Seguimos con el béisbol en el cine. Tercera entrega después de Fever Pitch y Campo de sueños. Esta vez toca una comedia ochentera: Major League, estrenada en 1989 y dirigida por David S. Ward, guionista de “El golpe”. Protagonizada por Tom Berenguer, Charlie Sheen, Wesley Snipes y Renee Russo entre otros.
Major League es una de esas pocas películas que se fijan en un equipo real de las ligas profesionales. Aunque sea en un universo paralelo con jugadores ficticios, y desde el prisma del humor. David Ward, director y guionista del film, es un enamorado del béisbol, y la película rinde homenaje a sus queridos Cleveland Indians, a la Tribu, y a su sequía de títulos desde 1948. Sequía que continua a día de hoy.
La historia que cuenta, dicen que le ocurrió realmente a los Twins en la década de los setenta. Un nuevo dueño se hace cargo de la franquicia, en este caso representado por la viuda del anterior propietario. Sobre la mesa, una jugosa oferta para hacer las maletas y llevarse el equipo a Florida (eran los ochenta, los Marlins aún no existían). Para llevarlo a cabo, necesitan que la asistencia del estadio rebase mínimos históricos y así poderse liberar del contrato que les une a la ciudad.
Así que el plan de la nueva gerencia es, montar el peor equipo posible para hacer la peor temporada posible. Este no es que fuera un planteamiento de guion muy novedoso, la idea ya se había hecho antes en el cine, fuera y dentro del marco del deporte. Pero el tono desenfadado que tiene Major League, unido a nuestro juego de la pelota, es una combinación que no existía y que dio buen resultado. La peli recaudó 50 millones y solo costó hacerla 11.

No está de más comentar que es una trilogía, aunque el éxito solo acompañó a esta primera entrega. Major League II se estrenó a la vez que la también segunda parte de los Mighty Ducks. También comedia deportiva, en este caso sobre hockey hielo, y protagonizada ni más ni menos que por el hermano de Charlie Sheen, Emilio Estevez. Pero las criticas fusilaron a Major League II, también es verdad que no con falta de razón. La tercera parte es ya el hijo bastardo de las dos, con otro director y sin los protagonistas principales, solo apta para los muy cafeteros.
En Major League, la buena me refiero, podemos imaginar como serían las grandes ligas si les quitáramos la profesionalidad y la seriedad. Podemos reírnos con esa parte cómica que tiene un equipo cuando todos son un desastre. Presenciar como serían los resultados de un tryout abierto, como el que hizo Bing Russell con los “Battered bastards of baseball” (aprovecho para esta subrecomendación, disponible en Netflix). Todo para componer en pantalla, la esencia desenfadada de una época, y un deporte, que no pocas veces se tacha de aburrido.
No es el protagonista, pero son probablemente sus escenas las que más se recuerdan. Charlie Sheen, como Ricky Vaughn, saliendo del bullpen y la versión del “Wild thing” sonando en el estadio. Es parte de la identidad de la cinta. Por entonces no era algo habitual y algunos dicen que la propia película desencadenó esa moda de acompañar la salida de un closer con una canción representativa, como Mariano Rivera y el Enter Sadman de Metallica. Mitch Williams, que jugó con Cubs y Phillies, se apropió con orgullo del Wild thing, música y apodo, incluso acabó vistiendo el dorsal del personaje de ficción.

