Hace unos 25 años un pequeño pueblo de la Costa Brava se convertía en epicentro de la gastronomía mundial. Desde el Restaurante El Bulli el cocinero Ferran Adrià revolucionaba el panorama culinario mundial. Entre los distintos conceptos creados por el chef catalán destacaba el de la comida deconstruida .
“Consiste en utilizar armonías ya conocidas, transformando las texturas de los ingredientes, así como su forma y temperatura (….) manteniendo cada ingrediente o incluso incrementando la intensidad de su sabor.» Así lo definía el propio Adríà.
Durante este 2018 los Rays han experimentado mucho con el uso que dan a sus lanzadores. En cierta manera podríamos decir que han deconstruido el pitcheo. No es únicamente que se hayan atrevido a utilizar a Sergio Romo y otros relevistas como «abridores» (openers es la palabra que están utilizando en inglés), sino que en al menos una ocasión han colocado al propio Romo como tercera base mientras otro pitcher ocupaba la lomita.
Sucedió de la siguiente manera. En la octava entrada de un partido ante los Yankees Romo salió a lanzar con un out. Se enfrentó a dos bates diestros (su especialidad) y los eliminó. En la novena el primer bateador era Bird, un zurdo, pero los siguientes eran diestros. Romo fue sustituido por un pitcher efectivo contra zurdos pero en vez de irse al banquillo el manager de los Rays lo mantuvo en el campo, más en concreto en la tercera base, para poder utilizarlo una vez Bird fuera eliminado. Una decisión de lo más heterodoxo que acabó saliendo bien.
Los Rays no son los únicos. Joe Maddon también ha hecho cosas parecidas con los Cubs. Hasta cierto punto innovar en la manera de utilizar a los lanzadores es una tendencia en la MLB actual. Lo que nadie ha hecho hasta este momento es lo que los Brewers parecen decididos a hacer.
Los de Milwaukee contaban con un muy buen infield defensivo, uno de los mejores de la liga, pero en ataque solo producían las esquinas. Ni desde el shortstop ni desde la segunda base se han conseguido buenos bateos. Los habituales en esas posiciones han sido Orlando Arcia y Jonathan Villar, dos jugadores que han demostrado ser muy limitados ofensivamente.
Una de las prioridades de los Brewers antes del cierre del período de traspasos era hacerse con dos middle infielders que ayudaran al equipo ofensivamente. Manny Machado, que en este 2018 está jugando como shortstop, parecía uno de sus objetivos principales. Pero acabó en los Dodgers.
La sorpresa se dio cuando el 28 de julio se hacían con Mike Moustakas, un tercera base. En esa posición ya contaban con Travis Shaw, un jugador con poco nombre pero que lleva dos temporadas a gran nivel. Desde la gerencia del equipo se dijo que el recién llegado ocuparía su posición natural mientras que Shaw pasaría a jugar en segunda base. Una decisión sorprendente. Shaw ha jugado antes en primera, pero nunca lo había hecho en segunda.
Tres días después los Brewers nos dejaban completamente descolocados. Anunciaban que se hacían con los servicios de Jonathan Schoop, el segunda base de los Orioles. La idea, comunicaron, era hacerle jugar en el shortstop, una posición en la que el de Curaçao no tiene apenas experiencia. Por tanto en Milwaukee están dispuestos a jugar no con uno, sino con dos middle infielders que no están en absoluto familiarizados con sus posiciones. El motivo son los famosos shifts.
Desde que se hizo cargo del equipo en 2015 Craig Counsell ha destacado por la utilización de los shifts defensivos. Son una de las franquicias que más agresivamente los utiliza y una de los que (según dice la estadística avanzada) más carreras salva gracias a ellos. En 2016, por ejemplo, lideraron la liga en este apartado al lograr evitar 22 carreras gracias a los shifts.
Los shifts hacen que los defensores, especialmente los infielders, salgan de su posición natural en el campo. Se acumula un número anormalmente alto de ellos en aquel espacio hacía el que el bateador tiene más tendencia a dirigir sus batazos. Esto hace que el talento defensivo a nivel individual no sea tan importante.

Es precisamente ese último aspecto el que va a permitir a los Brewers utilizar un lineup de lo más peculiar. Una alineación cuya defensa puede chirriar mucho sobre el papel pero que va a encontrar en los shifts su carta de salvación.
Counsell ha reconocido que hay que valorar los pros y contras de los shifts. Parece que lo ha hecho y lo tiene claro. Usarlos le permite alinear un infield en el conviven Jesús Aguilar, Jonathan Schoop, Travis Shaw y Mike Moustakas. Los cuatro son bateadores con capacidad para llegar a los 30 homers y 100 impulsadas por temporada. Si además añadimos un outfield con Yelich, Cain y Braun vemos que los Brewers son capaces de poner sobre el campo una cantidad desmesurada de talento ofensivo.
Ya hemos visto con en la NBA las posiciones son algo cada vez más vago y desdibujado. Se busca jugadores que sean capaces de defender cualquier situación y a prácticamente cualquier rival. Quizás los Brewers están llevando esa tendencia al béisbol.