Astros 3, Red Sox 12. Uno puede caer en la tentación de escribir un titular como masacre, humillación o otros artículos tan de moda en el mundo del deporte, pero no creo que sean adjetivos calificativos que deban utilizarse en el mundo del juego de la pelota, y sobretodo cuando estamos hablando de una eliminatoria a siete partidos que todavía está con un 2-1, y queda tanto por jugar. Lo que pide el cuerpo es dar esto por sentenciado, pero lo que tenemos una edad ya hemos visto demasiado, no tanto como el coronel Kurtz en Apocalypse Now pero algo más que la gente de la generación youtuber o Trending Topic, sabemos que todavía quedan historias por contar y que hasta el último eliminado esto no ha terminado.
Empezó lanzando Eduardo Rodríguez para los de Boston, con un ERA de 4.74 durante la temporada, y en sus años de postemporada de 6.35, no es un candidato a Cy Young ni a salón de la fama, pero se marcó un partidazo. Los números nos pueden orientar, pero no adivinar lo que ocurrirá. En la otra trinchera de la loma teníamos a José Urquidy, un ERA de 3.62 durante esta temporada, nada mal para empezar un partido de postemporada.
Cero a cero durante la primera entrada y llegamos a la segunda, salen los Red Sox «vírgenes» de su turno de defensa, y llegamos a la parte baja de la segunda. Se llenan las bases con un eliminado, Christian Vazquez consigue un single, Alex Verdugo anota y siguen las tres bases llenas. Batea Christian Arroyo y manda una bola directa a Altuve, que no la controla, se le escapa y pierde una jugada fácil de doble eliminación, que si la hubiera conseguido sería un 1-0 al final de este inning -la eterna lucha entre lo que fue y lo que pudo ser-, pero no fue así, y se pasó a un 2-0 con bases llenas y llegó Kyle Schwarber que consiguió un Grand Slam, el tercero que consiguen los Red Sox en dos partidos, nunca se había conseguido una marca así en una serie de postemporada. De un probable 1-0 que ocurriría en un mundo ideal o jugando a «The Show», pasamos a un 6-0 que dejó a los de Houston hundidos.
Para redondear la faena los de Boston consiguieron tres carreras más en la tercera entrada y el 9-0 dejó el partido sentenciado. No hubo remontada histórica ni nada parecido, sólo números para las estadísticas de postemporada. Los Astros están tocados, pero esta noche hay un nuevo partido, y con una victoria igualarían la eliminatoria a dos, jugando el partido decisivo en Houston.