Los Braves de las últimas temporadas nos tienen acostumbrados a una progresión especialmente positiva durante el año. Inicios lentos que según van pasando las semanas se convierten en resultados muy por encima de la media. De momento vamos con altos y bajos, Abril fue un inicio bueno, mejor de lo habitual, mayo normalito y Junio espectacular. Tanto que las sensaciones son las de aprovechar la ola completamente antes de que haya que subirse a otra.
A pesar de las lesiones, que han afectado sobre todo al pitcheo (Max Fried y Kyle Wright solo han podido abrir cinco partidos cada uno), el momento actual es inmejorable. El ataque es el mejor de la liga y los bates que empezaron sin aportar como los de Eddie Rosario, Marcell Ozuna y Michael Harris II, ya hace tiempo que están a tono. El equipo está en un momento dulce y se podría decir que de los contenders que se tenían en cuenta antes de empezar, es el único que mantiene las expectativas inciales en una temporada con muchas sorpresas.
Ronald Acuña Jr. está haciendo la mejor temporada de su carrera, Sean Murphy ha resultado ser un gran acierto incluso cuando el año pasado parecía que el equipo de catchers estaba bien cubierto, Matt Olson lleva 29 home runs a la estela de Ohtani. El núcleo duro del lineup juega todos los encuentros y la rotación está, no solo aguantando el tirón, sino con destellos de grandeza. Bryce Elder no es el lanzador que más gusta a los sabermétricos pero ahora mismo es el ace del equipo. Su manera de evitar que le hagan flyballs está siendo muy eficiente y si la defensa acompaña como es el caso, las carreras que encaja son realmente mínimas. Mientras tanto, en el otro lado del cristal, Spencer Strider lleva 155 ponches a mitad de año.
MVP
Ronald Acuna Jr. está haciendo temporada de MVP, no del equipo sino de la MLB. Tiene los mejores números de su carrera con diferencia y eso que cuenta con 4 all stars y el rookie del año en sus 6 campañas en Grandes Ligas. Ya ha superado su record de bases robadas a mitad de temporada y tiene un OPS por encima de 1000. Como leadoff está haciendo cosas que no se veían desde los tiempos de Rickey Henderson. Es ahora mismo el buque insignia del club con mejor record a mitad de temporada de toda competición.
Cy Young
En su segunda temporada en MLB, Bryce Elder está diciendonos que es un pitcher con aspiraciones máximas. Ya ha superado las 100 entradas lanzadas y en ausencia de Max Fried y Kyle Wright ha tomado el mando de la rotación con un rendimiento impresionante. No es una máquina de hacer strikeouts pero con su slider y su sinker, consigue que la bola vuele muy poco y el trabajo lo comparte con una buena defensa. Los resultados de la formula no son buenos, son buenísimos, Elder atesora ahora mismo el ERA más bajo de la competición.
La sorpresa
Después de la marcha de Swanson, el puesto de shortstop parecía que había irremediablemente bajado unos escalones de calidad. De hecho la titularidad se la disputaban Orlando Arcia y Vaughn Grissom al inicio de año. Es por esto que indudablemente sea una maravillosa sorpresa ver a Arcia defendiendo consistentemente, bateando para 300 y votado titular para el all star en la que está siendo su mejor campaña como jugador MLB.
La decepción
Es difícil encontrar algo decepcionante según le están saliendo las cosas a Atlanta. Más allá de las malditas lesiones que, por otro lado, afectan a todos los equipos, es complicado encontrar algo que esté saliendo mal. Si echamos la vista atrás y pensamos en el Spring Training, quizá pusimos muchas esperanzas en un par de pitchers jóvenes, como son Jared Shuster y Dylan Dodd. Nos tienen mal acostumbrados los Braves a sacar de menores grandes joyitas para el pitcheo y al menos el primer año para estos dos lanzadores esta siendo de adaptación.
Expectativas
Las expectativas ahora mismo son todas. Siempre hay altos y bajos y los Braves están en lo alto de la montaña ahora mismo, así que sería lógico que soltaran un poco el pie del acelerador en algún momento. Pero mucha sorpresa sería que los Braves no ganen la división y se salten la primera ronda de playoffs. La Nacional Este no está dando la guerra que se esperaba, así que salvo catástrofe, el objetivo es claro y no parece nada fuera del alcance. Este verano antes del deadline se podría incluso reforzar el equipo, no hay mucho margen económico (ha habido más otros años), y va a haber más compradores que vendedores en el mercado, pero siempre sería buena idea añadir algún brazo fiable al roster.