Así es, los peores augurios se confirman. Los Marlins son el peor equipo de las Mayores y solo ha hecho falta un cuarto de temporada para verlo. El pescadito no está fresco. El pescadito no huele muy bien y si lo tomas ahora, te puede sentar mal al estómago. Lo que podía ir mal, ha ido mal, y las ilusiones se han quedado en eso, ilusiones. El proyecto de Jeter y Posada está lejos de ser lo que les gustaría. De momento, continuará la travesía por el desierto.
El peor y además destacado, con diferencia. El equipo está patas arriba y las predicciones de inicio quedan atrás en el tiempo. Proyectadas más de 100 derrotas. Pero como decían los Monty Python, hay que mirar siempre el lado bueno de las cosas: el tanking está saliendo a la perfección, no hay rival para conseguir sacar el mayor provecho del próximo draft.
Individualmente no todo son malas noticias tampoco. Es verdad que el exterior lo han habitado ya hasta 10 peloteros distintos, que los lanzadores tienen que casi sacrificar a un primogénito para conseguir una victoria, que las lesiones arrecian y ni siquiera Starlin Castro y Brian Anderson están haciendo lo que se espera de ellos. Pero, Caleb Smith está imparable y apunta al All-Star. Aunque si va, irá solo con su familia, porque no tiene ni un solo compañero que tenga opciones de ganarse el billete para ir con el.
Otra cosa buena (al final esto es una fiesta), es que, si eres un prospect, no hay mejor equipo para estar, que en los Marlins. Como en Miami en ningún sitio para optar a debutar en grandes ligas. Ya sea tu nombre Harold Ramirez, Isan Diaz, Monte Harrison, o has puesto ya un pie en el campo o lo vas a poner pronto. Si Sixto Sanchez no tuviera tantos problemas de salud, también habría debutado ya.
Solo diez victorias hasta ahora y ayer hicieron su séptima derrota consecutiva. Los de Don Matingly necesitan mantener el honor y empezar a crecer. Probablemente aún sea el momento de mejorar la situación económica e intercambiar jugadores por apuestas de futuro. Total, ya no hay nada que perder. Se tienen que quitar de encima el contrato de Chen que es una ruina, y vender algún jugador más. Que esta temporada no sea en vano, que al menos sirva para construir algo grande, el fanático de los Marlins ya no pide mucho más.
El béisbol siempre fue un juego de fortaleza mental. Hay que pensar que lo que está por venir será mejor, que siempre hay tiempo para recuperarse y redimirse. De momento la temporada es un strikeout mirando, pero el siguiente turno hay que afrontarlo como la oportunidad de resarcirse. El siguiente at bat es el bueno.