Frank Ford me ha vuelto a mandar unas líneas, que no hago más que copiar y pegar. Nos habla de un día cualquiera, un martes cualquiera durante estos meses de frío y que no tenemos béisbol de Grandes Ligas.
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Martes 22 de enero de 2019.
Toda la peña esperando el resultado de los votos del Salón de la Fama, si Mariano Rivera conseguirá el 100% de los votos, yo creo que no (pues me equivoqué, si que consiguió el 100%), pero bueno, todo es posible. Si Barry Bonds o Roger Clemens llegarán a los votos suficientes para estar en el Salón, pues puede que sí, puede que no, lo que no hay duda es que son jugadores del Hall of Fame, con el asterisco que quieras o con la marca que te apetezca, pero no hay duda que son jugadores que un día u otro estarán. Y si no los meten en vida entrarán a título póstumo, así que, ¿para qué esperar? Como Pete Rose, llegará el día en que estará en el Salón, no es necesario a que el pobre hombre muera para que le dejen entrar en Cooperstown, vamos, con lo que ama el béisbol, y con su récord de Hits.
Pero todo este proceso de votación está perdiendo gotas de esencia cada día que pasa, y todo por las redes sociales. Muchos periodistas no se atreven a que su voto sea público por miedo a no votar a los jugadores correctos, alguno se atrevió a decir que Mariano Rivera no merecía el 100% de los votos y fue “linchado mediáticamente.” En realidad una gilipollez, “¿a quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga? Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiare.” Porque los insultos o desprecios en la red no son nada más que publicidad indirecta, “no importa si hablan bien o mal de mi, lo importante es que hablen”, decía Oscar Wilde. Y no hay nada más cierto, ¿qué importa si un habitante de un pueblo de Nevada o de la gran ciudad de Nueva York te dice por Twitter que no tienes ni idea de béisbol? Yo trabajo en el mundo del béisbol, tú eres un aficionado más de una marabunta de aficionados. Con las Redes Sociales estamos perdiendo el concepto de realidad, creando una realidad paralela en que un colgado de una web de España sobre béisbol, pongamos el caso de “Pitcheos Salvajes“, cree que sabe más que un analista de la ESPN que lleva treinta años trabajando en esto, o que yo, que llevo en este mundillo desde que tengo uso de razón, miento, a mi la razón sólo me ha rozado.
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He tenido que escribir este martes un artículo sobre la bromita entre Tony Romo y Bryce Harper… A mi me pagan para trabajar, no para hacer lo que me gusta, así que he intentado que no pareciera que todo esto me importa una mierda. Os pongo en antecedentes: Tony Romo es un exjugador de la NFL, que como comentarista parece que es la leche, de lo mejorcito que ha aparecido en los últimos años -coged un comentarista de soccer español, lo giráis 180 grados (no 360 porque se quedaría en el mismo lugar), y eso es Tony Romo, como el reverso de un periodista futbolero bufandero, ya sabéis a quienes me refiero-. Pues nada, Bryce Harper viendo que el bueno de Romo sabe tanto, dijo que le había llamado para preguntarle donde jugaría el año siguiente. Pero, ¿qué cojones tiene que ver una cosa con la otra? Es como si Trump dijera que quiere preguntarle a Tony Romo como solucionar los problemas del país, o yo le pregunto a un abogado que medicamento tomar. La historia no puede tener menos sentido, y supongo que por eso vende, “muera la inteligencia y la cultura. Viva la cutrez casposa” Y Romo dijo que se fuera a jugar a los Texas Rangers -él fue Quaterback (traducido en las novelas españolas como “Mariscal de Campo”, tócate los huevos. “Joe Smith era el Mariscal de Campo del equipo del Instituto”), de los Dallas Cowboys. Bien, una historia sin sentido sobre la que tuve que escribir. Si me pagan por escribir gilipolleces eso haré.
Sonny Gray pasó a los Reds este martes, un buen fichaje par los de Cincinnati. La gente tiene en la retina el Sonny de los Yankees, pero es muchísimo mejor jugador que eso. Su ERA en 203 fue de 2,67, en 2014 de 3,08, en 2015 de 2,73. 2016 fue un mal año, ERA de 5,69, pero en 2017 volvió a los buenos números con un ERA De 3,55. Y nos quedamos con la temporada del 2018 en los Yankees, ERA de 4,9, son los Yankees, donde la presión es constante y las etiquetas son difíciles de arrancar, así que la salida era lógica -buen punto para los Yankees-, y es un jugador que mejorará su rendimiento lejos de la Ciudad que Nunca Duerme, en un mercado pequeño como el de Cincinnati, buen punto para los Reds. Veréis como este año tiene una gran temporada, a sus 29 años está en sus mejores años como pitcher.
La gente de Baseball Prospectus está sacando una lista con los mejores jugadores en cada posición para la próxima temporada. Los clasifican con estrellas, creo que unos locos en España clasifican a los jugadores con Ositos…, cinco estrellas es lo máximo y bajando. De momento tenemos:
*Cátcher: ni uno de cinco estrellas, Gary Sanchez (Yankees) está con cuatro estrellas.
*Primera Base: con cinco estrellas está Paul Goldschmitdt (Cardinals) y Freedie Freeman (Braves).
*Segunda Base: con five stars tenemos a Jose Altuve (Astros) y Whit Merrifield (Royals).
Y como el mercado no se mueve los periodistas reparten a todos, este martes en The Ringer atizan a Los Dodgers, que no fichan, que se están durmiendo, que no están mejorando el equipo… Parece que cuesta entender que esto es una partida de ajedrez, las franquicias tienen a gente muy inteligente trabajando para ellos y no van a realizar fichajes de “Estrellas de Hollywood”, todo debe estar calculado, todo debe tener más porcentaje de éxito que de fracaso, no hay ningún estudio que demuestre que tirar el dinero en Invierno de triunfos la última semana de octubre, así que mejor todos calmados, que ya llegará, que todos los jugadores encontrarán equipo y que no son necesarios grandes titulares para vender periódicos, que ya nadie compra periódicos.
Y esto es lo que os puedo contar durante un martes cualquiera de invierno.