Espero que tanto tú como tus seres queridos estéis pasando el coronavirus de la mejor manera posible. Por lo que dice la prensa la cosas no están siendo fáciles en Estados Unidos. En el área de Nueva York, donde creo que resides, está siendo especialmente duro. Imagino que a pesar de lo dramático de la situación lo estarás llevando relativamente bien. Al fin y al cabo eres un privilegiado. Eso si, trabajaste bien duro para conseguirlo. Los sacrificios en las Menores cuando no había ninguna certeza sobre si llegarías a conseguirlo. Los veranos lejos de casa. Perderte como crecían tus hijos… Te mereces todo lo que tienes ahora. Pero, ¿no crees que otros también se lo merecen? ¿De verdad piensas que todo aquello que conseguiste lo lograste por ti mismo? No, Mark Teixeira. Otros muchos estuvieron a tu lado.
Te escribo porque creo que te confundiste con las declaraciones que hiciste el otro día. Todos queremos que vuelva el béisbol. Los peloteros los primeros. Todos queremos nuestros trabajos de vuelta. Pero queremos que se respeten nuestros derechos. Los derechos por los que muchos lucharon y que a ti te permitieron ganar unos $217 millones a lo largo de tu carrera.
El otro día dijiste que que los jugadores deben cobrar menos este año. Los jugadores ya aceptaron cobrar menos. Lo hicieron en marzo. Se comprometieron a recibir un salario proporcional al número de juegos que se acabasen disputando. Entendieron lo extraordinario de la situación y firmaron el acuerdo.
Los jugadores ya se apretaron el cinturón. Cierto que el suyo es de cuero, con hebilla de plata y bastante más holgado que el mío, pero ya renunciaron a cosas, como hemos hecho todos. Dijiste que “el problema es que hay gente en todo el mundo recibiendo recortes y perdiendo sus trabajos y hasta sus vidas”. ¿Y es eso motivo suficiente para que los peloteros de la MLB, tus compañeros, renuncien a sus derechos?
Tú y otros muchos os equivocáis al decir que los jugadores, como ya son millonarios, deben renunciar a su salario y jugar para, según tus propias palabras, “infundir esperanza a la gente”. ¿De verdad bajarse los pantalones ante la patronal y trabajar gratis es un mensaje de esperanza?
Te recuerdo, Mark Teixeira, que en 1998 tú mismo sufriste en tus carnes los abusos de la MLB. En el draft de aquel año los Red Sox te chantajearon. Habías salido del instituto y te insinuaron que solo te seleccionarían si firmabas por $1.5 millones. No te gusto como te trataron y a pesar de salir en la novena ronda preferiste ir a la universidad. Tres años después volviste al draft y te seleccionaron en quinto lugar. Te llevaste un signing bonus de $9.5 millones. ¡Bien por ti!
La manera de dar esperanza a la gente es recordarles que se tienen derechos. Y recordarles que se puede luchar por ellos. Que haya gente sufriendo recortes y perdiendo sus puestos de trabajo no significa que otros tengan que sufrir lo mismo. Si los peloteros se plantan otros muchos verán que ellos también pueden hacerlo.
Tú y algunos otros jugadores que hay en las Mayores sois millonarios. Lo sois porque no perdonastéis el dinero que os correspondía según vuestro contrato. No le pidas a otros que hagan cosas que tú nunca hiciste. Queda feo.
Espero que recapacites.
Te deseo lo mejor en estos tiempos tan raros que nos ha tocado vivir.