Se acaban aquí 19 años de espera para los Braves, que desde 2001 no pasaban una ronda de postemporada. En este tiempo el club ha tenido altos y bajos, pero dicho de otra manera, ha finalizado la racha de 10 apariciones consecutivas en playoffs sin ganar una sola serie. Es mucho a celebrar para Atlanta, y más desde la amarga eliminación del año pasado. Los Reds llegaban como equipo emergente, también con años de sequia. Solo queda Joey Votto de aquel equipo de 2013 que llegó a postemporada. Con un pitcheo contundente y mucho potencial en los bates. Sin embargo, el duelo se convirtió en una lucha de igual a igual en los monticulos y no tanto en el cajón de bateo. Los Reds se van a casa con un record histórico negativo al hacer 22 entradas sin anotar. Estuvieron muy cerca varias veces, pero la fortuna y los de Atlanta les cerraron la puerta. Esta es una cronica personal de lo que pasó en la eliminatoria, y digo personal porque no es imparcial y me pueden los colores. Para crónicas más objetivas os recomiendo otros medios.
Juego 1. Cincinnati Reds- 0 Atlanta Braves – 1
Siempre comentamos lo bueno que son los horarios de la MLB para Europa. Al contrario que otros deportes americanos, la tradición matinal del béisbol es una maravilla para los fans de este lado del atlántico. Pero también tiene un inconveniente. No es culpa suya, no es culpa de la liga, pero los demás también tenemos una vida y unas obligaciones. Y a veces, solo a veces, un partido que empieza a media tarde es complicado de poder disfrutar en directo. Eso es lo que me pasó a mi en un juego como el del miércoles. Me puse a verlo y tuve inevitablemente que ponerlo en pausa, pues el deber paterno también tiene su horario. Hay que hacer la compra, hay que hacer cena, baño y lo que sea. Así que, el resultado es ver el partido con esos minutos de retraso. Y viene bien para saltarte los descansos entre entradas, pero viene mal para conseguir llegar al final sin enterarte del marcador.
A las diez de la noche para mi, comenzaron las entradas extra y puse un tweet sobre un partido sin carreras que se iba a la décima. Alejandro Bartús, compañero de fatigas y fan de los Bravos, contestó con un descriptivo “Yo paso”. Entonces descubrí que el juego iría para largo, que a pesar de haber empezado a las seis, yo iba a trasnochar para acabarlo. Unos minutos más tarde me llega un mensaje de Fernando Díaz diciendo: “Ha costado de c….” Literalmente. Es un caballero Fernando y no dice palabras malsonantes ni por whatsapp. Los Braves al final iban a ganar, pero el partido iba a ser complicado, iba a ser complicado de… narices.
El temporadon de Max Fried y de Trevor Bauer se confirmó en el primer juego de la serie. Ambos perfectos, siete entradas para el primero y siete y dos tercios para el segundo. Ambos sin ninguna carrera encajada. Buen pitcheo durante todo el partido. De record de hecho, nunca se había llegado antes en postemporada a la decimotercera entrada con el marcador a cero. Los Reds estuvieron además agresivos en ataque, como demuestra el intento de robo de home de Aristides Aquino en la séptima, aprovechando un despiste. Rara jugada que acabo con un taggeo de Austin Riley lanzándose en plancha hacia el culo de Aquino.
Exactly how we drew it up back in Summer Camp.#MixItUp pic.twitter.com/DOw2wq660m
— Atlanta Braves (@Braves) September 30, 2020
Se completaron las nueve entradas con la ayuda de los closers, Mark Melançon para Atlanta y Raisel Iglesias para Cincinnati. Lo bates seguían tímidos. En la décima más de lo mismo, esta vez con Will Smith en un bando y Lucas Sims en el otro, siguiendoambos en la misma línea de efectividad desde el montículo. Si no fuera por el mensaje de Fernando, que lei en lo que para mi era la decima entrada, hubiera dado el partido por perdido con mucha probabilidad en la undécima. Y luego aún más en la decimotercera. Darren O’Day sustituye a Will Smith y hace el segundo out de la undécima ponchando a Shogo Akiyama que salió de emergente. Luego concede un doble a Nick Castellanos que tuvo una tarde de 3 de 6. Snitker puso a Joey Votto en primera intencionadamente para evitar males mayores. Pero luego, O’Day dio boleto al venezolano Eugenio Suarez.
