Resumen
No era este el plan antes de comenzar la temporada. Cincinnati terminó la campaña 2023 al borde de los playoffs y dos partidos por encima de .500, y el grueso de las promesas había debutado – e ilusionado – durante el verano. La directiva prometió no quedarse ahí y llegaron los refuerzos, todo con el objetivo de volver a la postemporada tras una dura travesía por el desierto. Sin embargo, en una Liga Nacional más igualada que nunca, los Reds se encuentran perdidos en una mar de candidatos al Wild Card sin destacarse apenas y mezclando momentos de brillantez con muchos otros baches.
Descontando a los líderes de división: Dodgers, Phillies y Brewers, solamente 8.5 partidos separan al primer Wild Card, los Braves, 13er equipo en la liga, los Cubs (una de las mayores decepciones de la temporada). Entre los enrachados Cardinals, dueños de la última plaza de acceso al Playoff, y los Cubs hay 6 partidos y los Reds están ahí, en el perfecto medio, con un récord de 42-45 y un RD de +21.
Tan frustrante está siendo la 2024 que lo que se creía la fortaleza de la plantilla (la ofensiva) es 27ª en promedio de bateo, 24ª en porcentaje en base y 20ª en home runs, mientras que los lanzadores están en el tercio alto de la liga en ERA (3.84) o WHIP (1.24). Y eso a pesar de la inconsistencia de Frankie Montas y Nick Martínez, principales fichajes de este invierno, y el hecho de que las estrellas del bullpen, Alexis Díaz y Emilio Pagán (éste último recién pasó a la enfermería), no han terminado de carburar.
Los Reds pueden ganar cualquier serie… y también perderla. Elly de la Cruz ha superado todas las expectativas con 42 bases robadas, 15 home runs y decentes promedios. Noelvi Marte recién regresó después de su lesión, y Jonathan India parece haber vuelto a su mejor versión con un gran final de junio. Aún así eso no ha sido suficiente para compensar la cantidad de lesiones (el mismo Marte, Christian Encarnación-Strand, TJ Friedl y sobretodo Matt McLain) y los bajones en producción de gente importante como Tyler Stephenson, Will Benson o Spencer Steer. Lo han intentado todo para levantar la ofensiva, incluyendo la plétora de jugadores mal llamados de AAAA que han disputado partidos en left field y DH: Nick Martini, Blake Dunn, etc. Pero ya no hay mucho más detrás. Rece Hinds, elegido en la segunda ronda del draft en 2019 está bateando .209 en Louisville. Tyler Callihan, de la misma clase, .229 en Chattanooga…
La pelota está sobre el tejado de Nick Krall, presidente de operaciones de la franquicia. Cree lo suficiente en estos Reds como para apuntalarlos en un mercado de verano que se espera totalmente impredecible, o decide tirar la toalla y tratar de sacar partido de la temporada de alguien como Montas o Fernando Cruz…
MVP:
De la Cruz lidera al equipo en hits, home runs, bases robadas… y strikeouts. El prodigio dominicano de apenas 22 años está cumpliendo todas las expectativas, y es lo más cerca que los Reds han tenido de una estrella nacional en mucho tiempo. Si bien es cierto que se ha desinflado un poco tras empezar la temporada como un cohete… ha comenzado julio en racha también y a pesar de su agresividad con el bate también es segundo en el equipo en walks y porcentaje en base.
Ahora mismo el objetivo debe ser ganar en consistencia y evitar bajones como en el mes de mayo (un solo home run y apenas 208/298/287 de promedios) para poder pasar de jugador con gancho a super estrella, aunque también es lógico pensar que el hecho de que solamente otros tres bateadores de Cincinnati tengan un OPS+ por encima de 100 le haya pasado factura por momentos.
De lo que no hay ninguna duda es que el shortstop de los Reds sí lidera al equipo en ilusión y electricidad generada en el campo.
CY Young:
Sorprendentemente la categoría más difícil de escoger, ya que la rotación ha sido la principal baza del equipo, pero si hay que decidirse solamente por uno, Hunter Greene lidera la carrera, con Andrew Abbott muy cerca.
El jugador de tercer año, número dos del draft en 2017 y top prospect desde el primer día, está firmando su campaña más completa, mejorando sus registros en todas las categorías importantes y saliendo a lanzar cada cinco días.
En su debut apenas lanzo 125 entradas, y en 2023 ni siquiera, quedándose en 112 y dando un paso atrás en todos los aspectos. Sin embargo en apenas media temporada en 2024 lleva ya casi 100, y ha rebajado considerablemente los home runs concedidos, que siempre habían sido un lunar en su juego, confiando aún más en su bola rápida, que es probablemente una de las mejores fastballs de todas las mayores.
