1.38 por cada 9 entradas. El resumen es que está teniendo problemas para evitar el contacto de los bateadores y le está penalizando mucho tanto cuando lanza fuera o dentro de la zona de strike y está con escaso porcentaje de whiffs. Siento la extensión, pero creo que merecía mucho la pena pararnos en este caso tan curioso.
Pocas cosas están funcionando mal en San Diego. Y, sin duda, la más preocupante es el rendimiento de uno de sus fichajes estrellas para el montículo de los californianos. Blake Snell está teniendo un mal año de debut para los Padres. Parece que la sombra de Kevin Cash le acompaña y sólo ha llegado una vez de sus 11 aperturas a lanzar 6 entradas. Y sus dos últimas aperturas han sido muy malas no llegando a completar 4 innings. A pesar de que sus números de SO están a buen nivel (13.40 por cada 9 entradas), está teniendo problemas de control (5.9 walks por cada 9 entradas) aunque el BABIP (.327) puede indicar que le está afectando que el nivel de la defensa del infield de los Rays no es el mismo que el de los Padres. Es el año que está lanzando más slider (22% frente al 15% del año pasado) y ahora mismo cuenta con un ERA de 5.55 (FIP de 4.39) y un WHIP bastante elevado de 1.596
El trío que formaron los Nationals (cuarteto si incluimos a Anibal Sanchez) y que les llevó al título de 2019 empieza a hacer aguas en la capital. Scherzer, al que menos se le nota, empieza a hacerse mayor, Strasburg no para de entrar y salir de la lista de lesionados y Patrick Corbin está teniendo su peor campaña como profesional de largo. 7,10 SO por cada 9 entradas en su peor registro de su carrera y tiene un pésimo ratio de 3.46 walks y su ratio de HRs es de 1,90, éste último su peor registro. Y no se puede achacar a la mala suerte porque su FIP es un mediocre 5.57. Un cúmulo de malas estadísticas le llevan a sus peores números de 6.23 de ERA en 9 aperturas y un WAR negativo de -0.2.
Ya se barruntaba muy alto el salario que se le dio a Drew Smyly por parte de los Braves pero lo bueno es que sólo fue de un año. Pero 11 millones por el rendimiento que está dando es totalmente desproporcionado. Y eso que venía de un año bastante bueno en San Francisco. Hoy parece un milagro más del equipo de la bahía. Sus SO han bajado a la mitad (de un espectacular 14.35 en 2020 a un 7.87 por cada 9 entradas) y los HRs encajados son lo máximo que ha encajado en su carrera (ratio de 2.76 por cada 9 innings). En 8 aperturas, ERA de 5.95, FIP de 6.43 y un WAR de -0.5.
Por último, y para completar la rotación, como quinto brazo decepcionante me quedo con Dylan Bundy, lanzador que tras abandonar los Orioles tras una trayectoria un tanto decadente, pareció empezar a brillar en su primer año con la franquicia angelina de los Angels. Su caso puede asemejarse más al de Castillo. Un ERA de 6.50 se “compensa” con un FIP de 4.57. Sus SO (9.46) y walks (2.56) están a nivel parejo a los de toda su carrera, aunque está teniendo problemas con los HRs encajados. 1,77 por partido, sólo superado por los 2.15 que encajó en 2018.
Menciones honoríficas: Frankie Montas, Mitch Keller, Kenta Maeda, Jameson Taillon, Triston McKenzie, Jose Quintana, Jesus Luzardo, Ross Stripling, Marco Gonzales y Jake Odorizzi.
Bullpen
En el puesto de closer, si hay un indicador que denota el fracaso que se le encomienda es el de Blown Saves, es decir, cierres echados a perder. Y el que lo lidera en 2021 es Rafael Montero con 5 tras un muy mal comienzo. Fue fichado por los Mariners tras destacar en los Rangers en 2020 como cerrador, pero no ha podido ser closer fijo, perdiendo el rol ante Kendall Graveman, máximo protagonista, y Kenyan Middleton. Aprovechando la ausencia por COVID del primero ha vuelto a tener alguna opción de salvamento que lo ha terminado de forma exitosa, aunque poniendo más demasiados jugadores en base de los deseados.
Otro jugador que perdió de forma prematura su puesto de closer fue Anthony Bass, fichado por los Marlins para las situaciones de alto leverage y que, tras 3 blown saves a comienzos de año, ha perdido el puesto ante la pujanza y buen estar de Yimi Garcia.
Por último, el extraño one-pitch closer Cesar Valdez ha pasado de ser uno de los relevistas sorpresas a uno de los favoritos a perder su puesto próximamente. Sus dos últimas apariciones han sido nefastas encajando en cada una de ellas 3 carreras en apenas un tercio de entrada y los Orioles parece que están empezando a buscar alternativas. A pesar de sus 8 salvamentos, actualmente cuenta con un ERA de 5.30 y 4 blown saves. Su WHIP de 1.66 no habla mucho a su favor.
Por citar también a relevistas cerradores, conviene nombrar a Lucas Sims o Sergio Romo. El primero cuenta con un ERA de 6.00 a pesar de limitar el promedio de bateo de sus contendientes a .153 pero concede mucho HR y mucho walk. Y el segundo que, lejos de ser un factor decisivo en el bullpen de los Athletics, no termina de ser la pieza importante que deseaban al ser fichado de los Twins. Su comienzo de temporada fue muy errático.
Menciones honoríficas: Rafael Dolis, Daniel Bard y Raisel Iglesias.