Lo bello del béisbol es que las hojas de ruta y los guiones no sirven de nada para un partido, y así fue ayer; pero el peso de la historia es inapelable y no solo sirve para nunca dudar de que ningún país hispanohablante funciona.
Todos los records de derrotas y eliminaciones de los Twins ante los Yankees se mostraron con todo su esplendor, así como la maldición que pesa sobre Ervin Santana cada vez que visita el Yankee Stadium. Un coliseo mulo, que, afortunadamente, no mostró su habitual glamour. Los Yankees seguirán siendo la bestia negra de Twins y Santana.
Como siempre, se planteó esto como un duelo de abridores y ninguno de los dos estuvo en el partido, ni Luis Severino ni Ervin Santana, el primero solo aguantó un tercio en la primera entrada, batiendo un sinfín de récords negativos de los mulos en postemporada. Tercio que le sirvió para permitir tres carreras dejando dos hombres en base, cierto es que la estratega de Joe Girardi era que Severino le aguantara tres entradas no esperaba que hiciese todo el partido, confiaba en su bullpen para, al menos, seis entradas.
A Santana lo aguantaron dos, y lo cierto es que perfectamente hubiese podido terminar en la primera, entrada ésta, en que permitió un home run de tres carreras a Didi Gregorius, lanzándole una recta centrada con 3-2, que resultó letal. Estuvo absolutamente descontrolado. Permitiendo, finalmente, cuatro carreras, antes de entregar la bola.
Fue la sexta vez en la historia de la postemporada en que ninguno de los dos abridores consiguió ni un Strikeout.
Y ante el desastre, los Yankees, movieron su bullpen y como se preveía resultó demoledor: primero Chad Green, luego un David Robertson que vivió la intervención más larga de su carrera. Inconmensurable, controló y mató el partido. Solo un pero a su actuación, pero que sin duda sirve para empañarla, el ridículo gesto de quinceañera rollo “Ay lo que ha dicho” que nos mostró cuando golpeó a Gary Sánchez en los huevos.
El bullpen Yankee consiguió 13 Strikeouts, récord de postemporada.
En cambio, Paul Molitor fue a abridores, lo tenía claro, así lo dejó ver la semana pasada, en caso de necesitar un relevo lo daría Berrios. En la Wild Card no se puede pensar en el futuro, en la Wild Card no hay un mañana. Además, y, obviamente, no podía entrar en un duelo de bullpens. Pero sus abridores no le respondieron.
Jose Berrios se complicó también la vida, permitió en la tercera, una carrera: 5-4 para los Yankees, cuando solo habíamos cumplido un tercio del partido. Y fue en la cuarta cuando apareció Aaron Judge, consiguiendo su segunda carrera que remolcó además a Brett Garner, dejando el marcador en 7-4. Berrios arriesgó con Judge y eso se paga. 3 R, 2 RBI, 1 BB, 0SO, .500, ayer Judge disipó todas las dudas sobre como afrontaría la postemporada, ayer el Juez se convirtió en magistrado. Su camiseta la más vendida esta temporada en las Grandes Ligas.
Una cuarta entrada, en la que por si no tenían bastantes problemas los Twins, Byron Buxton tuvo que dejar su puesto en el Center Field y el partido, con un fuerte golpe que sufrió en la primera entrada en una espectacular atrapada que evitó un Home Run para los Yankees. Y fue sustituido por un Zack Granite quien nos daría un clínic sobre como no hay que llegar a primera base.
A partir de ahí, el partido se cerró gracias a un Dave Robertson que se apuntó la victoria para dejar el partido ya muerto y cerrado en la sexta antes de desaparecer.
Desde entonces, simplemente, vivimos una sucesión de pitchers para los Twins, con Tommy Kanhle lanzando con total seguridad para los mulos antes del cierre de Chapman. Y la octava carrera de los Yankees en la séptima.
Anoche los Twins que no tuvieron opción alguna para la victoria, no les salió nada. Fueron muy superiores los Yankees, mucho más de lo que muestra el resultado. Los bombarderos del Bronx demostraron la fuerza de su bullpen, de su ofensiva y de lo bien que se movieron en julio.
Les esperan los Indians y con estos, además de su bullpen, necesitarán una rotación en condiciones.
El partido también trajo una nota positiva para la hinchada Red Sox, los Twins empataron el record de derrotas seguidas en postemporada que establecieron los bostonianos entre 1986 y 1995. Qué tiempos aquellos……