Sexta entrega de nuestro serial de cine y béisbol. Primera Entrega, segunda entrega, tercera entrega, cuarta entrega y quinta entrega.
El reto (Hardball)
Connor O’Neill, acuciado por las deudas por las apuestas, se ve obligado a aceptar el reto de entrenar a un equipo de béisbol de un barrio peligroso de Chicago. Para él, un gran reto ya que no le gustan mucho los niños. Sin embargo, encontrará en la profesora Wilkes, interpretado por Diane Lane, la razón para seguir con el equipo y así pagar todas sus deudas. Y poco a poco se irá enganchando a los niños y a sus tremendas circunstancias.
Mi impresión: Película entretenida donde, como producto típico de Hollywood, el protagonista, contra todo pronóstico, acaba convirtiéndose en el ancla de un equipo de chavales con los que no congenia al principio. El final, un tanto triste para lo que es la película.
El momento: Por no ponerme melodramático, voy a citar 2. La primera, más jovial, cuando Kofi da el primer HR para los Kekambas. Aunque sin duda, el momento álgido (y triste) es cuando una bala perdida en un tiroteo acaba con la vida del benjamín del equipo, momentos después de haber sido el héroe del equipo dando el acceso al campeonato.
La frase: La verdad es que la verborrea de los niños da para mucho y se me hace difícil escoger una. De las frases entre Connor y Elizabeth me quedo con la que le lanza Elizabeth a Connor cuando le conoce: “¿Qué trato has echado a perder? Porque nadie entrenaría a este equipo por propia voluntad.”
¿Realidad o ficción?: Uno de los momentos más emotivos de la película es cuando Connor se lleva a los críos a ver su primer partido profesional y Sammy Sosa les saluda.
Premio a la que peor regusto te deja.
El mejor (The natural)
Roy Hobbs es un chico que se monta en el tren buscando ser profesional del béisbol como pitcher, pero su carrera pronto se trunca tras un desagradable incidente con una mujer. Después de 16 años, vuelve a intentarlo firmando con los New York Knights, esta vez como bateador, para lograr su sueño de ser jugador de las Grandes Ligas. Y después de un desafortunado lance, Hobbs consigue un hueco en el roster y su rendimiento le hará ser protagonista en el campo pese a tener enemigos que le perjudicarán en su intento de alcanzar la cima.
Mi impresión: Es difícil buscar una película tan conseguida en relación al béisbol. La labor de Robert Redford, aunque su edad real no tenga nada que ver con la del personaje, es encomiable logrando un personaje que perdurará para siempre. El tratamiento que se da al deporte es ejemplar, aunque hay alguna escena un poco cogida con pinzas. Por ejemplo, cuando el jugador que le cierra el paso a Hobbs, tiene un accidente en un partido que le cuesta la vida. Sin embargo, es una película que debe verse porque respira béisbol y del bueno por los cuatro costados.
El momento: cuando un Robert Redford joven logra hacerle 3 strikeouts consecutivos a un famoso jugador apodado “El bombardero” (en clara referencia a Babe Ruth). Aunque tampoco desmerece el HR final de Hobbs con el costado ensangrentado.
La frase: “Me ha llevado 16 años llegar aquí. Sácame y daré lo mejor que tengo”.
¿Realidad o ficción?: Apenas hay referencias reales al béisbol profesional salvo el ya mencionado supuesto homenaje a Babe Ruth o la aparición de un jugador como Joe Charboneau, rookie del año en 1980 con los Indians pero que abandonó el béisbol apenas 2 años después.
Premio a la mejor película.
El novato (The rookie)
El sueño de Jim Morris ha sido, desde chaval, jugar al béisbol, sueño que ha sido dificultado por la movilidad laboral de su padre y por las constantes lesiones en el brazo lanzador. Al final acabó en un pequeño pueblo de Texas donde ha formado su familia y se gana la vida de profesor, mientras sacia su sed de béisbol entrenando a un equipo del pueblo. Sin embargo, y ante la insistencia de sus pupilos y al ver el poderoso lanzamiento que tiene, con casi 35 años hace unas pruebas para ojeadores de las ligas mayores con el fin de poder cumplir su sueño. ¿Lo conseguirá?
Mi impresión: Basada en una historia real, la verdad es que es otra de las gratas sorpresas que me he llevado. Un poco parecida a “El mejor”, por la tardía eclosión de su protagonista, me ha sorprendido el papel de Dennis Quaid como Morris. Y también debo reconocer que es la que más cerca ha estado de sacarme alguna lagrimilla. Una película que sin duda hay que ver porque derrocha amor por el béisbol.
El momento: Obsesionado por la velocidad de su lanzamiento, Jim utiliza un radar de velocidad de carretera para medir su lanzamiento y, decepcionado, ve que sólo alcanza las 76 millas. Cuando va a recoger la pelota, el espectador ve que el radar tiene una bombilla estropeada y vemos que el lanzamiento es de 96 millas.
La frase: “Tu abuelo me dijo una vez que está muy bien pensar en lo que quieres hacer hasta que es el momento de pensar en lo que de verdad hay que hacer”. Le dice el padre de Jim a Jim cuando le cuenta su deseo de probar suerte en las pruebas para ser profesional.
¿Realidad o ficción?: La historia de Jim Morris es real. Logró debutar en las Ligas Mayores con los Tampa Bay Rays con 35 años y tras apenas 21 partidos en 2 temporadas se retiró.
Premio a la más sorprendente.