Todos los caminos conducen a Roma, y parece que todos los hechos nos van a llevar a una huelga en la MLB, lo que probablemente retrasará la pretemporada de invierno y nos podría llevar a una temporada regular más corta o inexistente.
Durante unos años he estado metido en un sindicato, y en todo el meollo de una huelga que montamos por las buenas condiciones laborales de mi sector, y en la MLB aparecen algunas coincidencias que llevan a muchos trabajadores a protestar, y el arma de protesta, a parte de las Redes Sociales y todo su peso -ya sabes que un mensaje con muchos RT se convierte en realidad, la magia de Twitter-, son las huelgas.
La situación de los jugadores es difícil, no hablamos de las grandes estrellas con sueldos brutales, que no se quejarán de lo que están cobrando, nos referimos a la clase media, la más castigada en todo este nuevo orden de la MLB. ¿Para qué voy a renovar a un jugador que me va a producir un WAR de 3 por 8 millones de dólares si puedo traer uno de las ligas menores que me dará un WAR de 1 por 575.000 dólares? Y una o dos victorias más, a quién importan, si nuestra franquicia no va a luchar por las Series Mundiales, y a los fans de nuestro equipo les contamos la milonga de la reconstrucción y todos lo picks que tendremos en el futuro y tan contentos.
Pongamos al equipo de Cleveland, los Guardians -que han conseguido tener nuevo nombre tras la disputa de estos con los Guardians Roller Derby, y dejarán que los dos equipos tengan el mismo nombre. Nada, que eliges un nombre y después miras en google y te das cuenta que otro equipo tiene el mismo nombre que tú, pequeños fallos de nada, bien, lo que le pasaría a mi hija de siete años-. Pues volviendo a Cleveland, los Guardians tienen un contrato televisivo de 50 millones de dólares anuales, si consiguen que los gastos del equipo no superen los 50 millones, el resto son beneficios, el roster ahora es de 35 millones de dólares, y si es cierto lo que se rumorea y cambian a José Ramírez por algunos jugadores jóvenes de otro equipo, el roster se quedaría en 21 millones de dólares, lo que da un beneficio al equipo de 29 millones, sin contar los ingresos de los partidos en su estadio. Bien, un negocio redondo, con el problema de que el equipo no será competitivo y una pérdida de unos 80 a 120 millones de dólares para los jugadores, ya que todo ese dinero que debería pagarse en sueldos no se va a gastar y va a ir a las arcas de una empresa privada que gestiona una franquicia deportiva.
He abierto una cuenta en substack, por si quieres recibir mis artículos de MLB, algunos de NBA o otras historias en tu correo. Dale al enlace para darte de alta en “Historias y Opiniones sin Importancia“.
¿Dónde lleva todo esto? Grandes jugadores con grandes sueldos y la aniquilación de la clase media, que serán sustituidos por jugadores de las Ligas Menores, hasta que su sueldo sea demasiado alto y entonces a la calle. Esta política afecta a la mayoría de los jugadores, y esta claro que si los jugadores quieren mejorar su nivel adquisitivo votarán en contra de seguir así. Y los dueños no quieren dejar de tener beneficios, así que el conflicto está listo para disputarse. Pueden ocurrir muchísimas cosas, estamos al inicio del conflicto trabajadores y patronal, pero lo lógico parecería que las franquicias gasten un mínimo en plantillas para estar en la MLB. La media ahora son 101 millones de dólares, que parece una cifra correcta de gasto mínimo para los equipos.
Yo apuesto por la huelga al inicio de temporada, ¿Por qué apostáis vosotros?
*No todos los equipos tienen la actitud de los Guardians, algunos están preparados para competir, pero otros ya sólo buscan el rédito económico, con el beneplacito de muchos fans que no ven problema en no gastar, en fin.
Y para terminar, os dejo una obra maestra, que viene perfecta para este artículo.