Este invierno promete ser largo, ya se veía venir desde hace tiempo. Personalmente ha sido genial que el último plato de MLB que me he echado a la boca, haya sido un postre tan dulce. La victoria de Atlanta en las World Series va a hacer que la espera habitual de toda offseason se haga mucho más llevadera. Y viene bien, pues como decía, para el 2 de diciembre habrá seguramente cierre patronal y cese de todas las actividades. No se llegará a un acuerdo por el convenio y pasado el día 1 empezarán los movimientos de presión. Y el más evidente para la MLB y los propietarios es ese, coger el balón, que es suyo, y decir que si no se juega como ellos quieren, no se juega.
No habrá winter meetings, ni ningún otro evento, y el mercado de fichajes evidentemente se quedará congelado con las nieves. La única pregunta es cuánto durará. La noche es oscura y alberga horrores. Qué bueno que ganaran lo Braves, de verdad.
Y lo espectacular es que fuera este año. Es increíble el béisbol. 26 años esperándolo y al final ha ocurrido justo este año. El mismo que Acuña se rompe en Julio, que D’arnaud se pierde media temporada cuando solo le teníamos a el y a dos chavales aún verdes para el puesto de catcher. Cuando se descubre que Ozuna es un despojo de persona. Cuando Soroka se vuelve a joder el talón paseando por el parking e Ynoa la mano dando un golpe en el dugout. Pues si, ha sido este año.
Mira que a finales de los 90, principios de los 2000, teníamos un equipazo. Mira que cuando Chipper se marchaba le dejaba el relevo a Freeman. Mira que en los cuatro últimos años hemos crecido para ser aspirantes a todo y el año pasado tuvimos en la mano el pase a la final. Pues nada, ha sido este año. Si, este 2021 que no estuvimos por encima del 50% de victorias hasta agosto y que hemos pasado a la postemporada con el peor record de todos. Y en el que el rival siempre fue favorito en todas las series. De verdad, es increible.
Me voy a acordar mucho de esta temporada y de como Fernando me decía que había que esperar, que siempre el buen momento estaba ahí delante esperando. Mientras tanto, yo le mandaba mensajes pesimistas. Bueno, no solo yo, tambien @AlejandroBartus en esa pequeña Braves Country en miniatura que hacemos por aquí. ¡¿Qué más nos puede pasar este año?! Faltaba que a alguien se le cayera un piano encima o se atragantara con el hueso de una aceituna. Y sin embargo Fernando Díaz manteniendo la esperanza, optimista hasta el final. Y tenía razón. Siempre tiene razón. Por eso en 2021, el año del 44, ha ganado la fantasy, ha acertado su predicción en las World Series y ha narrado como los Braves ganaban.
Y entonces ¿qué es lo que ha pasado? ¿Qué convierte a un equipo mediocre en campeón? Lo digo porque puede ser un interesante aprendizaje para el futuro. Pues bueno, parece haber consenso en que los movimientos de julio, aunque en su momento no tuvieran un gran eco, junto con la química y la buena labor del manager, son los causantes de este lanzamiento a la gloria. En mi opinión, hay más cosas que han influido. E incluyo en ellas, por encima incluso de la renovación del outfield, a la vuelta en magníficas condiciones del catcher titular el 11 de Agosto.
El día 1 de ese mismo mes, el equipo a la postre campeón, tenía un record de 52-55. Si, así es. Tres derrotas más que victorias con dos tercios de temporada a la espalda. Es todo un mensaje para el resto de aficionados a equipos con temporadas irregulares. Y también da, sin duda, un crédito importante a lo que significan los refuerzos veraniegos para un club. Lo demás son cosas que son parte del deporte. Freeman no empezó nada bien, Austin Riley hace no mucho se pegaba con Johan Camargo por la tercera base. Y de repente, el estallido. Como si se alinearan los planetas. Después Charlie Morton pitchea con el peroné roto y Jorge Soler la manda fuera del Minute Maid Park, pero eso ya es parte de la leyenda.
Dije que había estado esperando 26 años, pero no quiero hacerme la víctima. Hubo una época larga entre las World Series de White Sox y las de Royals en las que estuve desencantado. Sin embargo, ha pasado mucho tiempo igualmente, muchas cosas han cambiado en el mundo y en mi vida desde que vi aquella doble página central en el As sobre unos Braves que habían ganado el trofeo del comisionado en 1995. Pero que muchas cosas.
Tantos años como los que han pasado desde la última huelga y desacuerdo por el convenio. No sé si es casual que eso y la victoria de los Braves vuelvan a ir un poco de la mano. Y es que, no soy optimista, creo que lo que necesitan los jugadores y lo que están dispuestos a dar los clubes no está ni cerca. El sistema es muy injusto y tiene muchos vacíos legales. Apostar porque cambie todo eso de una sola vez, es de declarada inocencia. Muy lejos están ambos como para acercar algo posturas y que lleguen a un entendimiento. Puede que pasemos otro tiempecito sin Grandes Ligas. Se me va a hacer cuesta arriba la espera. Menos mal que ganaron los Braves.