Querida Athletics Nation, esta semana se hizo presente en el campo de entrenamiento de Arizona, Rickey Henderson. El extraordinario jardinero izquierdo, hall of famer, líder robador de bases y de carreras anotadas en la historia de MLB. Ahí convivió, con los jugadores del roster y con algunos aficionados.
En honor a su visita, plasmaré un compendio de anécdotas, que ciertas o no, nos ayudan a comprender un poco sobre su personalidad y son requisitos indispensables para entender por qué Rickey Henderson se convirtió en un ícono del béisbol y de los Oakland Athletics.
Las dividiremos en anécdotas curiosas, en frases que llegó a mencionar alguna ocasión; en muestras de su bien conocido ego gigantesco, que no cabía en todo Oakland y en opiniones manifestadas por peloteros de su época. Deseo que las disfruten.
CURIOSIDADES
Hablaba en tercera persona para referirse a él mismo, a eso se le conoce como ileísmo. Fue una gran singularidad que lo distinguía. Rickey siendo Rickey, era muy peculiar.
Como aquella vez en Seattle, fue ponchado por el lanzador contrario y al dirigirse hacia el banquillo, el siguiente bateador lo escuchó a medio camino vociferar: “Rickey, no se preocupa. Rickey, aún es el mejor”.
Corrido de bases de 45 segundos, cuando bateaba un cuadrangular, durante su recorrido de almohadillas, se iba jactando de su batazo. Sacudía su jersey en ese lento trote, su cadena del cuello. Abordaba las bases con una curva muy pronunciada durante su andar, se motivaba a sí mismo. Era capaz de sacar de quicio al contrario que no lo conociera, aunque nunca fue ofensivo. Obvio, ese tiempo es en sentido figurado.
“Más rápido que una bala”, así lo describe su placa en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Lanzaba con brazo izquierdo, pero bateaba desde el lado de los diestros. Solo han existido seis peloteros en la historia del béisbol con esa característica. Cuando le interrogaron acerca del motivo, respondió: “Rickey veía a sus amigos batear cuando jugaban juntos en su vecindario y observó que todos lo hacían como derechos (como la mayoría de la población), él pensó que eso era lo normal”.
Consiguió su hit 3000 el último día de la temporada 2001, se convirtió así en el 25º pelotero en conseguir esa hazaña. Ese día, fue el último partido en la carrera de Tony Gwynn, ambos jugaban juntos para San Diego Padres.
Arribó a un juego en una limosina privada. Esta excentricidad la realizó cuando jugaba para los New York Mets, el equipo se encontraba de visita en Cincinnati y se hospedaba a menos de una milla del estadio. Para dirigirse a él, la mayoría de los jugadores tomaron el bus de la organización, otros pocos caminaron, por su parte, Rickey emergió del asiento trasero una flamante limosina.
“Para hacer lo que amas, tienes que pagar el precio. Rickey ama robar bases”. Esta fue la respuesta que dio cuando los medios le preguntaron ¿por qué no descansaba? El contexto, se encontraba lesionado de diversas articulaciones y no quería perderse un juego frente a Boston Red Sox.
“Si me dan un año de descanso donde no corra, podría batear .330 de AVG y 35 jonrones por temporada”. Eso lo mencionó en 1990, donde en 136 juegos bateó 28 cuadrangulares y .325 de AVG, además se estafó 65 almohadillas.
Un mito entre sus anécdotas fue la siguiente, unas semanas después de ser traspasado de los Mets a los Mariners, ambos equipos se enfrentaron. Rickey llegó a la primera colchoneta y se encontró a John Olerud, su ex-compañero, y le preguntó: ¿Por qué usas ese casco? El neoyorquino respondió: “A los nueve años sufrí la ruptura de un aneurisma, lo utilizo para protección” Lo gracioso es que dicen que Henderson comentó: “Rickey jugaba con un compañero al que le pasó algo igual a lo tuyo”. Olerud desmintió esta historia y dijo que no fue cierta.
FRASES
En 2003 parafraseó lo siguiente: “La gente siempre está preguntando, ¿por qué Rickey siempre dice Rickey?, eso ha sido sacado de proporción. Rickey lo dice cuando Rickey no hace lo que Rickey debe de hacer”
“Me gusta jugar para Oakland, ellos tienen un uniforme muy colorido”
¿Cuánto tiempo me lleva manejar mi auto hasta República Dominicana desde los Estados Unidos? Le preguntó, en son de broma, a un compañero de equipo nativo de ese país, conociendo que hay mar de por medio entre ambas naciones.
