Los Dodgers son los favoritos para ganar esta serie. Los Dodgers ya eran favoritos en el Opening Day. Los Dodgers fueron más favoritos después de los refuerzos de mitad de temporada. Y los Dodgers siguen siendo favoritos después de perder el partido de anoche contra Braves. Es un hecho, los Braves tienen que encontrar los huecos por donde colarse. Y es que en un día en el que los angelinos hacen «bullpen day», y los de Atlanta salen con el pitcher con mejor ERA en la segunda vuelta de la Nacional, el partido llega empatado a la novena.
Los Braves necesitan estar a su máximo nivel para conseguir parar al equipo contrario. Y anoche lo consiguieron. En siete de las nueve entradas los Dodgers pusieron hombres en posición de anotar. Pero al final, un buen golpe en el momento adecuado le da la victoria a Braves. Otra vez, como en el primero del año pasado, fue en la novena, otra vez contra Blake Treinen, otra vez fue Austin Riley. El tercera base está progresando como pelotero a pasos agigantados y como decía Pepe Latorre de Rafa Devers hace un par de años, se le está poniendo cara de MVP.
En la primera entrada el boricua Eddie Rosario, con un baserunning bastante agresivo, consiguió la primera carrera en un pitcheo salvaje de Corey Knebel, Chris Taylor empató en la segunda remolcando a A.J. Pollock con un sencillo por el medio. Will Smith adelantaba en la cuarta a Dodgers con un homerun contra Max Fried por el jardín izquierdo. En la parte baja de la misma entrada, Austin Riley la mandaba al mismo sitio contra Tony Gonsolin, que sonaba para abrir partido, para empatar a dos el juego.
Max Fried estuvo a la altura, alguna de sus mágicas curvas se quedaba algo colgada arriba, pero fue suficiente para mantener a los rivales a raya por seis entradas. En la séptima, Chris Taylor estaba a 90 pies del home con solo un eliminado. Los nervios a flor de piel. Seguidamente Mookie Betts hizo un pop-out y después Tyler Matzek ponchó a Trea Turner consiguiendo que abanicara una slider dentro y abajo. Los Braves esquivaban una bala. En la novena, tras un sencillo espectacular otra vez de Cody Bellinger, Chris Taylor comete un error corriendo bases y es eliminado entre segunda y tercera para acabar la entrada. Otra bala que pasa rozando.
Y llegó la parte baja de la novena. Con Ozzie Albies en segunda, el de la cara de MVP manda una línea profunda por tercera que sirve para dejar tendidos a los Dodgers. Se viene abajo el Truist Park. Los Bravos se llevaban el primero de la NLCS y, aunque se saben no favoritos, saben lo que necesitan hacer para ganar la serie: buscar esos huecos por los que colarse.