Llegó la primera gran cita de la postemporada, la Wild Card de la Liga Nacional, entre los Nationals y los Brewers, que parecía carecer de interés tras anunciar el técnico capitalino, Dave Martínez, el uso todo su arsenal en el montículo, algo que presagiaba una absoluta imposibilidad de anotación para los Brewers.
De inicio Max Scherzer, el eterno Cy Young, no existía mayor garantía, más aún ante a unos Cerveceros frente a los que acumulaba: 9 partidos con 51.1 entradas lanzadas, 2.29 ERA, 0.94 WHIP y 67 SO.
Por el contrario, sus últimas 7 salidas en Playoffs se habían saldado con derrota para su equipo, y con ello sobre su cabeza una inquietante espada de Damocles, un juicio que otros grandes, léase David Price o Clayton Kershaw han sufrido en las últimas postemporadas, juicio ganado por el primero, perdido por el segundo.
Al otro lado, Brandon Woodruff después de únicamente dos salidas tras su vuelta de lesión y ambas de dos entradas sin permitir carreras, un partido de bullpen para los de Wisconsin sí o sí, pues a poco más de 50 lanzamientos podía llegar su abridor. Finalmente en el Lineup Brewer los renqueantes Lorenzo Cain y Ryan Braun.
No era la hoja de servicios del heterocromo la única losa de la historia que pesaba sobre Washington, pues Nationals jamás habían ganado una eliminatoria de postemporada tras su traslado de Montreal, eliminados en las cuatro series de división que han disputado desde 2012, con una marca de 0-3 en partidos decisivos en casa desde entonces. Pese a ello, los Nacionales eran clarísimos favoritos dada la imposibilidad de recibir carreras presagiada.
Pero lo que hace tan maravilloso este deporte es que de nada sirven los pronósticos, que a la hora de la verdad es mucho más verosímil lo imposible que lo posible, y lo imposible era que Max Scherzer se encontrara 3-0 al inicio de la segunda entrada, recibiendo dos Home Runs ( Yasmani Grandal, y Eric Thames), el cubano, ponía el 2-0 en el marcador ante la atónita mirada del Planeta Tierra entero y sin excepciones, sin eliminados, en el primer lanzamiento que recibía, remolcando a Trent Grisham, quien se había colocado en primera gracias a una base por bolas, así empezaba el encuentro, primer y segundo bateador, primera y segunda carrera, problemas para el de Chesterfield que se acrecentaban al estrenar la segunda entrada con un home run de Eric Thames. Justo en la primera entrada se encontraba el peligro para Max, pues durante 2019 ha tenido peor ERA en dicha entrada que en cualquier otra de las cinco siguientes, el otro gran problema del 31 los zurdos, .635 SP con 8 HR, tras el All-star break, combinación que puede explicar lo ocurrido.
No llegaría la respuesta ofensiva de los Nationals hasta la tercera entrada, con un solitario Home Run de Trea Turner (solitario no solo en cuanto a que lo fue de una sola carrera, sino porque, además, fue lo único relevante en ataque para los Nacionales hasta la octava entrada) que dejaría la pizarra en 3-1. Final del primer tercio de partido al que Brandon Woodruff llegaba ya con 45 lanzamientos, y con ello Brent Suter empezaba a moverse en el bullpen, desde su debut esta temporada, el 2 de septiembre tras Tommy John, se había mostrado impecable en el relevo, 4-0 en 9 salidas y 18.1 entradas, con una ERA de 0.49 y solo 1 HR permitido, entraría finalmente en la parte baja de la quinta sustituyendo a un Brandon Woodruff, que cumplió con creces su cometido: 52 lanzamientos, 34 strikes, 3 K, permitiendo 1 sola carrera y 2 hits.
Y a continuación quien dejaría el montículo sería Max Scherzer, no aprobó el riguroso examen al que se encontraba sometido, 77 lanzamientos, 3 carreras permitidas y 22 bateadores enfrentados en 5 entradas, pero más allá de los fríos números no se encontró en ningún momento en el montículo, cada lanzamiento desafiaba el maltrecho corazón de Dave Martínez y llenaba de ansiedad las gradas del Nationals Park. Dio paso a un Stephen Strasburg, a quien a toro pasado tantos consideran debió abrir el partido.
Con Brent Suter (1 IP, 27 lanzamientos, 16 strikes y 1 H permitido), se inició el rosario de relevistas en las filas de Milwaukee, rosario previsto, ineludible y que muy pocos equipos pueden permitirse, entre ellos los Brewers, dado el potencial de su bullpen. Drew Pomeranz, el abridor convertido ya veterano en relevo que llegó el último día de mercado este mismo verano, cubrió la sexta y la séptima (2 IP, 30 lanzamientos, 2 SO, sin hits).
Y ya en la octava Josh Hader, garantía en el relevo al mismo nivel que Scherzer en la apertura, y como no podía ser de otro modo, falló, se le llenaron las bases (Taylor, Stevenson y Rendón) con dos eliminados, y aquí llegó la jugada del partido, un Juan Soto que se había mostrado nervioso en defensa, improductivo hasta el momento en ataque, 2 SO, bateó hacia un RF en el que erró, a mayor nivel que Hader, Trent Grisham, impulsando a sus tres compañeros en base, los Nationals llegaban a la novena por delante en el marcador 4-3, el encargado de cerrar el partido Daniel Hudson, se había mostrado seguro en últimas sus salidas y él no falló, los Nationals se llevaban la Wild Card.
Sí, los Nationals cumplieron el pronóstico, pero por el camino ocurrió todo lo que no estaba previsto, y no ocurrió nada de lo previsto. Lo más importante, habrá posibilidad de redención para Max Scherzer.