En 2018 los campocortos firmaron su mejor temporada ofensiva como colectivo desde la llegada de la agencia libre. Según nos cuenta Eno Sarris en un artículo para The Athletic solo produjeron un cinco por ciento menos que la media de la liga.
Cal Ripken Jr., Nomar Garciaparra, Derek Jeter y Alex Rodriguez. A finales de los noventa estos cuatro jugadores revolucionaron un puesto en el que durante años el guante había sido lo fundamental. A los campocortos lo que se les pedía era defensa. Si además había algo de contacto y buenas piernas pues mejor que mejor, pero lo de pegar Home Runs e impulsar carreras no era especialmente importante. Era trabajo de otros.
Entonces llegaron esos cuatro monstruos y nos demostraron que los campocortos del siglo XXI además de poder defender en el puesto más exigente del diamante también debían de ser capaces de aportar en ataque como un jardinero o un primera base. Más recientemente hemos atendido a otro cambio radical. Los shifts defensivos, la tendencia a cometer strikeouts y la obsesión de los bateadores por pegar batazos elevados han hecho disminuir la importancia defensiva del infield en general y de los campocortos en particular. Para ser torpedero ya no se necesita un guante mágico, sino un bate poderoso. La sentencia de muerte de los Mark Belanger del mundo está firmada.
A pesar que desde un punto de vista defensivo la posición ya no es tan importante jugar como shortstop sigue dando prestigio. Hace que moles más. Manny Machado lo tiene claro. El ex de los Orioles no solo es uno de los bates más peligrosos de la liga, su defensa en tercera base es superlativa. Y sin embargo sigue empeñado en jugar como campocorto, donde su guante no luce tanto y las lesiones son más frecuentes. Este asuntillo parece que está siendo clave en la firma de su nuevo contrato.
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Pese al circo mediático que rodea a Machado la estrella absoluta en la posición en Francisco Lindor. El de los Indians lo tiene todo. TODO. Cinco herramientas como cinco soles. Cuando debutó en 2015 parecía que otro novato iba a ser el camporto del futuro. Un tal Carlos Correa se llevo aquel año el premio de Rookie del Año. El tiempo y las lesiones han demostrado que Lindor es mejor y más completo. Correa es a día de hoy un jugador unidimensional al que se le ha olvidado correr y que vive del nombre. Podríamos incluso decir que si sigue así tiene los días contados en la posición. Los Astros tienen al sustituto en casa: Alex Bregman.
Otro al que esta por ver como le sientan las lesiones es a Corey Seager. El llamado a ser jugador franquicia de los Dodgers se perdió casi todo el 2018 por problemas físicos. Pasó dos veces por el quirófano: cadera y Tommy John. No se sabe cuando estará listo para volver a las Mayores e incluso se pone en duda que pueda regresar como shortstop a tiempo completo. Lo cierto es que los Dodgers parecen optimistas, a pesar de la salida de Machado no han reforzado la posición. Se la jugaran con Taylor y Kike Hernandez en los primeros tramos de la temporada y rezaran por una vuelta estelar de Seager.
Treinta millas al Sur de Los Ángeles están mucho más tranquilos. En Anaheim tienen el puesto cubierto con uno de los mayores seguros de la MLB. Andrelton Simmons fue durante la primera etapa de su carrera en Atlanta un campocorto de la vieja escuela. Mucha defensa y poco ataque. No exageraríamos si nos referimos a él como uno de los mayores talentos defensivos de los últimos 20 años. Pero es que desde su llegada a los Angels en 2016 hemos visto como se convertía en un bateador mucho más peligroso al tiempo que su brazo y su guante se mantenían intactos. Dos años consecutivos acabando en el Top 15 de las votaciones por el MVP muestran el nivel al que está rindiendo el de Curaçao.
Y si Simmons representa mejor que nadie al shortstop clásico Trevor Story encarna la nueva versión de la posición a la perfección. Es, ante todo, un pegador. En 2018 fue el campocorto con más RBI (108), slugging (0.567) e isolated power (0.267). También el que se ponchó con más facilidad (K% de 25.6%). Seguro que jugar en Colorado le ayudó algo pero son números que se asemejan más a un bateador designado que a un shortstop. Hace 40 años Trevor Story no hubiera existido.
Xander Bogaerts es una versión «refinada» de Story. Un torpedero eminentemente ofensivo, pero con más recursos que el de los Rockies. El bate sigue siendo su mayor atractivo, y el poder (cuando esta ahí) el aspecto de su juego que lo convierten en un jugador diferente. Eso es lo que sucedió en 2018. Solo Machado tuvo un wRC+ mejor que el de los Red Sox. Pero además es capaz de aportar en otras facetas. Su defensa mejoró mucho en 2018. En años anteriores había estado protegido por Pedroia pero este pasado año él fue la pieza clave del infield. Si consigue mantener el nivel en 2019 Boston volverá a competir hasta el final y Bogaerts será uno de los cromos más atractivos de la agencia libre.
