Hoy es el cumpleaños de Willie Mays, 89 primaveras. Este es nuestro pequeño homenaje.
Cuando un scout observa a un pelotero de béisbol para recomendar o no su firma para ser un jugador profesional, verifica las habilidades o “herramientas” que posee del jugador para ser considerado un prospecto.
5 son las herramientas principales que se estima que un jugador debe tener en alguna medida, para recibir ofertas para ser considerado con potencial para jugar el deporte de forma profesional, nos referimos al contacto para tener un buen promedio al bate, el poder para lograr conexiones que permitan extrabases y preferiblemente cuadrangulares, defensa para hacer las atrapadas de flys o rollings de manera eficiente y segura, un buen brazo para hacer lanzamientos rápidos y certeros a las almohadillas y velocidad en el recorrido de las bases.
Willie Howard Mays, fue un jugador que poseyó de forma superlativa las 5 herramientas, para muchos entendidos del béisbol, es considerado el mejor jugador de las cinco herramientas de la historia y muchas encuestas y análisis de expertos, que han examinado el rendimiento relativo de Mays, han llevado a una creciente opinión de que fue posiblemente el mejor jugador de béisbol ofensivo de todos los tiempos.
Es famosa la forma como Leo Durocher, su primer manager en Grandes Ligas en Nice Guys Finish Last se expresó de él:
“Si alguien apareciera y bateara para un promedio de .450, robara 100 bases y realizara un milagro en el campo todos los días, aún te miraría a los ojos y te diría que Willie era mejor. Él podría hacer las cinco cosas que tienes hacer para ser una superestrella: batear para promedio, golpear con poder, correr, lanzar y fildear. Y tenía el otro ingrediente mágico que convierte a una superestrella en una Súper superestrella. Carisma. Iluminaba una habitación cuando entraba. Era una alegría estar cerca de él”.
Willie Mays, nació el 6 de mayo de 1931 en Westfield, Alabama, su padre, Cat Mays, era un talentoso jugador de béisbol con el equipo negro para la planta de hierro local. Su madre, Annie Satterwhite, era una talentosa estrella de baloncesto y atletismo en la escuela secundaria.
Empezó a destacar en el béisbol desde la escuela secundaria y ya en 1947 con 16 años jugó brevemente con Chattanooga Choo-Choos en Tennessee durante el verano. Más tarde ese año, Mays se unió a los Birmingham Black Barons de la Black American League.
Es firmado por los New York Giants en 1950 por $ 4,000 y lo asignaron a su afiliado de Clase B en Trenton, Nueva Jersey
En 1951, es subido a las grandes ligas, al momento cuando bateaba para .477 (71 hits en 149 turnos) con los Minneapolis Millers de clase AAA.
Interesante es la anécdota de su subida al equipo grande, El manager de los Millers Tommy Heath le informó a Mays que había sido llamado a los Gigantes. La respuesta de Willie: “Dile a Leo (Leo Durocher el manager de los Gigantes) que no voy a ir”.
Heath llamó a Durocher y le puso a Mays en el teléfono. Mays le dijo que no sentía que pudiera batear lanzamientos de grandes ligas. Durocher, sin palabras, tal vez por primera vez en su vida, finalmente rompió el silencio y le preguntó a Mays cuál era su average Minneapolis Millers lo que Mays respondió: “.477”. Durocher preguntó, en voz muy baja, pero con una expresión escatológica: ¿puedes golpear .250 para mí? Willie respondió afirmativamente. Estaba en el siguiente avión para encontrarse con el equipo en Filadelfia.
El 25 de mayo de 1951, se produjo el debut en la gran carpa de Willie Mays, cuando fue alineado por Durocher, de tercer bate y cubriendo el jardín central.
En su primera intervención en las mayores, Mays se fue en blanco en 5 turnos, situación que se prolongó por sus primeros 12 veces oficiales al bate, A pesar de sus problemas de bateo, cuando el equipo regresó a Polo Grounds, en el primer juego en casa de Willie, lo encontró bateando tercero contra los Bravos de Boston y su zurdo Warren Spahn. En su primer turno al bate, golpeó un lanzamiento de Spahn sobre el techo del jardín izquierdo para un jonrón, su primer hit en las Grandes Ligas.
Después del cuadrangular, Mays tuvo una caída de 0 hits en los siguientes 13 turnos dejándolo con .038 de promedio (1 hit en 26 turnos). En este punto, en una historia a menudo contada, Willie un muchacho de 20 años se sentó frente a su casillero llorando, apenado por su slump. Los entrenadores Freddie Fitzsimmons y Herman Franks enviaron a buscar a Durocher. Mays nuevamente dijo que no podía batear en las grandes ligas a lo que Durocher le respondió: “Mientras yo sea el manager de los Gigantes, tú eres mi jardinero central.”.