Quién sabe si podrá mantener esos resultados con sólo un pitch destacado (el slider lo usa un 33% de las veces y de acuerdo con la web Baseball Savant tiene un valor negativo de 2), pero los Reds tienen que estar satisfechos con que no solo se haya mantenido sano y disponible en lo que va de temporada, sino con que haya dado un paso adelante en su desarrollo.
La Revelación:
Por desgracia, los únicos jugadores que han sorprendido esta temporada lo han hecho decepcionando. Es una de las desventajas de crear tanta expectación con la nueva hornada de talento Red.
Las únicas alegrías inesperadas entre comillas han sido las recuperaciones de India y Nick Lodolo tras un 2023 para olvidar, aunque este último se encuentra en la lista de lesionados (por suerte la lesión se limitó a las tan comunes ampollas en el dedo).
El capitán ha vuelto a su mejor nivel, evolucionando en el bateo y siendo más selectivo en el plato (.381 de porcentaje en base, 42 walks y tan solo 66 strikeouts). Por desgracia esa “resurrección” no se ha traducido en home runs, pero India salió de la Universidad de Florida como uno de los bates más avanzados de su clase, y en sí es un retorno a lo que le hizo un top prospect.
Es también irónico que tras firmarse a Jeimer Candelario y la irrupción de los Marte, Encarnación-Strand, McLain y compañía, India era el principal candidato a quedarse fuera y tener que hacer las maletas, pero unos meses más tarde es el jugador más completo de la ofensiva de los Reds e indispensable para cualquier esperanza de playoff.
Decepción:
A pesar de los bajones de los Stephenson, Steer, Martínez y demás, la mayor decepción en lo que llevamos de campaña tiene que ser el closer Alexis Díaz. l menor de los prodigiosos hermanos puertorriqueños se había convertido desde su debut en 2022 en uno de los mejores jóvenes relevistas de la liga, terminando en el top 5 en la votación de Rookie del Año y siendo elegido All-Star la temporada pasada.
Sin embargo 2024 ha sido un desastre en su mayor parte: 4.45 ERA, 1.361 WHIP, 5.8 BB/9 y lo que es más alarmante, 8.9 K/9, cuando el promedio de su carrera era 11.6. Es cierto que lleva sin conceder carreras desde el 14 de junio en Milwaukee, pero las estadísticas periféricas no son muy prometedoras y su bola rápida se encuentra entre las peores de la liga según Baseball Savant.
Con todo, hay otros signos más prometedores. Díaz es de los mejores pitchers de la liga a la hora de limitar contacto fuerte con la bola, y su slider está entre las armas más potentes de todo el béisbol profesional. Con Brent Suter, Cruz, Lucas Sims y Buck Farmer estabilizando el bullpen, es factible no necesitar a un Díaz enchufadísimo como en 2022 y 2023, pero no era esto lo que esperaban los Reds en primavera.
Mención honorífica para Graham Ashcraft si se mira sólo su ERA, pero el resto de estadísticas, que reflejan mejor la actuación real de un jugador, son prácticamente similares al grueso de su carrera….
Expectativas ante el cierre de mercado veraniego y pronóstico final de temporada:
Ponerse a fichar ahora mismo podría terminar costándole muy caro a Cincinnati. Con muy pocos equipos eliminados de toda lucha (Marlins, Rockies, White Sox, Angels y Athletics) y la mayoría de ellos vacíos de talento (bien porque ya se hayan deshecho de ellos o bien por lesión), el precio por hacerse con cualquier jugador que pudiera aportar algo diferente estaría probablemente muy inflado.
Es aún peor si hablamos de lanzadores, ya que todos los candidatos a los playoffs necesitan brazos (siempre ha sido así, pero aún más este año con la plaga de lesiones generalizada). Los Reds no necesitan lanzadores y menos a ese precio, y tal vez eso les haga moverse en otra dirección y ver qué interés hay por alguien como Montas, que firmó un contrato por un año para relanzar su carrera tras una lesión grave, pero que también daba flexibilidad a la franquicia para cambiar curso.
Cualquier incorporación en ataque corre el riesgo de bloquear tiempo de juego a los Marte, Encarnación-Strand, Steer, McLain, etc. y lo que hay en el mercado no es probable que vaya a ser mejor que esperar a ver si Will Benson, Jake Fraley o Friedl recuperan el nivel.
Si hay alguien que les quiera dar uno o dos potosís por Montas, los Reds están lo suficientemente lejos del playoff como para justificar una salida, pero están lo suficientemente cerca también para no moverse y apostar por que lo que ya tienen entre en calor.