Bases llenas y Mike Moustakas a batear. Snitker volvió a mover ficha y sacó a Tyler Matzek, el pitcher que regresó de sus cenizas. Descubrimiento del club de este año. Matzek, con experiencia previa en MLB, cayó en desgracia y paseó por ligas independientes hasta que los Braves le hicieron contrato de menores. Este 2020 ha sido fundamental para el bullpen de Atlanta. Y efectivamente, Matzek, el efectivo pitcher de cabeza hundida en los hombros, consiguió el strikeout ante Moustakas y se mantuvo el marcador a cero. Y repitió hazaña en la duodecima. Permitió sencillos de inicio a Aquino ya Jesse Winker para después ponchar a tres bateadores seguidos. La ofensiva de los Braves, que tantas alegrías ha dado, seguía callada.
En la decimotercera vino dios a vernos. Shane Greene permitió un sencillo de Votto y otro de Suarez. Entro AJ Minter y su barriguita y llenó las bases con un boleto, para después ponchar a Aquino y conseguir un ground out del emergente Jose Garcia. Tres hombres en base otra vez, tres hombres que se dejaron atrás. En la parte baja esta vez no perdonó Atlanta, un par de sencillos d Nick Markakis y de Austin Riley dejaron a los Braves en posición de anotar. Cuando le tocó a Freedie Freeman batear, los Reds pusieron a Castellanos en tercera para tener cinco hombres en diamante. Con cuenta de 1-2, Amir Garrett la puso abajo por el medio y Freeman la catapultó por encima del muro rojo. 1 a 0 para los Braves y a descansar después de casi cinco horas. Para mi eran pasadas las doce y me pude ir con una sonrisa importante a dormir, interesante para soportar el madrugón.
🗣 M! V! FREE!#MixItUp pic.twitter.com/SiTPz7SnKO
— Atlanta Braves (@Braves) September 30, 2020
Juego 2 Cincinnati Reds-0 Atlanta Braves-5
El juego de ayer fue más tranquilo. Y más corto. Yo al menos, respiraba en el ambiente un aroma de confianza. Y a la vez parecido, otra vez buen pitcheo por parte de los dos equipos. Por los Reds, Luis Castillo, el maestro del cambio que ha hecho las veces de segundon esta temporada, primero detrás de Sonny Gray en el openning day, y luego detrás de Trevor Bauer en postemporada. Pitcheando para los Braves estaba Ian Anderson, el jovencísimo lanzador que inició la campaña como un gran prospect y que por circunstancias ha tenido que dar el salto adelante. Con excelentes resultados, mejores por ejemplo que Kyle Wright, al que los scout ponían bastante por delante de Anderson.
.@ian_anderson15 is filthy. #Postseason pic.twitter.com/SjYAzB6SlC
— MLB (@MLB) October 1, 2020
En la segunda entrada Anderson llenó las bases permitiendo un sencillo a Suarez y dando dos pasaportes gratuitos a primera. Pero salió ileso y recuperó terreno para hacer nueve strikeouts y conceder solo dos hits en las seis entradas que lanzó. En la quinta entrada, los Braves rompieron el cero a cero del marcador que ha reinado durante largos minutos en esta serie. Una línea de Markakis por el centro y, con dos outs, Ronald Acuña Jr. conecta abajo otra línea a la que no puede llegar Akiyama. Un doble con impulsada que ponía a Atlanta por delante.
En la octava, Raisel Iglesias entró por un Lucas Sims que había ponchado a 4 de 5 bateadores enfrentados. Tenía que mantener al alcance a Atlanta para mantener las posibilidades de su equipo. Pero no pudo. Lanzó cuatro bolas a Freedie y lo puso en primera, después, con 0-1, Marcell Ozuna consiguió poner la masa del bate en una bola rápida de Iglesias que venia por dentro. Home run y tres a cero para Atlanta. Con tonti-shelfie mientras recorría las bases.
Luego vendría otra base por bolas y otro homer de Adam Duvall, que otro año más demuestra que es jugador del nueve inicial si o si. Y más en situaciones importantes. Con 5-0 arriba, en la novena, el closer Mark Melançon, de porte militar y brazos como troncos de árbol, ponchó a Castellanos y eliminó con un rolling a Votto. Suarez mandó una línea casi al warning track pero la atrapó corriendo Duvall y así se acababa el partido.
Los Braves pasan a las series divisionales donde el martes les esperara en el Minute Maid, los Cubs o los Marlins. Se acabó la temporada para unos Reds que prometían mucho, que empezaron titubeantes, pero encontraron la buena senda. En los momentos decisivos su pitcheo siguió siendo excelso, pero como dijo Alex Carande, el ataque no se presentó al partido.