Charlie Sheen es un declarado aficionado al béisbol. Jugaba en el equipo del instituto y dicen que podía lanzar a más de 80 millas por hora. En unas declaraciones después del estreno, Sheen dijo que había consumido esteroides para mejorar su lanzamiento de cara al rodaje. Eran otros tiempos, pero está claro que la cabra tira al monte. En las series mundiales de 2016 la afición pidió que el actor hiciera el lanzamiento de honor en el primer partido, y dicen de hecho, que el estaba por la labor, pero la MLB tenía otros planes y nunca tuvo lugar.
Mención aparte requieren los personajes de James Gammon, Bob Uecker y Denis Haysbert. El primero, Gammon, que ya nos dejó en 2010, interpreta al entrenador Lou Brown. Ese carácter que imaginas en alguien que le importa una mierda todo y que es autor de grandes diálogos, como en el que le dice a un jugador que se ponga delante de la bola. Bob Uecker es el narrador de los partidos desde la cabina, y no por casualidad. Uecker fue ex-jugador en las mayores y después comentarista para la radio de los partidos de los Brewers durante muchos años. Con su sorna en los inicios de la temporada, su parcialidad en el resto, y su botella de bourbon, colorea el guion con frases como: “Entrada libre al estadio para todos aquellos que estuvieran de verdad vivos la última vez que los Indians ganaron la liga”. Otro de los más recordados queda para el final, Denis Haysbert, haciendo de Pedro Cerrano. El bateador de rectas. Devoto de una religión similar al vudú, que adora a un muñequito llamado Jobu, para conseguir que sus bates le pierdan el miedo a las curvas.

Margarette Whitton, la actriz que interpretaba a la propietaria de los Indians, era también una gran aficionada al béisbol, dueña de asientos de temporada en el Yankee Stadium. Chelcie Ross, que hacía el personaje del pitcher abridor, tiene una relación especial con las películas sobre deportes, ya que aparece también en “Rudi” y “Hoosiers”. Son dos peliculones, pero me reservo las encarecidas recomendaciones exclusivamente para temática béisbol.
Cada personaje en Major League tiene su interés, y no lo es menos la propia ciudad de Cleveland, Ohio. Se nota que se intenta mostrar algo de la ciudad industrial en la rivera del lago Erie, con la canción de Randy Newman, al inicio que cuenta como el rio Cuyahoga era uno de los más contaminados del mundo, incluso llegando a incendiarse en varias ocasiones. Los exteriores del Cleveland Stadium aparecen en varias ocasiones, aunque las grabaciones dentro del terreno de juego se hicieron en el entonces campo de los Brewers, el Milwaukee County Stadium. Ninguno de los dos existe hoy, las dos franquicias construyeron nuevos ballparks más acordes con los tiempos modernos.
En Major League aparecen también algunos jugadores profesionales, como Pete Vuckovich en el papel de primera base de los Yankees, Willie Mueller como pitcher de los neoyorquinos, y Steve Yeager como coach de tercera base de los Indians. Yeager además, sirvió de asesor en el film. Se cuenta que, en una de las escenas finales, Denis Haysbert (Pedro Cerrano) se amedrentó un poco al salir al set rodeado por los 20.000 extras que consiguieron poner en las gradas. Yeager se acercó y le dijo a Haysbert: “¿Ves esto? Pues así es como es este juego 162 días al año”.

Alrededor de la película se han generado multitud de homenajes y referencias, como los cromos que sacó Topps con el formato de los ochenta en el 25 aniversario del estreno. En Japón salió un videojuego para la consola NES de Nintendo. El muñeco Jobu se comercializa a día de hoy por jobulifestyle.com y lo puedes tener en casa para tus rituales particulares por solo 40 dólares.
Major League está presente en la cultura popular de este deporte. Vino para quedarse. David Ross, ex-receptor de Cubs y Red Sox entre otros, tiene un video imitando a varios de los personajes del film. Jason Kipnis y Mike Napoli, en las World Series de 2016 de los Indians, hicieron los ritos propios ante el gran Jobu en el vestuario. En la Wikipedia, se puede ver el roster completo de los ficticios Indians, al más puro estilo MLB.
En una época actual, en la que los guiones de cine originales parecen ser como unicornios, la productora Morgan Creek avisó en 2017 que tenía intención de recuperar, para hacer nuevas películas o series, sus exitosas sagas de los ochenta y noventa. Entre ellas hablaron de Arma Joven, Ace ventura y si, de Major League también.
https://www.youtube.com/watch?v=XEBqTysuMx4