Repasamos el 2017 de los Red Sox jugador a jugador.
David Price. APROBADO. Las lesiones y los problemas con la prensa han marcado la mayor parte de su temporada. No obstante, cuando ha jugado lo ha hecho bien. Cumplió como abridor en junio y julio y dominó como relevista en la parte final de la temporada. Si su hombro está totalmente recuperado puede convertir a la rotación de los Red Sox en una de las más dominantes de la liga (crucemos los dedos).
Chris Sale. SOBRESALIENTE BAJO. 300 k’s, un ERA por debajo de tres, más de 200 entradas lanzadas… Temporadón del zurdo en su debut en Fenway que solo queda algo desdibujado por su bajón en el tramo final de la temporada.
Rick Porcello. BIEN BAJO. Todos sabíamos que su 2016 era irrepetible. Nadie le pide ser un ace, con que sea un número tres basta. A pesar de ciertos problemas de control (su mayor fortaleza el año pasado) y de su tendencia a permitir cuadrangulares ha conseguido lanzar más de 200 episodios. Se espera un poco más de solvencia.
Eduardo Rodriguez. BIEN BAJO. ERod irrumpió en las Mayores en 2015. Su debut fue francamente ilusionante pero lo cierto es que dos años después seguimos esperando. La rodilla (de la que se ha operado en la off season) le ha lastrado mucho. No le ha permitido encontrar regularidad y ha afectado a sus actuaciones. El control y la tendencia a poner la bola en el aire son dos cosas en las que debe trabajar mucho.
Drew Pomeranz. NOTABLE. El abril pasado solo se hablaba de Pomeranz para especular sobre la fecha de su inevitable lesión. Los meses se fueron sucediendo y Pomeranz no solo no se lesionó sino que se convirtió en el segundo abridor del equipo. Ha firmado la mejor temporada de su carrera y ha demostrado que la combinación de su curva y su cutter le convierten en un lanzador que marca la diferencia.
Doug Fister. BIEN ALTO. Fue de menos a más. Llegó como simple parche para cubrir el siempre complicado quinto puesto de la rotación y acabó abriendo un partido de playoffs. Parecía un jugador acabado y sus dos meses con los Red Sox deberían garantizarle un hueco en una rotación en 2018.
Craig Kimbrel. SOBRESALIENTE. Mejor ratio K/9 y K/BB de las Mayores. Ponchó a casi el 50% de los bateadores que enfrentó y limitó sus problemas de control. Además, pitcheó bien fuera de la novena. No hay más que decir.
Joe Kelly. NOTABLE. Parece que tiene futuro como relevista. Incluso puede tener uno brillante. Su capacidad para lanzar por encima de las 100 millas es solo una anécdota. La clave está en que consigue inducir contactos muy débiles y muchas bolas rodadas. Lo que es lo mismo: outs fáciles para la defensa. Su debe está en que sigue teniendo problemas de control. Veremos cómo evoluciona, pero una primera temporada como relevista muy satisfactoria.
Matt Barnes. BIEN ALTO. La progresión de Barnes en los últimos años ha sido lenta pero segura. Esta temporada ha vuelto a ir un pasito más allá. Ha sido una pieza clave del bullpen, de hecho, ha lanzado más innigs que ninguno de sus compañeros. Ha demostrado que es capaz de sacar strikes y ha desarrollado un pitch secundario. Su gran problema han sido las high leverage situations y los partidos fuera de casa.
Robbie Ross Jr. SUSPENSO. Estaba destinado a ser una pieza clave del bullpen en 2017 pero una lesión de espalda limitó a nueve las entradas lanzadas en toda la temporada. Después de un año tan pobre ha decidido no renovar y salir a la agencia libre donde puede ser un «robo» importante para un equipo que necesite de relevistas.
Heath Hembree. APROBADO. Se esperaba un poquito más de él, especialmente tras el espectacular mes de abril que tuvo. Para que se vean cuáles eran las expectativas diré que servidor empezó una pieza titulada Por qué Heath Hembree ira al All Star que afortunadamente no se llegó a publicar. Su tendencia a conceder home runs y los contactos duros le han matado. Además, ha sufrido más de lo esperado ante bastes diestros, su supuesta fortaleza.
Dustin Pedroia. BIEN. Es francamente triste tener la certeza de que los mejores años de Pedroia ya quedaron atrás. Los segundas bases tienden a ser jugadores que se apagan de la noche a la mañana y que son difíciles de reubicar en la primera o como bateadores designados por su carencia de poder. Lo positivo es que la defensa de Pedroia ha seguido siendo buena, su disciplina brillante y su contacto correcto. Lo negativo es que las lesiones han limitado su tiempo de juego y hay muchos interrogantes sobre como volverá de la operación a la que ha sometido en octubre.
