Si algo nos ha demostrado la historia es que los partidos extra de desempate son partidos de postemporada, tanto o más cerrados que cualquier Wild Card o Series de División, Campeonato o Mundiales.
E indudable es que en el montículo tuvimos, en principio, a dos pitchers que perfectamente podrían lanzar un séptimo partido de las Series Mundiales. Dos pitchers que están en su año.
Para los Dodgers, Walker Buehler, el Rookie de de Kentucky, de veinticuatro años, que si no fuese porque nos encontramos con los portentos sobrenaturales de Soto y Acuña, estaríamos hablando de un firme candidato a Rookie del año. No defraudó erigiéndose en el protagonista del partido y pilar fundamental de la victoria esquivadora.
Por los Rockies, German Marquez, el venezolano, que venía de ser lanzador del mes de septiembre en la Nacional, y que igualó el récord de todos los tiempos, modernos, y de las grandes ligas de SO consecutivos desde el inicio del partido, ocho, aunque el hecho de que se tratase de los Phillies de septiembre le quita importancia.
Partido cerrado hasta la cuarta entrada, pocos lanzamientos y casi sin hits, solo uno para los Dodgers, con dos hombres dejados en base para ambos.
Y fue en esa cuarta cuando comenzó a verse inseguro a Márquez, visitas a la loma incluidas, y ya con dos eliminados, Cody Bellinger, por supuesto que Cody Bellinger, impulsó un home run de dos carreras con Max Muncy en base, home run que desequilibró tanto a Germán Márquez como a una defensa colorada que vio sin pausa colocarse en primera y segunda a Yasiel Puig y Kiké Herández, salvó de la quema a los de las Rocosas que a continuación en el cajón de bateo llegaría Walker Buehler: eliminado, fin de la cuarta y cambio de roles.
Los Dodgers llevaban 49-0 esta temporada cuando ganaba por cuatro carreras en este punto del partido, y no vivimos una excepción.
En un partido tan cerrado y con un Walker Buehler tan seguro, no recibiría el primer hit hasta la sexta entrada, la ventaja de dos carreras se intuía insuperable, pero es que, además, a Germán Márquez se le seguirían llenando las bases, y en la siguiente entrada, la quinta, un home run de Max Muncy con Joc Pederson en segunda dejaba el partido en cuatro carreras a cero y visto para sentencia.
Cambio de lanzador en los Rockies, quien sabe si se aguantó demasiado a Germán Márquez en el montículo. No tuvo su noche el de San Félix, incluso antes de recibir el rosario de carreras no se le notaba la seguridad de septiembre. De hecho, fue el objetivo de la cámara de ESPN durante buena parte del partido.
A partir de ahí y hasta la novena, poca historia, siguieron sin recibir carreras los Dodgers, y aún anotaron su quinta frente a unos Rockies abatidos, y, por supuesto, siguió el festival de Walker Buehler hasta que abandonó la loma, ovacionado por el Chávez Ravine, con 93 lanzamientos, en la séptima.
Pero fue en la novena cuando llegaron las malas noticias para los angelinos en las dudas y sombras sobre Kenley Jansen, comenzó concediendo dos home runs a los dos primeros bateadores a los que se enfrentó: Nolan Arenado y Trevor Story, si bien ni aún así se vio movimiento en el bullpen, por encima de todo había que dar confianza a Kenley Jansen, crucial para las aspiraciones Dodgers, correspondió a la confianza con tres eliminaciones, pero Jansen no está bien.
Final 5-2. 59 nueve años después de la victoria del 59 los Dodgers volvían a ganar un partido de desempate.