Nuestra décima entrega sobre films y béisbol. Aquí está la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta, séptima, octava y novena.
Muerte de un jugador (Bang the drum slowly)
Henry Wiggen (aunque en la película se le llama constantemente Arthur) es uno de los pitcher más importantes de los New York Mammoths y, mientras compagina su carrera deportiva y su negocio como vendedor de seguros, entabla una fuerte amistad con Bruce Pearson, receptor del equipo, bastante mediocre en lo deportivo y de ciertas limitaciones intelectuales, al que no duda en vincular su futuro al conocer una dura enfermedad que padece y que le llevará a un fatal destino. Por ello, la película se centra en esa última temporada del equipo mientras la salud de Bruce va deteriorándose poco a poco y cómo influye tanto en la relación con sus compañeros como en la trayectoria del equipo.
Mi impresión: En primer lugar, tirón de orejas para los que pusieron el título en España. De un “Golpea la batería lentamente” se ha pasado a “Muerte de un jugador”, una traducción realmente deplorable y que ya avanza el final de la película. De la misma, cabe destacar la interpretación de un, por entonces, realmente desconocido Robert De Niro, en su primera incursión beisbolística (luego repetiría en Fanático), donde interpreta de una forma conmovedora a Bruce. De hecho, recibió muchos premios y muy buenas críticas por su actuación. Para mi gusto, la película se queda un poco deslucida ya que versa sobre la amistad de estos dos compañeros, pero se va centrando en quizá aspectos demasiado intrascendentes. Y la muerte de Bruce pasa muy por encima.
El momento: Quizá el momento más emotivo es cuando Bruce es rociado de líquidos por parte de muchos de sus compañeros tras un buen partido en la ofensiva, demostrando el cambio de tendencia de trato de sus compañeros hacia él.
La frase: Un reflejo del trato que recibe Bruce de sus compañeros es cuando le pregunta uno cuánto mide y le dice Bruce que 1,82 exactamente. El compañero no se corta y le dice “Eres la cantidad de mierda más alta que he visto” Otra frase importante para el devenir de la película es “Arthur, ¿qué sois? ¿una pareja de maricones? Hace mucho que no veo maricones en el béisbol” le dice el entrenador cuando le comenta Arthur de imponer la cláusula de ligar el futuro de ambos. Arthur le contesta: “Algún día lo entenderás”. Y otra es cuando el cátcher defenestrado por la continuidad de Bruce le dice a Henry “Ojalá algún día se muera alguien y me deje un sitio”. Y Henry le contesta “Bueno, todo es posible”. Aunque quizá la que sea más famosa sea la última de la película que si la traducimos literal sería algo así como “De ahora en adelante no pienso provocar ni molestar a nadie” cuando en la versión original utiliza el término “rag” que sería más burlarse.
¿Realidad o ficción?: Aunque el equipo en el que juegan los protagonistas son los New York Mammoths, es obvio que se refiere a los Yankees ya que, tanto el logotipo como la indumentaria, son clavadas al equipo más famoso mundialmente del béisbol. Pocas más referencias reales.
Premio a la mayor exaltación de la amistad
Todo en un día (Ferris Bueller’s day off)
Ferris Bueller es un chaval de Chicago al que no le gusta nada ir al instituto. Un día se levanta y decide engañar a todo el mundo y no ir al instituto simulando estar enfermo. Y no sólo se conforma con eso sino que saca, a base de mentiras, a su novia, y, junto a su mejor amigo, decide aprovechar el día para hacer todo que le gustaría hacer pero no puede. Desde conducir el Ferrari del padre de su amigo, hasta ir a museos, comer pizza o ir a ver a los Cubs a Wrigley Field.
Mi impresión: Pocas referencias beisbolísticas en esta película salvo la escapada de los 3 protagonistas a Wrigley Field a ver a los Cubs. Una comedia muy disparatada de John Hughes con muchas similitudes con su película “Sólo en casa”, protagonizada por Macauley Culkin. Si en esta, el protagonista hace diversos artilugios para evitar que ladrones atraquen su casa, en “Todo por un día” el protagonista usa toda su inventiva para engañar a todo el mundo de su enfermedad, así como la muerte de la abuela de su novia. Una comedia muy disparatada donde abundan jóvenes rostros que luego harían carrera en Hollywood como Matthew Broderick, Mia Sara, Kristy Swanson o Charlie “Rick Vaughn” Sheen. Película muy poca beisbolística pero, al ser una recomendación del gran Arturo Marcano, me he lanzado a verla.
