Entrevista a Bryan Oelkers.
Como ya comenté en mi anterior entrevista a las jóvenes promesas de nuestro béisbol, Marc Civit y Eduardo Domínguez, ha habido cuatro jugadores nacidos en España que han conseguido llegar a las ligas mayores estadounidenses, cima de nuestro deporte.
El primero de ellos, Al Cabrera, supuestamente jugador nacido en Canarias, jugó allá por 1913 pero es muy complicado saber la realidad de este jugador ya que, al ser una época un tanto oscura y al estar fallecido, no me atrevo a darle tanta veracidad a su nacimiento. Recordad que, en aquella época, había ligas de béisbol para blancos y ligas de béisbol para negros hasta que el mítico Jackie Robinson logró romper esas barreras. Por eso, me imagino que las falsificaciones de este tipo de datos para poder jugar en una liga u otra estarían a la orden del día.
Por eso, podría ser que la persona a la que entrevistamos pueda ser realmente el primer jugador nacido en España en alcanzar las mayores. Se trata de Bryan Oelkers, prometedor pitcher que no logró cumplir las altas expectativas que se depositaron en él. Él nos hace un repaso de su carrera profesional, con todos sus altibajos que tuvo y que refleja lo difícil que es hacer carrera en un deporte profesional.
Como me imagino que ya sabrás, eres uno de los 4 únicos jugadores nacidos en España que han jugado en la MLB. Es muy difícil contactar con los otros 3. Al Cabrera, el primero, falleció hace ya mucho tiempo. Y de los otros 2 (Al Pardo y Danny Rios), nadie sabe mucho salvo sus registros oficiales.
En primer lugar, muchas gracias por regalarnos algo de tu tiempo para contestarnos a unas preguntas.
Bryan Oelkers, ¿cuál fue tu vínculo con nuestro país? ¿Sigues teniendo actualmente vínculo alguno?
Yo nací en Zaragoza debido a que mi padre trabajaba en la Air Force de Estados Unidos y fue enviado a la base de Zaragoza a trabajar. Allí viví escasamente 18 meses por lo que no tengo ningún recuerdo de aquella época. Sin embargo, sí que visité la ciudad hace alrededor de 15 años con mi familia. Mi madre estaba encantada de volver a la ciudad donde pasó 3 años de su vida. Me pareció una ciudad muy bonita y la gente que conocí allí fue encantadora.
¿Pudiste conocer o hablar algo con los otros 2 jugadores nacidos en nuestro país que jugaron en la misma época que la tuya, Al Pardo y Danny Ríos?
Nunca tuvo la oportunidad de conocer ni de hablar con ninguno de los otros dos jugadores nacidos en España.
Nos gustaría saber cómo fue tu camino a la MLB. ¿Cuándo y cómo empezaste a jugar al béisbol? ¿Intestaste jugar a otros deportes populares allí, como el fútbol americano, baloncesto o hockey cuando fuiste un niño?
Comencé a jugar al béisbol cuando tenía 6 años. Y aunque probé en cada posición del campo (incluso de catcher zurdo), lanzar es lo que más me gustaba. Fui afortunado de poder jugar en un equipo de béisbol desde los 6 años hasta los 16 donde el cuerpo técnico era muy bueno y tenía grandes conocimientos del juego. Les doy todo el mérito a estos entrenadores por enseñarme todas las mecánicas de cada posición que jugué.
¿A qué High School fuiste?
Fui al High School en Saint Louis, Missouri. Al Pattonville High School. Allí lancé 4 años y fui drafteado por los Chicago Cubs en la vigésima ronda del draft pero elegí ir a la Universidad en vez de enrolarme en las filas de los Cubs.
¿Cómo fue tu experiencia en la Universidad de Wichita?
Me dieron una beca para enrolarme en la Universidad de Wichita y jugué al béisbol representando a dicha universidad. Pasé 3 años allí y en 1982 llegamos a las World Series universitarias consiguiendo un segundo puesto tras ser derrotados en la final por Miami. Ese era mi año junior en la universidad y fue elegido Mejor Pitcher universitario del año. Siempre digo a todo el mundo que jugar en la Universidad de Wichita béisbol universitario es la experiencia más inolvidable de mi vida deportiva. El deporte universitario es lo más puro que hay y disfruté cada minuto de esa experiencia. El equipo técnico fue fantástico.
