Tras varios años de reconstrucción, los Oakland Athletics empiezan a ver la luz al final del túnel.
El 2017 ha estado marcado por la llegada de un nuevo Presidente, Dave Kaval, una persona muy activa con el club y el cual ha llevado a cabo muchas propuestas con el objetivo de atraer al público a los partidos y recuperar ex-jugadores de los Oakland Athletics a la disciplina del Club, como el caso de R. Henderson o J. Canseco. Como gran objetivo, Dave Kaval anunció la construcción de un nuevo estadio cerca de Laney College, en el centro de Oakland, que se calcula se pueda inaugurar en el primer partido del 2023.
En la parte deportiva, muchos e importantes cambios. El equipo ha decidido claramente apostar por la juventud y se ha liberado de jugadores de peso como S.Vogt que se fue a los Milwaukee Brewers, el intercambio al «ace» en las últimas temporadas S. Gray a los Yankees de Nueva York, a cambio de 3 grandes promesas, J. Mateo, D. Fowler y J. Kaprielian y también esta temporada han mandado a S. Doolittle y R. Madson a los Washington Nationals, a cambio de B. Treinen, J. Luzardo y S. Neuse. Este último, S. Neuse, ha dejado muy buenas sensaciones en la última parte de la temporada con los Midland RockHounds de la Texas League (South Division) AA.
Casi todos los jugadores recibidos son jóvenes promesas con muy buen cartel.
Pero lo más importante ha sido la llegada al primer equipo de nuevos prospectos, que han marcado la diferencia en este final de temporada. Entre los más destacados, el 1B: M. Olson (23 HR), el 3B: M. Chapman (WAR 3.46), el LD: P. Blackburn (3-1) o el Catcher: B. Maxwell, polémico tras sus protestas contra D. Trump, arrodillándose ante el himno de EE.UU., y una vez terminada la temporada siendo detenido por la policía de Arizona, después de ser denunciado por apuntar con un arma de fuego a una empleada de comida a domicilio.
En definitiva, un año más de transición a la espera de que su Farm System empiece a dar los resultados deseados por todos los aficionados a los Oakland Athletics.