Ya hemos hablado de diferentes pelis de béisbol en otras entregas, parte 1, parte 2, parte 3 y parte 4. Ahora entramos con las quinta entrega de pelis ambientadas en el mundo del béisbol.
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Biopic de la vida de Jackie Robinson, jugador de color que rompió las barreras raciales que había en el béisbol norteamericano logrando fichar por los Brooklyn Dodgers, amparado por la cabezonería del mítico dirigente Branch Rickey, protagonizado por Harrison Ford. De esta forma tiene que aguantar toda clase de discriminación racial con aficionados, rivales, compañeros y directivos. Sin embargo, su buen hacer en el terreno de juego le hará ganarse los respetos de todos ellos, logrando una carrera espectacular.
Mi impresión: Muy buena película basada en la historia real del jugador que rompió la barrera racial en el béisbol. Las escenas deportivas son bastante logradas y destacan las interpretaciones de Chadwick Boseman como Jackie Robinson y Harrison Ford como Branch Rickey.
El momento: Cuando Jackie es eliminado después de aguantar frases muy denigrantes del entrenador rival de los Phillies de Philadelphia sobre el color de su piel, se va hacia el vestuario y rompe en cólera golpeando con su bate las paredes del túnel mientras grita descorazonado.
La frase: “Algún día estaré enfrente de Dios y me preguntará por qué no dejé jugar a Jackie con nosotros y no creo que contestarle que por el color de su piel sea una buena respuesta”– Branch Rickey.
¿Realidad o ficción?: Lógicamente, al tratarse de una historia real, todos los caracteres de la película son reales. Aunque no consta ningún cameo de ningún jugador profesional.
Premio a la más racial.
Historia de un verano (The Sandlot)
Scott es un chico nuevo en el vecindario que es tan bueno en los estudios como zoquete en los deportes. Sin embargo, pronto le empieza a llamar el béisbol, aunque se le da muy muy mal. Sin embargo, el líder y mejor jugador de una banda, Benny, le apadrina y le invita al grupo y pasan un verano que siempre les quedará en el recuerdo.
Mi impresión: Es cierto que la película tiene una primera mitad fabulosa donde cada minuto se disfruta de una manera evocadora, pero la segunda mitad me ha parecido mucho más floja, donde se centra en la recuperación de la bola más que en la trama. Si la primera parte se hubiera mantenido en el tiempo, a mi entender, se hubiera conseguido una película mucho más redonda. Curiosa la repetición de James Earl Jones es una película de béisbol. Siempre se ha llevado la fama Kevin Costner de actor pro béisbol por antonomasia, pero me parece que este actor afroamericano también es muy fan de este deporte. Recordemos su papel importante en Campo de sueños.
El momento: Cuando uno de los chicos, Squint, que no sabe nadar se tira a la piscina sólo para que la socorrista, la guapa Wendy, le rescate y le haga un boca a boca. Y en términos de béisbol, sin duda, el batazo que le da Scott a la bola de su padrastro que había sido firmado por Babe Ruth cuando antes, no le daba ni a un globo aeroestático.
La frase: Ham, el gordito cátcher, es una fuente inagotable de frases épicas. De hecho, quizá la más famosa y la que haya pasado más a la posteridad sea la de “Me estás matando, Smalls”. Otra es la que le dice Babe Ruth a Benny: “A los héroes se les recuerda, pero las leyendas nunca mueren”.
¿Realidad o ficción?: De nuevo y una vez más, la única concesión a la realidad de esta película vuelve a ser la aparición de El gran Bambino, Babe Ruth, que no sólo aparece en varios diálogos, sino que se le aparece a Benny para que le convenza a saltar la verja a coger la pelota extraviada.
Premio a la más veraniega.
Los picarones (Bad News Bears)
¿Para qué hacer un resumen y una crítica teniendo reciente la que ha hecho Pepe Latorre en nuestra misma página? Por lo tanto, os recomiendo que visitéis Los Bad New Bears , donde evalúa y disecciona todos las claves de esta película de una forma mucho más detallada.
Mucho después, se hizo una nueva versión protagonizada por Billy Bob Thornton, de la cual es mejor olvidarse. El título también para olvidar. Una pandilla de pelotas. ¡¡Vaya nivel!!
El juego perfecto (The perfect game)
César Faz es un ayudante mexicano de los Saint Louis Cardinals que es despedido y obligado a marchar a su tierra. Allí recala en Monterrey, México donde unos niños le convencen para montar un equipo que pueda disputar las ligas infantiles de béisbol americanas ya que les miente diciendo que era entrenador allí. Con apenas unos entrenamientos y un campo diseñado por los niños al lado de la iglesia, van a Texas, junto al cura de la iglesia, a jugar contra los equipos americanos con apenas un visado de 2 días. Como no podía ser de otra forma, tendrán que intentar prolongarlo porque las victorias no paran de suceder.
Mi impresión: Basado en otra historia real, en 1957, es una película que intenta tocar, como muchas de las pelis protagonizadas por niños, la fibra sensible y la verdad es que lo consigue. Una película muy emotiva. También resulta muy entrañable la relación entre Angel Macías, pitcher del equipo, con su padre, marcada por el repentino fallecimiento de su hermano mayor, circunstancia que no logra superar el padre.
El momento: Como anécdota más del juego, me quedo con una que es cuando un switch hitter (bateador con ambas manos) del equipo rival se cambia de mano de bateo y el pitcher del equipo de Monterrey se va cambiando para amoldarse al cambio en la mano de bateo hasta que el árbitro del home le dice al bateador que elija posición. Aunque la más emotiva es sin duda cuando Ángel recibe en el montículo un colgante que le ha mandado su padre justo antes de cerrar su partido perfecto.
La frase: Hay dos con las que me quedo. “Uno no consigue lo que quiere con solo desearlo”, comenta César a sus pupilos. “¿Qué busca yéndose a entrenar a las ligas mayores?” le pregunta uno de los niños, César contesta “Respeto” y el niño le contesta “Nosotros se lo hemos dado desde el principio”.
¿Realidad o ficción?: Otra historia real. Todo lo que sucede es real y Ángel Macías aún permanece como el único jugador en lanzar un partido perfecto en esta competición de menores, la Serie Mundial de las Ligas Pequeñas. Muchas referencias también a jugadores profesionales de los Brooklyn Dodgers, especialmente a Sandy Koufax, ídolo de Macías.
Premio a la que mejor regusto te deja.