Fuiste elegido por los Minnesota Twins en el puesto número 4 de la Primera ronda del Draft de 1982, inmediatamente antes de ser escogido uno de los mejores y más polémicos pitchers de la historia, Dwight “Doc” Gooden. La primera elección fue Shawon Dunston, shortstop. ¿Qué recuerdas de la noche del draft?
En mi época, el draft de béisbol no tenía la repercusión que tiene ahora. Sin embargo, fue una gran experiencia. Fui drafteado mientras jugaba las World Series universitarias por lo que hizo que fuera aún más excitante. Fue muy surrealista.
¿Supuso para ti mucha presión ser elegido en una posición tan alta? Sólo 4 jugadores de esa primera ronda de 1982 llegaron a ser All Stars, Shawon Dunston, Dwight Gooden, Duane Ward y Todd Worrell.
Ser elegido como Mejor Pitcher universitario y mi habilidad para estar siempre calmado y ser maduro en el montículo hizo que me draftearan tan alto. Toda mi atención la tenía en el juego y la verdad es que no me importaba lo alto que me eligieran en el draft. Lo único que me importaba era disfrutar del juego, y eso es lo que hacía.
¿Cómo fue tu paso por las ligas menores? ¿Qué diferencias encuentras en la vida en las Menores comparándolo con lo que vivirías después en la MLB?
Antes de llegar al primer equipo y ser integrante de un equipo de la MLB, sólo pasé 6 semanas en las ligas menores después del draft de 1982. Fui al Spring Training en 1983 y conseguí entrar en el equipo. Por eso, no tuve mucha experiencia inicial en lo que son las ligas menores. Sin embargo, una vez que me mandaron de vuelta después, me quedó claro lo diferente que son. Sin embargo, al ser una primera ronda del draft tan alta, mis problemas nada tienen que ver con los de otros jugadores. Ellos estaban jugando al béisbol por mucho menos dinero tratando, a la vez, de sacar a la familia para adelante. Las ligas menores son una vida difícil.
¿Cómo recuerdas tu primer partido como profesional? Sólo tardaste un año en ser promovido para el primer equipo. ¿Crees que estabas preparado entonces?
Si estaba preparado es difícil de saber. En mi mente, pensé que estaba preparado. Lancé en un partido de exhibición contra los Reds justo el día anterior del Opening Day y gané el partido permitiendo 7 hits y 3 carreras, si no recuerdo mal. Mi primera apertura como profesional fue 5 días después en Seattle y lancé un no hitter hasta la sexta entrada, pero me llevé la derrota al perder 3-2. Mi segunda apertura la volví a perder por 2-0 lanzando siete entradas. Y la tercera volví a perder por 5-4. Yo creo que estaba lanzando bien antes de ser mandado a las menores. Mi impresión es que, a pesar de estar lanzando bien, la gerencia de los Twins creyó que empezar con un 0-3 en victorias me iba a crear un problema de confianza al ser un rookie. Sin embargo, yo estaba bien, estaba lanzando bien y no estaba preocupado. Fue un poco después, cuando ya estaba en las menores, cuando empecé a darle vueltas a la cabeza en qué estaba haciendo mal y en cómo darle la vuelta para volver a las Grandes Ligas.
Jugaste con grandes jugadores durante tu corta estancia en la MLB. En Minnesota compartiste vestuario con jugadores como Gary Gaetti, Greg Gagne, Kent Hrbek o Gary Ward. Y en Cleveland jugaste con gente como Tom Candiotti, Joe Carter, Julio Franco, Brook Jacoby o Otis Nixon. ¿Quién fue el mejor pitcher y bateador con el que compartiste equipo? ¿Cuál fue tu mejor compañero?