UN EGO GIGANTESCO
“Si ellos quieren pagarme como a Mike Gallego (su compañero en Oakland), Rickey jugará como Mike Gallego”. Mike Gallego añadió entre risas: “Me sorprende que sepa mi nombre”.
“Lou Brock fue un gran robador de bases, pero hoy, yo soy el más grande todos los tiempos”. Frase que mencionó en su discurso el día que rompió la marca de más bases robadas en la historia.
OPINIONES DE OTROS PELOTEROS ACERCA DE ÉL.
Tom Candiotti, nos brindó dos anécdotas sobre Rickey, una como rival y otra siendo compañeros.
En la primera refirió sobre su paciencia en el plato. “Aborrecí a Rickey en realidad. Nunca abanicó a mi bola de nudillos, ni a mi curva. Él no hacía swing hasta que tenía dos strikes. Su zona de strike era del tamaño de una taza de café. Si le lanzabas una bola rápida batearía de homerun. Si le otorgabas base por bolas se convertía en un triple. Fue ridículo, era como: ¿qué vamos a hacer con él?
En la segunda nos describe que, odiaba los juegos de día, Tom Candiotti narró que, en un juego diurno en 1998 siendo compañeros en Oakland, Rickey se ponchó, de regreso al dogout se decía a sí mismo, fiel a su costumbre, “¿Quién está en el cuerpo de Rickey? No sé, quien quiera que sea, a ese tipo no le gustan los juegos a plena luz del día”.
Jugador disruptivo. Terry Steinbach, receptor de aquellos Athletics en los 80’s mencionó: “Rickey podía cambiar el resultado del juego por sí solo”.
“Rickey fue una rareza genética”. José Canseco, lo mencionó y agregó: “Nunca usó drogas para mejorar su rendimiento (PED), era tan orgulloso que decidió demostrar sus habilidades de manera legítima para distinguirse de los demás”
Un peligro como bateador y corredor. Mike Flanagan, pitcher de Baltimore Orioles: “Si lo ponía en cuenta de 2-0 (bolas-strikes), no debía lanzarle por el centro porque podía conectar de homerun, si lanzaba a las esquinas corría el riesgo de estar con 3-0 y en esa cuenta él obtendría el pasaporte y automáticamente él llegaba a la segunda base”.
“Él es el beisbolista más dominante que yo vi jugando béisbol”. Dave Stewart, su compañero de equipo, complementó “No creo haber visto a alguien mejor que Rickey para dominar el juego en su totalidad en todo el periodo de tiempo que jugué.”
Un jugador único. Billy Martin, acotó: “Rickey es un jugador que ves solo una vez en la vida, quizás no se vea otro como él en cincuenta años”.
RESUMEN SEMANAL DE OAKLAND ATHLETICS
Contratación reciente
Esta semana, llegó proveniente de Giants, JD Davis. Ocupará el puesto titular en la tercera base para el Opening Day. Llega por 1 año y un pago de 2.5 mdd, más un bono de 1 mdd.
Por consiguiente, Darell Hernaiz iniciará en Ligas Menores, se pensaba que haría su debut en MLB al empezar la temporada 2024, esto podría darse en los siguientes meses.
Actuaciones destacadas
Esta semana pudimos ver que se le dieron muchas oportunidades al bat a los jóvenes Lawrence Butler y Zack Gelof, así como a Armando Álvarez y ninguno desentonó.
Lawrence Butler, quien sigue aspirando a conseguir una plaza titular en los jardines, consiguió 6 hits para un AVG de .462, sigue dejando buena impresión a Mark Kotsay.
Gelof se mantiene con una tendencia positiva, .427 de AVG, con 2 HR, 4 RBI y 3 carreras anotadas.
Álvarez, tuvo un AVG de .500, él lo hizo muy bien dos años previos en AAA para los SF Giants. Está siendo observado muy de cerca por Kotsay, se puede pensar como un jugador interesante para alternar la primera base con Ryan Noda.
Me despido Athletics Nations, agradecido por su atención. Hasta el próximo sábado.
Siempre es doloroso ver a una franquicia mudarse de ciudad, pero hay de formas a formas. Sigamos vistiendo nuestro jersey con honor, siempre seremos un Oakland Athletic para toda la vida, jamás esa directiva incompetente de Nevada.