De esta manera acabamos con la élite, con «la creme de la creme» de los campocortos. Javier Baez no ha aparecido porque a pesar de haber jugado algo como shortstop creo que debe ser considerado un segunda base, posición en la que se ha venido desempeñando habitualmente.
El campocorto más interesante de los que podríamos denominar de «segundo nivel» es seguramente Jean Segura. Su salida este invierno de un conjunto en reconstrucción (o lo que sea que pasa por la mente de Dipoto), los Mariners, a otro que esta creciendo, los Phillies, hablan de su buena consideración dentro de la liga y del potencial que muchos equipos ven en él. En los últimos años ha demostrado ser un jugador rapidísimo (164 bases robadas desde 2013), con una defensa aseada y una mente un poco difusa. Ha combinado tramos de All Star con otros en los que daban ganas de mandarlo a las Menores. Lo cierto es que con él cubriendo la posición los aficionados de los Phillies deberían estar relativamente tranquilos. No se repetirá la pesadilla del 2018.
En Washington la mayoría están de luto por el tema de Bryce Harper, pero lo cierto es que en ese equipo aún hay gente que puede dar muchas alegrías a los aficionados. Uno de ellos en Trea Turner. Su arma principal son las piernas. Tres años le han bastado para convertirse en uno de los «ladrones de bases» más peligrosos de la MLB. A pesar de que en un primer momento se pensó en aprovechar su velocidad para cubrir el jardín central ha demostrado que es mucho más útil como camporto. Si consigue mantener su promedio de embasado en torno al 0.340 será una pesadilla para los pitchers rivales y se hinchara a anotar carreras.
Los Cardinals volverán a confiar en Paul DeJong. A pesar de sus 24 años y sus dos temporadas escasas en las Mayores estamos hablando de un jugador plenamente asentado. Otra de esas piezas que se sacan de la manga en St. Louis. Cumplidor en defensa y con cierto poder en el cajón.
Otro pelotero más que establecido en el Gran Show es Marcus Semien. El de los A’s ha ido progresando año a año hasta acabar disipando las dudas que despertaba en sus inicios. Su defensa ha mejorado significativamente en las últimos tres temporadas y es versátil es ataque. Uno de esos bateadores capaces de irse a los dobles dígitos en home runs y bases robadas.
Jorge Polanco y Orlando Arcia son las versiones jóvenes de Semien como campocortos. El primero se perdió el arranque de la temporada pasada por un asunto de dopaje, pero desde que volvió se hizo con el campocorto de los Twins. Arcia, a pesar de disponer de muchas oportunidades, dejó un sabor agridulce. Se mostró muy agresivo con el bate y fue mandado a las Menores en dos ocasiones. Tiene que aprender a controlar mejor la zona de strike. No parece que ninguno tenga madera de estrella, pero si los requisitos para disfrutar de una carrera larga en la MLB.
Jose Peraza y Dansby Swanson están a día de hoy en el mismo nivel que los anteriores campocortos, pero da la sensación de que tienen un techo más alto. Peraza solo hace que recibir elogios desde la gerencia y el staff de los Reds. Se dice que es un chico muy centrado y trabajador que aprende algo nuevo cada día. Su físico es tan espectacular que se rumorea que podría dar el salto al centerfield para cubrir el hueco dejado por Billy Hamilton. Swanson, por su parte, ha demostrado tener un gran guante. Ahora le queda dar el siguiente paso y empezar a producir en ataque.
Cubs y Yankees, dos de los equipos que a priori lucharan por los playoffs, tienen una papeleta importante con los campocortos. En Chicago necesitan solucionar el tema de Addison Russell. No solo es que se vaya a perder los 40 primeros partidos de la temporada por una sanción, es que hay que recuperarlo anímicamente y ver como encaja el vestuario su vuelta tras una situación personal un tanto comprometida.
La lesión Didi Gregorius, un jugador que aún no sabemos si es real, ha obligado a los Yankees a firmar a Troy Tulowitzki. A pesar de las dudas que genera el fichaje parece que ‘Tulo’ será titular hasta la recuperación de Sir Didi.
Los Giants seguirán apostando por Brandon Crawford, un viejo rockero que siempre cumple. Entre los jóvenes destacan Adalberto Mondesi, que tras la marcha de Escobar se perfila como la primera opción de los Royals, y Willy Adames. Este último es una de las perlas del farm system de los Rays. Llevamos mucho tiempo oyendo hablar de él y parece que por fin esta listo.