Ese voto de confianza del controvertido dirigente de los Giants fue el espaldarazo que requería el novato, en los siguientes 13 encuentros Mays conectó 20 hits en 49 turnos, para fijar un promedio de ,408 y ganar la confianza para convertirse rápidamente en uno de los mejores del diamante.
Paralelamente los Gigantes que estaban 5to en el standing para el momento del debut de Mays, para el 13 de junio luego de la racha de los 13 partidos del novato, habían escalado al segundo lugar de la tabla.
Al final de la temporada el equipo de New York, se quedó con el banderín de la liga nacional (el primero desde 1937) lo que le permitió Willie Mays poder jugar contra los New York Yankees y el ídolo de su infancia Joe DiMaggio por única vez en su carrera.
El triunfo definitivo se lo llevaron los Yankees y Mays sólo bateó para .182, pero fue el inicio de su brillante carrera que tuvo el premio de novato del año en el viejo circuito, como su primer reconocimiento de parte de los cronistas del deporte.
En gran parte de 1952 y en toda la temporada de 1953 los pasa Willie Mays en el servicio militar, por lo que su explosión como el mejor jugador tuvo que esperar a 1954.
Los Gigantes que venían de quedar quintos, cifraban sus esperanzas campeoniles en el muchacho de 23 años que recién concluía su servicio en el ejército norteamericano.
Y excedió todas las expectativas, ganó el título de bateo con ,345 de promedio, líder en triples con 13 y líder en slugging con ,667, conduciendo a su club a un nuevo clásico de otoño en esta oportunidad frente a los Cleveland Indians.
En el primer de esa serie efectuado el 29 de septiembre de 1954, se produjo una de las jugadas defensivas más extraordinarias concretada en una serie mundial “the Catch”, en el octavo episodio con la pizarra empatada a 2, con corredores en primera y segunda base sin outs, ante un profundo fly de Vic Wertz, Willie Mays tomó la bola de espaldas a home a 420 pies, impidiendo un extrabase que pondría en ventaja a los indígenas.
Al final, el juego lo ganaron los Gigantes en 10 entradas, así como la serie mundial barriendo al campeón de la liga americana en 4 encuentros para conquistar el primer trofeo desde 1933.
Desde el punto de vista individual Willie Mays, fue nombrado MVP (el primero de sus 2 galardones en su carrera) y fue invitado a su primer juego de estrellas (tuvo 24 participaciones consecutivas en el All Stars Game).
Luego de ese campeonato, Mays ratificó su gran desempeño en los años en los que la divisa permaneció en Nueva York, entre 1955 y 1957 bateó para ,316, con un promedio de 41 cuadrangulares y 103 carreras remolcadas y gano sus 2 primeras estadísticas de bases estafadas y en 1957 ganó el primer guante de oro, galardón que a partir de esa temporada empezaba a ser entregado a los mejores defensores de cada posición.
En esa misma temporada final en la gran manzana, se convirtió en el cuarto jugador en la historia de las grandes ligas en alcanzar los 20-20-20, cuando conecta 26 dobletes, 20 triples y 35 cuadrangulares (luego de Mays, sólo George Brett en 1979, Curtis Granderson y Jimmy Rollins en 2007 han repetido la hazaña).
Con la mudanza de los Giants a San Francisco cambiaron muchas cosas en la historia del club, pero se mantuvo constante el extraordinario desempeño de su jardinero central., a pesar del rechazo que parte de la población de San Francisco tuvo con el jugador afroamericano.
Mucho se dijo sobre la recepción poco cálida de la ciudad, el periodista Charles Einstein sugirió tres factores: “Mays fue la encarnación odiada de Nueva York. … Tuvo la temeridad de jugar en el jardín central en el estadio Seals, donde el nativo DiMaggio lo había jugado en sus días de ligas menores. Además, Mays era negro. El ladrillo que se estrelló contra su ventana casi tan pronto como se mudó, tuvo que reflejar al menos uno de estos puntos de vista, si no los tres.
A pesar de esta fría recepción en su primera temporada en la costa oeste, fue el líder en carreras anotadas y en OPS con 1,002 lo que le valió para ser considerado 2do detrás de Ernie Banks en el premio MVP de la liga nacional.
En la década de los sesenta, los Gigantes, fueron un equipo ganador, que nunca pudo conquistar una serie mundial, a pesar de haber participado en el clásico de otoño de 1962 que perdieron en 7 encuentros ante los New York Yankees
En la década Los Gigantes lucieron un récord de 902-704 siendo el equipo más ganador del viejo circuito.
A modo de comparación, los Dodgers de Los Ángeles, que terminaron 24½ juegos detrás de los Gigantes durante la década, ganaron campeonatos mundiales en 1963 y 1965 detrás de los lanzadores estrella Sandy Koufax y Don Drysdale, y el rey de la base robada Maury Wills.