Cuando estuve en Minnesota, tuve una muy buena relación con otro pitcher llamado Brad Havens. En Cleveland pasé mucho tiempo con el pitcher rookie Rich Yett y con Scott Bailes. Y durante mi última estancia con los St. Louis Cardinals, mi mujer y yo nos hicimos muy amigos del pitcher Bob Tewksbury y su mujer Laura.

Como pitcher, me imagino que alguna vez, al enfrentarte a un bateador, pensaste… ¡No quiero lanzar a este tío!. ¿Quién fue el jugador que más te hizo pensar eso? ¿Quién fue el bateador que más daño te hizo?
¡¡¡No había manera de eliminar a Ricky Henderson!!! Él era un jugador espectacular. Aunque lanzaras unos lanzamientos buenísimos, él conseguía hacer fouls y no había manera de eliminarlo. Luego, lanzabas un lanzamiento un poco peor, y conseguía el hit.
¿Dónde estuviste esos 2 años (1984 y 1985) entre medias de tus 2 experiencias en el que no estuviste lanzando en la MLB?
Esa es una gran pregunta que me lleva a un punto de mi carrera que muchos desconocen. Después de ser mandado en 1983 a las menores de vuelta, fui llamado de nuevo, pero me volvieron a bajar un mes después. Durante el Spring Training de 1984, la gerencia me informó que no me consideraban para el primer equipo y que iba a empezar la campaña en el equipo AA de Orlando, en Florida. Me querían un año entero en las menores. Así que pasé el año entero en doble A donde tuve un buen año. Lancé 220 entradas y gané 16 partidos, logrando liderar la liga en varias categorías y alcanzando el All Star. Así, en 1985 fui invitado de nuevo al Spring Training y me designaron como uno de los abridores para el año 1985. A mediados del Spring Training estaba lanzando bastante bien y sabía que iba a volver a las mayores, lo que hizo que se me quitara mucha presión. Pero entonces, me fastidié el codo y me pasé todo el año 1985 rehabilitando mi codo. Debido a esta lesión, no fui capaz de lanzar como lo hacía anteriormente perdiendo mucha velocidad en mi recta. Sí volví a las mayores con los Indians pero esa sería mi última experiencia en las grandes ligas.
¿Cómo te describirías como pitcher? ¿Qué tipo de lanzamientos lanzabas?
Cuando estuve saludable, era un pitcher de poder. Por eso me eligieron tan alto en el draft. Lo más característico de mi repertorio era una bola muy rápida. También tenía un muy buen cambio mientras que mi curva y mi slider eran más corrientes.
¿Quién era tu ídolo cuando eras joven?
Cuando crecía, me fijaba mucho en cómo lanzaba Lou Brock, de los St. Louis Cardinals. Me encantaba verlo lanzar.
¿Con qué pitcher de la actualidad te podrías llegar a asemejar?
Realmente no tengo una respuesta a esto. Me encantó jugar al béisbol, pero luego sólo lo seguí un par de años. Ahora mismo, no veo mucho.
¿Qué consejos le darías a un joven pitcher que sueña en lanzar en las Grandes Ligas de USA?
Jugar al béisbol me ha ayudado en todos los aspectos de mi vida con valores como el liderazgo, trabajo en equipo, empoderamiento, compromiso, trabajo duro para alcanzar un objetivo, cómo manejar las situaciones complicadas y muchas más cosas. Puede sonar cursi, pero jugar a un deporte cuando eres joven es una buena enseñanza. Yo animo a cualquier chico o chica a jugar a cualquier deporte y hacer uso de todo lo que se aprende en el resto de su vida.
¿Cómo es la vida después del béisbol? ¿Trabajas en algo relacionado con él?
Muy interesante. Después de dejar el béisbol en 1989, conseguí un buen puesto en Mastercard donde apliqué todo lo que aprendí en mi época de jugador y conseguí allí una gran carrera profesional. Me jubilé en 2018 después de estar como Vicepresidente para esta gran empresa durante años. Viajé mucho y disfruté cada momento que trabajé allí.
Muchas gracias por tu tiempo, Bryan. Ha sido un auténtico placer.
Muchas gracias a vosotros.