Andrew Benintendi. NOTABLE. Conviene recordar que esta ha sido la primera temporada completa de ‘Beni’ en la MLB. Quizás se esperaba algo más de él, pero ha demostrado ser un jugador que hace muchas cosas muy bien: 20 homers, 20 bases robadas, 90 impulsadas, BB/K de 0.63, una defensa cada vez mejor… La única preocupación es su problema con los pitchers zurdos. Es joven y debería ser capaz de corregirlo.
Mookie Betts. NOTABLE. Solo un jugador muy bueno puede firmar una temporada como la de Betts y dejarte con la sensación de que ha tenido mal año. Se ha coronado como uno de los mejores defensores de la liga y ha pasado de las 100 impulsadas y 100 anotadas por segundo año consecutivo.
Hanley Ramirez. SUSPENSO. Año muy decepcionante. Ya sabíamos que no era Ortiz, pero ha sido incapaz de producir. Poco poder, contacto nulo y muchos ponches. Esperemos que una lesión de hombro de la que se operó al quedar eliminados de playoffs fuera la culpable.
Xander Bogaerts. SUSPENSO. Oír eso de que quizás los Red Sox deberían haber traspasado a Bogaerts hace un par de años (por Matt Harvey. GLUPS!!!) no es indicador de nada bueno. Cuando además alguien se atreve a decir que quizás sea otro Ellsbury de la vida todavía peor. Lo cierto es que el campocorto fue de más a menos. Sus números en la segunda mitad han sido horrorosos y las sensaciones dejadas en el cajón mucho peores. Hace swing de una manera errática y verle pegar algo que no sea un single es un milagro. Otra mala temporada haría saltar todas las alarmas y los detractores del trade que mandó a Jose Iglesias a los Tigers volverían a tener algo que decir.
Mitch Moreland. BIEN ALTO. Moreland llegó como un parche para cubrir la posición mientras se decidía que hacer con ella (¿dársela a Sam Travis? ¿Ir a por Hosmer en esta agencia libre?). Cumplió a la perfección. Su defensa ha sido algo peor de lo esperada, pero venía de ganar el Golden Glove, así que un bajón entraba en los planes. Su ataque ha sido irregular, pero ha tenido el ISO más alto del roster y el segundo mejor slugging. Cumplidor.
Jackie Bradley Jr. BIEN. Tan fiable y regular en defensa como impredecible en ataque. A estas alturas ya sabemos que esperar de Bradley: un gran guante y un bate que pasa del calor al frío a toda velocidad. En 2017 hemos descubierto que lo mejor es ponerle al final del lineup y esperar. Lo normal será un strike, pero ha demostrado tener cierto poder y es un buen corredor de bases. Si servidor fuera el GM de los Red Sox lo tradearia sin pensarlo. De hecho habría que haberlo hecho el año pasado.
Sandy León. BIEN. Si, vale. No hemos vuelto a ver al Huracán Sandy que sembró el terror con el bate el año pasado. Pero León es un buen catcher defensivo y además ha construido una gran relación con Sale (al que siempre recibe). Solo por esto último tiene un hueco en el equipo.
Christian Vázquez. NOTABLE. La extraña fuerza ancestral que el año pasado poseyó a León parece que encontró en Vázquez a un nuevo inquilino. A pesar de tener algunos problemas de disciplina el receptor firmó una gran segunda mitad de temporada y nos ilusionó. Quizás su bate no sea tan plano como esperábamos. Su defensa no ha decepcionado, está entre las mejores de la Liga.
Chris Young. SUSPENSO. Considerado el especialista contra bates zurdos. Sus números ante lefties fueron los siguientes: .200/.210/.280. Queda todo dicho.
Brock Holt. APROBADO RASPADO. La culpa de su limitado y mal rendimiento la han tenido las lesiones. Lesiones especialmente graves y relacionadas con contusiones cerebrales que le provocaron vértigos y mareos. Su versatilidad, no obstante, ha sido muy útil cuando ha estado disponible. A pesar de ser un jugador muy querido, la marcha de Farrell, con el que estaba muy unido, parece que provocara su salida.
Rafael Devers. SOBRESALIENTE. Solo ha jugado la mitad de la temporada y su defensa ha sido espantosa. Y aún así ha sido vital. Solo él y Sale nos han conseguido sacar una sonrisa en 2017… Nos dejó uno de los mejores momentos del año y parece que tiene un futuro brillante por delante
Eduardo Nuñez. SOBRESALIENTE. Su llegada, como la de Devers, le dio al equipo algo que no tenía. No es el bateador más cerebral, ni un gran defensor, ni un slugger. Pero su agresividad (tanto corriendo como bateado) le dio vida a un lineup que estaba muerto.