En la referida década Willie Mays llamado popularmente “Say Hey Kid”, fue la estrella principal, en 1498 juegos, el centerfield bateó 350 cuadrangulares, empujó 1003 carreras, acumuló 3050 bases, culminando la década con un promedio de ,300, un OPS de ,377 y un SLG de ,559
En 1965, ganó su segundo MVP, cuando conectó 52 jonrones (su máximo en una temporada), anotando 118 carreras, empujando 112 rayitas y dejando un promedio de ,317.
Uno de los 52 jonrones de Mays en la temporada fue el número 500 de su carrera, el 13 de septiembre en el Astrodome de Houston, un enorme batazo de 450 pies ante un lanzamiento de Don Nottebart. Fue sólo el quinto jugador en batear 500 jonrones en la historia de las grandes ligas, después de Babe Ruth, Jimmie Foxx, Mel Ott y Ted Williams.
Previo al inicio de la temporada de 1970, The Sporting News nombró a Mays el jugador de la década.
El 18 de julio de 1970, Willie Mays se convirtió en el décimo jugador en la historia de las grandes ligas en arribar a 3000 hits, cuando le conectó un sencillo en la parte baja del segundo inning, al lanzador de los Montreal Expos Mike Wegener.
El juego se detuvo para una ceremonia, a la que asistieron Monte Irvin, Carl Hubbell y Stan Musial, el líder de todos los tiempos de la Liga Nacional en ese momento, los Gigantes le entregaron al hijo de Willie, Michael, una beca universitaria de cuatro años. Mays terminó la temporada con 28 jonrones y un promedio de .291, sus mejores números desde 1966.
En 1972, iniciando su vigésima primera temporada con la franquicia de los Gigantes, el 11 de mayo el veterano de 41 años es transferido a los New York Mets, cuando apenas bateaba ,184.
El primer partido de Mays para los Mets fue contra los Gigantes, el 14 de mayo de 1972, en el Shea Stadium. En la quinta entrada al lanzador de los Gigantes Don Carrithers, le conectó un jonrón para romper un empate 4-4, y los Mets ganaron, 5-4. Fue el cuadrangular 647 en la carrera del muchacho de Alabama.
Al término de la temporada de 1972 los Gigantes retiraron el numero 24 que llevó Willie Mays con la divisa.
Por su parte el jugador aun activo, completó con los Metropolitanos la temporada de 1972 y jugó en 1973 su última campaña en las mayores, en 66 encuentros en los que tomó parte, dejó un promedio de ,211, despidiéndose como jugador activo en el mejor escenario posible la serie mundial que el equipo de Nueva York sostuvo con los Oakland Athletics,
En la serie que el equipo de Mays perdió en 7 encuentros, el veterano de 42 calendarios participó en los 3 primeros desafíos de la serie bateando 2 hits en 7 turnos.
Después que Mays se retiró como jugador, siguió siendo una personalidad activa. Tal como lo había hecho durante sus días de juego, Mays continuó apareciendo en varios programas de televisión, en películas y en otras formas de medios no relacionados con el deporte.
Permaneció en la organización de los Mets de Nueva York como su instructor de bateo hasta el final de la temporada de 1979. Fue allí donde le enseñó a la futura estrella de los Mets, Lee Mazzilli, su famosa captura de canasta.
A principios de 1979 Mays recibió el 94.7% de los votos cuando fue elegido al Salón de la Fama, el porcentaje más alto desde que los primeros cinco jugadores fueron consagrados en el ’36.
El “Say Hey Kid” es ampliamente reconocido como el jugador con la mejor perfomance en la historia del deporte. Se convirtió en el segundo jugador en alcanzar 600 jonrones, superó las 100 carreras anotadas en 12 temporadas consecutivas, ganó el Gold Glove Award en sus primeros 12 años de existencia, tuvo 10 temporadas con más de 100 carreras remolcadas y fue el primero en acumular 300 jonrones y 300 bases robadas.
Mays ganó dos veces el Premio MVP de la Liga Nacional, pero fácilmente podría haber duplicado ese total.
Estableció numerosos récords del Juego de Estrellas mientras aparecía en 24 juegos de esta naturaleza fue nombrado jardinero titular en el All-Century Team. El gran Ted Williams dijo acerca de las participaciones de Mays en el clásico de media temporada “Ellos inventaron el Juego de las Estrellas para Willie Mays”.
En su carrera de 22 campañas, 9 temporadas fue líder en WAR, 5 torneos líder en slugging, 4 campeonatos en cuadrangulares, además de 4 zafras líder en bases robadas.
Y a la defensa además de la docena de guantes dorados, fue 3 veces líder en asistencias para un jardinero central, 4 veces Total Zone Runs (históricamente sólo Andruw Jones tiene un mejor registro en la estadística entre los CF) y fue 5 veces el jardinero central que participó en mas dobleplays.
Parte de los números de la extraordinaria carrera de Willie Mays son los siguientes: WAR 156.2 AB 10881 H 3283 HR 660 BA .302 R 2062 RBI 1903 SB 338 OBP .384 SLG .557 OPS .941.