Ya tenemos la firma de este invierno. Y esta vez si, ha ocurrido durante las Winter Meetings que se están celebrando este año en San Diego. Gerrit Cole, quizá el lanzador agente libre más preciado de esta offseason, recala en los New York Yankees para alegría de una afición, deseosa de que el equipo diera un paso al frente para mejorar la rotación actual de abridores. Como comentábamos ayer, era previsible que este contrato sobrepasase el que acaba de firmar Stephen Strasburg, pero no sé yo si nos esperábamos 36 millones anuales en nueve años. De esos nueve, existirá una opción para cancelarlo a los cinco años si ambas partes así lo acuerdan.
Gerrit Cole tiene ahora 29 años y aunque suene a cliché, de pequeño siempre fue fan de los Yankees, y el panameño Mariano Rivera uno de sus ídolos. Debutó con Pirates en la MLB y los últimos dos años ha demostrado con los Astros que está entre los mejores. La temporada pasada la cerró con una ERA de 2,50 en 33 partidos, con un récord de 20-5 y la friolera de 326 ponches, que significan la cifra más alta de la franquicia. Una barbaridad de números que no se pudieron convertir en anillo por muy poco. De hecho, desde mayo, la única derrota que registró Cole fue en el primer partido de las series mundiales. Aunque pudo redimirse ganando el quinto.
El pitcher diestro deja unos Astros con problemas con la organización debido al incidente que ya todos conocemos, y aterriza en unos Yankees para hacer equipo con Masahiro Tanaka, James Paxton y Luis Severino. Los rumores apuntan a que es posible que J.A. Happ no continúe el año que viene. Lo que está claro es que Cole, como los grandes fichajes, llega para liderar la rotación, para ser el nuevo ace de los del Bronx y por unos cuantos años. También anoche, los Yankees confirmaron la salida del shortstop Didi Gregorius hacia Philadelphia con contrato para un año.