Realmente podríamos resumir toda la temporada 2017 de los San Francisco Giants en una sola palabra, DECEPCIÓN.
Junto con los Detroit Tigers hemos sido los peores equipos de la liga con un record de 64-98. Algo que nadie esperaba a principios de temporada. Cierto es, que a estos chicos les motiva más, cuando los años son pares, pero, ¿hay que dejarse llevar hasta ser el peor récord?
Bromas aparte, tal y como comenté en mi primer artículo, para un servidor hay un culpable directo. Y ese no es otro que Bobby Evans. Sinceramente pienso que la gestión realizada por el general manager ha sido nefasta. Y no me refiero a la planificación misma de esta temporada presente, el problema viene ya de antes. Bobby Evans debía haberlo visto venir, ver el declive que se presumía de un equipo que la pasada campaña había sido un digno contendiente al título, cayendo en series de división contra los Chicago Cubs por 3 partidos a 1.
Por eso creo que al comienzo de temporada muchos pensábamos que había muchas parcelas en las que el equipo cojeaba y necesitaba reforzarse. Por ejemplo, en los jardines, tanto el ataque como la defensa ha dado sensación de un declive obvio.
Denard Span creo que no nos puede dar más en este aspecto, su brazo nunca fue bueno, de acuerdo, pero si su velocidad ha disminuido significativamente no creo que es el jugador que necesitamos para cubrir el jardín central. Con un -27 en DRS (Defensive Runs Saved) está todo dicho. Su bate no ha sido malo, pero su defensa resta lo que el bate nos puede sumar.
Otro que ha bajado su rendimiento es Hunter Pence, hay que aceptarlo por más que tengamos mucho que agradecerle los aficionados de los San Francisco Giants. Un 13% por debajo del promedio de la liga en términos de ofensiva es un desastre. Con un SLG por debajo de .400 por segunda vez en su carrera, su pérdida de pegada ha sido importante. Defensivamente ha sido el Hunter de siempre, nada del otro mundo, incluso si me permitís más fallón en las posibilidades de atrapar la bola por el lado interno. Su FLD% ha sido de 947 siendo el peor de su carrera.
Dejando los outfielders, miramos que nos han dado los infielders. Un total de 11 jugadores han tenido un mínimo de 50 turnos al bate en esta temporada. Entiendo por falta de confianza en las piezas del cuadro. Brandon Belt, Joe Panik, Brandon Crawford y Eduardo Núñez fueron los titulares durante la mayor parte de la temporada, con Conor Gillaspie y Aaron Hill como los principales recambios.
Luego se incorporaron nombres como Christian Arroyo, Kelby Tomlinson, Jae-gyun Hwang, Ryder Jones, y como no la vuelta del hijo prodigo Pablo Sandoval. Sin olvidarnos que se tuvo también que echar mano de Buster Posey como primera base, muchas más ocasiones que en pasadas ediciones.
Pero cambiemos el rumbo y demos un poco de aire fresco. Hay a mi entender también aspectos positivos. La progresión de muchos de los jóvenes valores de los San Francisco Giants ha sido valiosa. En primer lugar, Kelby Tomlinson ha contado más para Bruce Bochy, en sus 2 primeras temporadas había disputado 106 partidos, y en esta última, aunque no empezó de inicio, llegó a jugar 104. Creo que puede ser una de las apuestas para el 2018, la duda es en qué posición. Hay fichas que mover para que no se vea cortada una más que prometedora progresión. Panik puede ser traspasado y con Arroyo en 3ra, podría hacerse con un puesto como titular.
Hablando de Christian Arroyo “The Kid», tras estar haciendo unos grandes números en Triple-A, la llegada al primer equipo deparo muchas expectativas en la parroquia. Y comenzó pisando fuerte, su 1er Hit de su carrera ante Clayton Kershaw, dando a entender que había llegado para quedarse.
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Pero como ya sabéis, este año a los San Francisco Giants las cosas no les han venido dadas, y Arroyo al mes de su irrupción vuelve a Triple-A, y no solo eso, a las dos semanas se lesiona, diciendo adiós a la temporada. Muchos (servidor incluido) pensamos que 2018 puede ser el año del Breakout season para «The Kid».
Para acabar con este primer repaso de jugadores de campo, no se nos olvidan los Belt, Panik y Posey. Belt estaba haciendo su mejor temporada al bate de su carrera antes de caer lesionado y perderse los últimos 50 partidos. Nadie le puede criticar por su defensa, pero al ataque le falta. El aficionado espera más fuerza en el bate de su primera base titular en cualquiera de los equipos en las Mayores.
Es más que sabido que Bochy vería con buenos ojos un cambio de aires en 1B, pero los 64 millones de $ que tiene firmados hasta 2021 es un lastre a apuntar al bueno de Bobby.
A Panik es a uno de los que daría el famoso grade A que tanto gusta. Ha realizado una gran temporada, como siempre eficaz en defensa y muy bien al bate, acabando la temporada con un .288 de media de bateo. Pero una de las cosas en las que realmente a resaltado este año ha sido la capacidad de esquivar los Strike Outs. Lider en el K% y líder también en % de contacto con 89.9%.
Eso ha disparado los rumores de traspaso, que personalmente me dan miedo. Creo qué aunque la posición natural de Arroyo sea la 2da y viendo la progresión de Tomlinson, Panik debería ser una de los puntales para este 2018.
Con esto quiero decir que la renovación del grupo de jugadores de los San Francisco Giants debe ser una prioridad para Bobby Evans. Ha empezado con lo que se puede entender que es lo más sencillo, el cambio de aires en el staff técnico. Pero si no se realizan también cambios en el roster las cosas no creo que funcionen.
Para no alargarme demasiado, este primer resumen lo dejamos aquí, espero no haber sido muy cansino. Para el segundo me centraré más en los lanzadores y el gran catcher del equipo. Hasta pronto.