Sabemos que Dan Duquette es un poco hablador. Tal vez sea demasiado hablador. A veces, hasta es una característica que le resulta positiva. Otras veces, sin embargo, resulta de lo más inoportuna. En el caso del traspaso de Manny Machado, es una de esas situaciones en la que no aporta nada. Tal vez decir que el jugador que estás intentando vender (y por el que quieres obtener prospects) es sólo un préstamo no ayude. Es posible que los profanos no lo entendamos, pero resulta frustrante ver según que comentarios de Duquette. Es un personaje, en el sentido amplio de la palabra, y tiene estas cosas. Para lo bueno y para lo malo, claro. La capacidad de hablar no te hace inteligente. A veces te hace parecer lo contrario.
El problema en el traspaso de Machado es que no es el único que los Orioles tienen que acometer antes del 31 de julio. Y sólo se dedica a hablar de él. Y cada vez que lo hace, sube el pan. El hecho de que se esté mediatizando, como es lógico, puede ser una parte de la estrategia de Duquette: ver cómo reaccionan los aficionados y los equipos implicados. Todo con el objetivo de conseguir más rédito a cambio de esos tres meses de Machado. Así también consigue un poco de espacio para que los otros traspasos sean más «invisibles» y actuar en la sombra.
No es casualidad que salgan noticias sobre Machado prácticamente cada día y que los Britton, Brach o Adam Jones ni aparezcan. Casi ni se les espera. Todo parece perfectamente calculado. Desde la gerencia de Baltimore saben del momento y la oportunidad que supone este mes de julio. Es el momento de reconstruir y pensar en el largo plazo. Claro está que desde fuera parece que Duquette habla más de la cuenta. Además, va dando volantazos en mitad de la autovía. Dan ganas de decirle que controle sus sentimientos y su habladuría y que le encuentre equipo a Machado a cambio de buenos prospects. Claro que desde fuera es muy fácil decirlo, dicho sea de paso.
Un destino para Machado
Las exigencias que atañen al traspaso tampoco parecen las más idóneas, ya que hay que buscar un equipo que sea competitivo (a poder ser contendientes a las World Series este año), con buenas granjas y, preferiblemente, en la Nacional. No hay que reforzar a los competidores directos. Brewers, Braves, Diamondbacks, Dodgers y Phillies se postulan como candidatos.
El problema: ninguno cumple con todas las características a excepción de los Dodgers. Si embargo, tienen otro (bendito) problema: que los puestos de Machado están ocupados por Corey Seager y Justin Turner. Por tanto, Machado podría no tener sitio en unos futuros Dodgers, con lo cual es posible que si recala en el equipo de California, éste no quiera pagar un alto precio. En el caso de Brewers y Diamondbacks, su problema son sus granjas: prácticamente no tiene nada que dar dentro del top 100. Puede que su mejor baza sea la de dar dinero a los Orioles.
El tema de Phillies y Braves es más peliagudo. Después de llevar a cabo sus reconstrucciones, hay que valorar si les merece la pena pelear por Machado. Dar dos o tres jugadores que van a ser top durante 14 ó 15 años (si todo va bien, claro) a cambio de un jugador top que te va a dar siete años. Todo contando con que renueve, por supuesto. Los Phillies seguramente tendrían que dar un par de pitchers más al SS Arquimedes Gamboa o algún outfielder. Por su parte, los Braves, además de los pitchers, podrían tener que traspasar al 3B Austin Riley, piezas que seguramente sean muy relevantes en el medio y largo plazo.
Por último, en la Americana los únicos equipos que cumplen los requisitos serían Yankees, Red Sox y Astros. Aunque estos dos tienen las granjas más vacías. Aquí el debate es si se debe reforzar a un rival divisional o de conferencia, más si se trata de los Yankees. Por la complejidad del asunto, tal vez sea necesario pedir a Duquette que calle un poco y no caliente el tema. O al menos que no sea tan inoportuno y molesto, como lo es a veces.