Charlemos un poco de béisbol, charlemos un poco de cultura, porque no hablamos de ambos.
UNA PELI
(Diálogo de la película sobre la ferocidad de los Apaches)
– Coronel: “Se van a cumplir las ordenanzas a rajatabla, y no vamos a tener ningún problema con los ligeros picotazos de unos indios cobardes (apaches), al contrario que otros lugares donde se enfrentan al valeroso sioux.”
– Capitán: “¿Cobardes?, dicen que unos Sioux atacaron una vez un poblado apache, y dicen los que lo vieron que se podía seguir su retirada por el rastro de cadáveres que fueron dejando.”
– Coronel: “Cuando venía hacia aquí he visto algunos de sus apaches.”
– Capitán: “Con todos los respetos señor, SI LOS HA VISTO NO ERAN APACHES.”
Este año he visto que algunos “expertos analistas americanos” no han votado a Mike Trout como MVP de la Americana.
Con todos mis respetos señores, si han votado a otro, es que no han visto a Mike Trout…
UNA CITA
“No puedes esperar a la inspiración, tienes que perseguirla con un bate de béisbol” (Jack London)
UNA CANCIÓN
MRS. ROBINSON (1968) de Simon & Garfunkel
Where have you gone, Joe DiMaggio?
Our nation turns its lonely eyes to you
Woo, woo, woo
What’s that you say, Mrs. Robinson?
Jolting Joe has left and gone away
Hey, hey, hey
Hey, hey, hey
Joe DiMaggio: jugó en uno de los mejores Yankees de toda la historia (9 World Series en 13 años), participó en la II Guerra Mundial, se casó con Marilyn Monroe y sale en una de las canciones más conocidas de Simon & Garfunkel. No perdiste el tiempo, Joe.
Sobre la canción, Paul Simon recuerda haber entrado en un restaurante, donde le presentaron a Joe DiMaggio: “inmediatamente entablamos una conversación sobre el único tema que teníamos en común”.
“Lo que no entiendo”, dijo DiMaggio, “es por qué preguntas dónde he ido. Acabo de hacer un comercial de Mr. Coffee, soy portavoz del Bowery Savings Bank y no he ido a ningún lado. “
“Le dije que no me refería literalmente a las líneas, que pensaba en él como un héroe estadounidense y que los héroes genuinos escaseaban. Aceptó la explicación y me dio las gracias. Nos dimos la mano y nos dimos las buenas noches.”
Tras su muerte en 1999, se hizo un tributo a Joe DiMaggio en el Yankee Stadium, imposible no sentir un escalofrío cuando Paul Simon canta ahora con más sentido que nunca:
«¿Adónde te fuiste, Joe Di Maggio? Nuestra nación te busca con sus ojos solitarios»
Pertenece a la banda sonora de una de las mejores películas de todos los tiempos, El Graduado (1967):
Quien al ver una boda, no ha imitado alguna vez su final, poniéndose a gritar como un desquiciado a la novia “ELAINEEEE, ELAINEEEEE!!” mientras aporrea la puerta de cristal y todos le miran pensando: ¿pero quien será ese loco?? …ah, vale…que solo yo.
UN LIBRO
“The catcher in the rye” (“El guardián entre el centeno”). Publicado en 1951.
Famoso entre otras cosas porque es el libro que, justo después de disparar a John Lennon, se sentó a leer Mark Davis Chapman mientras esperaba tranquilamente a que llegase la policía.
Está narrado en primera persona, en un lenguaje coloquial, y con insultos, muy realista para la época en la que fue publicado.
Es la historia de Holden Caulfield, un joven rebelde al que acaban de expulsar de la escuela, desencantado con el mundo (y orgulloso de estarlo), que parece que odia todo y a todos, vamos, lo que llamamos un adolescente.
Lo único que no odia del mundo son los niños, y la pureza que ellos aun conservan. Le inquieta que pierdan esa inocencia. En un pasaje del libro, a través de un sueño, aparece esta preocupación, y vemos que detrás de ese insumiso que detesta todo, hay un buen corazón:
“Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de
centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor
vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar
que los niños caigan en él. En cuanto empiezan a correr sin mirar a donde van, yo
salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo.
Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería, pero es lo
único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.”
De ahí el título de “Catcher in the rye”.
UN CUADRO
Norman Rockwell (1894-1978) fue el pintor americano que retrató como nadie el “american way of life“. Sus cuadros costumbristas, llenos de nostalgia, ternura e ironía, le llevaron a ser uno de los preferidos del público, no así de la crítica, que siempre criticó su gusto por la anécdota. Trabajó durante 50 años como ilustrador en el Saturday Evening Post, para el cual hizo más de 300 portadas, la mayoría de ellas con el baseball como tema central:
“El Rookie”. La pintura apareció en la portada de la edición del 2 de marzo de 1957.
Muestra el instante de la llegada de un rookie al Spring training de los Red Sox en Sarasota, Florida. Captura el contraste entre la ingenuidad y frescura del recién llegado, y la mirada algo desafiante de los veteranos curtidos en mil batallas, incluso a la derecha uno aguanta la risa ante la situación.
Aparecen retratados:
- el catcher Sammy White (de pie a la izquierda)
- el pitcher Frank Sullivan (No. 18),
- el outfielder Jackie Jensen (sentado a su lado)
- Ted Williams (centro)
- el infielder Bill Goodman (extremo derecho)
- El “rookie” no es un jugador real, es Sherman Safford, un atleta local de secundaria de Pittsfield, Massachusetts
Norman trabajaba a partir de fotografías, todos posaron menos Ted Williams, por lo que Rockwell utilizó cartas de baseball de modelo:
Puede que en vida no se le reconociese el valor de sus pinturas, pero ahora por fin es un pintor respetado. Este cuadro se vendió en 2014 por 22,5 millones de dólares.