El momento: La aparición de Charlie Sheen en la película y su diálogo con la hermana de Ferris, interpretada por Jennifer Grey, famosa por su papel en Dirty Dancing, en comisaría es, para mí, lo más memorable de la película.
La frase: La frase más famosa sacada de la película es “La vida va demasiado deprisa. Si de vez en cuando no paras y miras alrededor, te lo puedes perder”. Una frase que, aunque no aplica al béisbol, también a veces se usa para nuestro deporte.
¿Realidad o ficción?: La visita a Wrigley Field, campo de los Chicago Cubs, es la única referencia real de la película con respecto al béisbol.
Premio a la más disparatada
Ángeles (Angels in the outfield)
Roger es un chico que vive en un piso tutelado por el estado que, cuando recibe la visita de su padre y le dice que se tiene que marchar de nuevo lejos, le promete que se podrán juntar cuando los Angels, el equipo favorito de Roger y un auténtico desastre deportivo, ganen el título Así, decide ponerse a rezar y pide a Dios ayuda para sacarle del último puesto. Ante la sorpresa del chaval, pronto empezarán a suceder acciones extrañas que hacen que los Angels comiencen a ganar partidos. El ángel jefe, Al, estará al mando de las hazañas.
Mi impresión: Típica comedia Disney para llevar a los niños al cine o para pasar con ellos una velada de sábado o domingo tarde. Es un remake de una película rodada en 1951 y donde abundan actores bastante famosos como Danny Glover, encarnando al entrenador George Knox, Christopher Lloyd, como Al, jefe de los ángeles, Adrien Brody, como Hemmerling, penoso jugador de los Angels, Matthew McConaughey, como exterior del equipo y Dermot Mulroney, como el padre que no ejerce como tal. Quizá sea la actuación de Danny Glover como el entrenador lo más destacable de la película. Curiosamente la cinta fue estrenada en 1994, justo un mes antes de la huelga de 1994 que canceló la temporada de la MLB e hizo que fue un gran éxito a pesar de la escasa calidad de la película.
El momento: El momento más duro de la película es cuando Roger va al juzgado pensando que su padre le va a recoger, coincidiendo con el ascenso al primer puesto de los Angels en la clasificación, y no sólo no sucede lo que espera, sino que lo que el padre hace es renunciar definitivamente a él.
La frase: Las mejores frases siempre corren a cargo del entrenador encarnado por Glover. Como, por ejemplo, “Nunca he visto a un grupo peor de 25 jugadores No pensamos como un equipo. No jugamos en equipo. Y ni siquiera perdemos como un equipo. Tenéis la cabeza tan lejos de vuestros culos que ni siquiera podéis ver la luz del día” es la frase motivadora que lanza a sus jugadores tras su comienzo tan desastroso. Y la más emotiva es la que le dedica a Roger: “Lo que sí sé es que no voy por la calle pensando que todo el mundo que conozco me va a fallar algún día. Porque nunca encontrarás la paz. Como me pasa a mí”.
Realidad o ficción: Así como la película de origen se basaba en los Pittsburgh Pirates, esta cinta usó el nombre de California Angels, equipo que no existía en 1951, para encarnar al equipo que necesita ayuda divina. Todos los equipos que aparecen en la película son reales. Curiosamente en 1997 la compañía Walt Disney tomó control del equipo y se cambió el nombre por Anaheim Angels. 2 jugadores profesionales aparecen en la película. Mitchell Page, exterior de los Athletics, aparece como Abascal, jugador de los California Angels, y Carney Lansford, exjugador de los Angels, actúa como Kit “Golpea o muere” Kesey, último jugador de los Chicago White Sox al que se enfrenta para ganar el campeonato el pitcher de los Angels Mel Clark.
Premio a la más angelical